Este lunes Pablo Iglesias presentó en Barcelona la candidatura Podem en acuerdo con Iniciativa per Catalunya (ICV) y Esquerra Unida para presentarse juntos hacia las elecciones generales, repitiendo así el pacto hacia las autonómicas del 27-S.

Esta nueva candidatura está conformada por el referente catalán de Izquierda Unida, Esquerra Unida i Alternativa (EUiA), una formación con la que Podemos no llega a acuerdos hacia las elecciones generales. En sus discursos enuncian querer repetir la experiencia de Barcelona en Comú con el triunfo de Ada Colau como alcaldesa; aunque lo que no resuelven todavía es un líder claro.

El espíritu que recorre el acuerdo de confluencia declaran a Cataluña como “sujeto político soberano”, el “derecho a decidir” o la “plurinacionalidad”. Pero es sólo eso, un espíritu que le falta cuerpo, definiciones claras; algo que nunca tuvo Podemos respecto a la cuestión nacional catalana y el derecho a la autodeterminación.

Nada dijo Pablo Iglesias sobre cómo llevar a cabo el derecho a decidir y aseguró que “El anclaje no depende de voluntades políticas y nosotros no decimos a los catalanes cuándo deben ejercer el derecho a decidir”. A la vez que admitió que “la manera jurídica” para consultar a los catalanes sobre su futuro político “como sabe todo el mundo, presentará dificultades”, y dijo que va a “remover todas las vías” para “abrir los procesos que permitan una solución diferente a la declaración unilateral de independencia” prometida por la lista independentista.

Por su parte, Joan Herrera, el coordinador nacional de ICV, lejos estuvo también de concretar un programa por el “derecho a decidir”. Aunque dijo que su partido “no entierra el derecho a decidir porque nos hace imbatible como pueblo”.

Pablo Iglesias se diferencia de “la declaración unilateral de independencia” de Artur Mas, pero con prácticamente los mismos argumentos que utiliza la casta bipartidista, anunciando, tal como replica el amenazante Rajoy, que si se realiza un proceso de declaración de independencia y ley de transitoriedad, se abriría una situación en la que «no dependería del Gobierno, sino de la aplicación de la Justicia y eso lo hacen los tribunales».

Así lo expuso Pablo Iglesias en una entrevista de radio en “Onda Cero” cuando le preguntaron qué haría él si llegara a presidente y el Parlamento catalán iniciase el proceso independentista. A lo que respondió que el Derecho «no lo aplica en el Gobierno ni el presidente, sino los tribunales de Justicia». E insistió en estar a favor del derecho de autodeterminación, aunque no es posible jurídicamente bajo la actual Constitución. Sin embargo, no explica en ninguna de sus declaraciones cómo sí se podría llevar a cabo bajo su propuesta de “proceso constituyente”.

Podemos necesita de Catalunya para escalar hacia las generales y su alusión al derecho a la autodeterminación no es más que un discurso demagógico para su estrategia electoral. Para ello, necesitaba de un acuerdo con otras formaciones. El pacto con ICV y Esquerra Unida, formación con la cual rivaliza en las generales, es una alianza que Iglesias defendió diciendo que «el ecosistema político es diferente y los actores son diferentes».

Desde que Podemos intentó aterrizar en Catalunya, sus pronunciamientos por el derecho a la autodeterminación en Catalunya fueron muy tibios, supeditándolo a un ‘proceso constituyente’ —salido de las próximas elecciones generales— de todo el Estado español que ‘decida todo entre todos’, y entre otras cosas, la ‘cuestión territorial’ aunque no como una prioridad. Ante la consulta del 9-N no se posicionó contra el brutal ataque del centralismo españolista. Y sobre todo, para Podemos no es una cuestión para nada primordial a resolver en Catalunya.

Publicado por Cynthia Lub

Cynthia Lub | @LubCynthia :: Barcelona

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