El pueblo griego dijo masivamente NO (OXI) a más ajustes y austeridad. Pero en Bruselas se está negociando entre cuatro paredes un acuerdo contrario a esa voluntad. Del OXI griego al oxímoron de la “Unión Europea democrática”.

En estos días agitados todos aprendimos algunas palabras en griego. OXI: No. Nai: Si. Hay otra palabra que viene a la mente por asociación: Oxímoron. Según la definición de la RAE, es la combinación de dos palabras o expresiones de significado opuesto, que dan lugar a un nuevo sentido.

El curso de los acontecimientos después del referéndum del domingo hace visibles varios oxímoron en el discurso de la Unión Europea.

Un “acuerdo favorable para todos”. ¿Por qué es un oxímoron? Porque la palabra “acuerdo” debería reemplazarse por “imposición”, ya que eso es lo que viene haciendo la Troika con los planes de “rescate” en los últimos años.

Con la economía griega al borde del colapso; una deuda asfixiante que, aceptada por los sucesivos gobiernos capitalistas griegos, creció desorbitadamente para salvar a los bancos alemanes y franceses y un plan de ajuste que descargó la crisis sobre el pueblo trabajador, resulta ridículo hablar de un “acuerdo”.

Estos días en Bruselas la Troika buscará imponer un nuevo plan de “rescate” que solo beneficia a los acreedores, a los organismos financieros que salvaron a los bancos, privatizaron ganancias y socializaron pérdidas. Se busca imponer un “acuerdo” que implica más endeudamiento y recortes, más penurias para un pueblo trabajador hundido en la crisis desde hace 7 años. Por eso hablar de un “acuerdo favorable para todos” es un oxímoron.

Segundo oxímoron: una “Unión Europea Democrática”. Mientras millones de trabajadores, jóvenes y mujeres se pronunciaron por el NO el último domingo, un puñado de mandatarios y directores del BCE y el FMI van a negociar a puertas cerradas con el gobierno heleno un nuevo plan de endeudamiento y austeridad para Grecia.

La “Unión Europea democrática” es un oxímoron que como nunca quedó en evidencia durante las últimas semanas. La UE apareció ante la vista de millones, en Grecia y en muchos países de Europa, como una coalición de Estados imperialistas, bajo hegemonía alemana, para defender los intereses de los bancos y los monopolios. La prepotencia de la Troika frente al pueblo griego desnudó la hipocresía de la “Europa solidaria y democrática”.

Lamentablemente, los oxímoron de la UE no son exclusivos de los mandatarios imperialistas, sino también de las nuevas formaciones neoreformistas como Syriza o Podemos, que siembran ilusiones entre los trabajadores y los sectores populares de que es posible democratizar una institución imperialista reaccionaria como la Unión Europea del capital.

Alexis Tsipras se reunió el martes con los líderes de los partidos de la oposición griega, Nueva Democracia, Pasok, To Potami y Anel (que es parte del gobierno) para firmar un “compromiso nacional” para las negociaciones en Bruselas. Es decir, que los derrotados del domingo, los que durante la última semana anunciaron que se venía la catástrofe si ganaba el NO, terminaron acordando con el gobierno los lineamientos generales de la nueva propuesta griega. Una de las grande paradojas del resultado del referéndum y la política de Syriza de conciliar con la Troika.

El oxímoron más grande de Syriza y Podemos es la estrategia de un “capitalismo justo” y una “Europa democrática” en los marcos del capitalismo, una figura retórica que choca a cada paso con la realidad.

Publicado por Josefina Martinez

Josefina Martínez | @josefinamar14 :: Madrid

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