No estamos todas: nos faltan 1287. Por un movimiento de mujeres combativas y antiimperialistas

 

Nos asesinan, precarizan, recortan nuestros derechos. Nos organizamos y luchamos diciendo ¡Basta de feminicidios! Y también luchamos contra la violencia de las guerras imperialistas y el racismo hacia nuestras hermanas de clase: las mujeres migrantes.

Según la cifras no oficiales de feminicidio.net, en el período de 2010-2015 fueron asesinadas 658 mujeres. A esto se suman las cifras del estudio del Centro Reina Sofía que establecía que entre 2000 y 2009 629 fueron asesinadas mujeres. Los datos oficiales del Gobierno dejan en 1027 las mujeres asesinadas en el mismo período ¿Dónde están las 260 que no se recogen en sus cifras?

Este 25 de noviembre volvemos a salir a las calles a luchar, una lucha que libramos a diario contra un sistema patriarcal que presiona fuerte sobre las mujeres.

Salimos a las calles a gritar contra este sistema que con sus múltiples cadenas de violencia nos oprime y reprime. Pero no estamos solas: gritamos con la voz de las miles de mujeres asesinadas por haber nacido mujeres. Vamos a denunciar que los feminicidios no son muertes aisladas, pero también señalaremos toda la violencia machista que sufrimos y que en muchas ocasiones pasa desapercibida.

El feminicidio es el último eslabón de una larga situación de violencia machista que puede ir desde la violencia psicológica a la sexual. Cada eslabón de esta cadena está legitimado por el Estado capitalista y sus instituciones. Así como por la Iglesia reaccionaria que ataca constantemente a las mujeres.

Humillación, vejación, dominación, chantaje o desvalorización de los cuerpos que no se ajustan a los actuales cánones de belleza, forman parte de esta cadena.

Además, debemos enfrentar una educación sexista, heteropatriarcal y claramente marcada por la moral católica, y unos marcados roles de género que nos encasillan nada más nacer por nuestro sexo biológico.

En el Estado español, representamos el mayor porcentaje de precariedad y desempleo. La discriminación laboral nos acosa cuando vemos que nos despiden por quedarnos embarazadas, que condicionan nuestro contrato a si en un futuro lo seremos o que nos obstaculizan la conciliación familiar.

También denunciaremos la estrategia electoralista y cínica de los partidos capitalistas que siempre han luchado por arrebatarnos nuestros derechos. Como el PP que después de años recortando en violencia de género e igualdad, anuncia un aumento tan mínimo que no alcanza el casi 26% de recortes que ya ha hecho.

Nuestra lucha implica enfrentarnos a los valores y costumbres impuestas durante años por la clase dominante y su cultura de violencia. Una violencia que será totalmente desterrada cuando rompamos las cadenas que ciñen a la humanidad, bajo este régimen capitalista.

Este 25N reivindicamos la lucha de la juventud precaria. la de las mujeres trabajadoras por sus derechos como mujeres y trabajadoras, de las estudiantes…
Y especialmente el de las mujeres inmigrantes triplemente oprimidas, expuestas a las redes de trata y las situaciones de prostitución, encerradas en los CIE’s, discriminadas por la xenófoba ley de extranjería.
Por eso queremos denunciar las políticas guerreristas de los países imperialistas tras los brutales atentados del 13N. Bajo los postulados de «choque de civilizaciones» fomentan las ideologías más racistas e islamofóbicas. Difunden la idea de que el «ejemplo de atraso, barbarie y falta de democracia» de los países árabe- musulmanes es la situación de desigualdad y opresión de la mujer. Si la opresión de la mujer es doble, como mujeres y trabajadoras, en los países explotados y oprimidos por las potencias imperialistas, la opresión de clase se triplica para estas mujeres.
Y junto a todas ellas, y todas vosotras, exigiremos:
-  Hogares transitorios para mujeres, sus hijos e hijas, que sufren violencia machista. Garantizados por el Estado, y controlados por las propias mujeres. Con asistencia profesiones, y sin presencia policial ni judicial.
-  Comisiones de mujeres en centros de trabajo, sindicatos y centros de estudio. Independientes de los intereses patronales y estatales, que tomen los casos de acoso sexual y discriminación sexista.
-  Separación efectiva de la Iglesia y el Estado. El fin del Concordato y de la subvención a la educación religiosa.
-  Educación sexo afectiva, no heteropatriarcal y sin tabúes.
-  El pago de todos los derechos por maternidad.
-  Derogación de la ley de extranjería. Cierre de todos los CIEs. Acceso universal y gratuito, derechos y papeles para todas y todos.
-  Basta de guerras imperialistas y las campañas islamofóbicas y racistas cuyo blanco son las mujeres inmigrantes y del mundo árabe-musulmán.

¡Sus violencias, nuestra lucha!
¡Si tocan a una, nos organizamos miles!
¡Organicémonos juntas para enfrentar todas las violencias machistas!

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