Cientos de hombres vistiendo minifalda marcharon junto a las mujeres en una manifestación contra la violencia machista en Estambul, tras quince días de protestas ante el asesinato de la estudiante Özgecan Aslan.

La manifestación ha sido parte de la oleada de protestas protagonizadas en Turquía en los últimos quince días a raíz del asesinato machista de la estudiante de 20 años Özgecan Aslan, el 11 de febrero pasado por parte de un conductor de minibús que previamente intentó violarla.

En Turquía, la violencia machista en el año 2014 se ha cobrado 281 mujeres asesinadas, 109 mujeres y niñas adolescentes que sufrieron intentos de violación o han sido violadas, 560 mujeres heridas, 140 mujeres y niñas adolescentes acosadas sexualmente. En dos de cada tres casos de feminicidio, el asesino fue el marido, exmarido, novio o pretendiente de la víctima.

La protesta de hombres en minifalda junto a las mujeres se ha desatado ante el fomento de la culpabilización que existe de parte de los medios de comunicación a las mujeres que sufren violencia sexual. Un ejemplo fue el famoso caso del de la cantante Nihat Dogan, cuando condenó en un twit el asesinato de la estudiante, aunque llamando a que «no hagan escándalo» las mujeres que saliesen «a la calle en minifalda o desnudándose» y fueran violadas por «pervertidos por la educación laica».

Así es que se convocó la manifestación del pasado 21 de febrero llamando a que los hombres se vistan de minifaldas acompañando a las mujeres. «Desde pequeños nos educan en el sexismo. Y al igual que a las niñas se les enseña que lo suyo es la casa, la cocina, los hijos, a los chicos se les enseña que deben ser duros, viriles… Es un problema para ambos», reflexiona un estudiante llamado Bulut Aslan. «Desde luego, las mujeres se llevan la peor parte, pero los hombres también debemos superar el sexismo que nos asigna un rol concreto en la sociedad», continúa Aslan.

Precisamente porque no se pudo encontrar ninguno de los pretextos habituales con los que parte de la sociedad justifica o disculpa las agresiones machistas, es que las protestas se extendieron y masificaron, tal como explicó la feminista Aysun Eyrek. «La amplitud de la reacción contra el asesinato se debe a que Özgecan no había bebido alcohol, el asesino no era su novio, ella no se había aventurado a la calle sola de noche y ni siquiera llevaba minifalda», explicó.

La minifalda es la excusa que justifica el acoso, intentos de violación y violencia machista contra la que protestaron los hombres en la marcha de Estambul. «No hay ningún pretexto para el acoso», decía uno de los muchos carteles en la marcha, junto a otros que exigían cadena perpetua para estos asesinos o denunciaban que «el hombre dispara, la Justicia lo protege».

A través de las redes sociales se ha articulado en esta semana un movimiento de protesta social de rechazo al acoso y la violencia machista que va mucho más allá de los grupos feministas que llevan años denunciando la violencia machista. Estos jóvenes quisieron demostrar que la solución para acabar con el acoso no pasa por la separación de mujeres y hombres en público; una idea difundida por el Gobierno y los grandes medios de comunicación.

Publicado por Cynthia Lub

Cynthia Lub | @LubCynthia :: Barcelona

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