El pasado 3 de mayo, coincidiendo con la cumbre del Barco Central Europeo, los universitarios y estudiantes de secundaria de Barcelona volvimos a tomar la calle. Más de 40.000 manifestantes logramos salir de la Plaza Universitat, a pesar del «estado policial» que reinaba en la ciudad y que llevó a que casi todos los asistentes tuvieran que sufrir cacheos, identificaciones y otros abusos en las decenas de retenes de anti-disturbios y policías secretas encapuchados que plagaban el centro. Esta vez las pancartas y cánticos contra los recortes -sobre todo la subida de tasas del 66% y los despidos de profesores y trabajadores- estuvieron acompañadas de otros muchos a favor de la gratuidad total de la universidad. Cada vez son más los estudiantes que no quieren defender la universidad tal y como es hoy, sino que apuestan por una educación al servicio de los trabajadores y el pueblo. Y por supuesto, también estuvo presente la reivindicación de libertad para los presos políticos del 29M, los tres estudiantes Isma, Dani y Javi, y la sindicalista de CGT, Laura. En estos momentos, todo ellos ya han sido liberados: los estudiantes el mismo día 4, Laura el pasado 17 (ver «¡Si tocan a un@ tocan a tod@s!» en este mismo número). La manifestación llegó hasta la Pompeu Fabra, a pesar de que los portavoces de la Plataforma Unitaria en Defensa de la Universidad Pública quisieron desconvocarla en Arc de Triunf por la amenaza de la Policía. En su regresó a la UB-Raval (por estar la Pompeu cerrada por orden gubernamental) un fuerte dispositivo policial intervino contra centenares de estudiantes (ver «Exitosa rueda de prensa de estudiantes y profesores de la UB Raval» en éste número). En las siguientes semanas se han continuado las asambleas, cortes de calle y otras acciones en diversas facultades. También miles de universitarios participamos de la manifestación del pasado día 12, así como de las charlas y protestas que tuvieron lugar en esos días de aniversario del 15M. El mismo 15 se realizó una manifestación hasta la sede del PP en Barcelona donde se organizó una comida popular. En el Campus de Mundet, en las carreras de Trabajo Social y Educación Social, se ha desatado un movimiento muy unánime que lleva desde el pasado día 8 de mayo en huelga indefinida, contra la subida de tasas y en defensa de la segunda convocatoria. Esto y la huelga de ducación del próximo 22, que ya se prepara en todas las facultades e institutos, puede servir de trampolín para que el final de curso coincida con un nuevo y más contundente golpe del movimiento estudiantil contra los recortes, la privatización de la educación y por una universidad pública, gratuita y de calidad.
En la UAB esa jornada, la del 22, se ha planteado extenderla a una huelga de 72 horas. El movimiento estudiantil de Barcelona viene recomponiéndose durante todo el curso. Son cientos los activistas que se han sumado a la lucha este año, hay decenas de asambleas de base, se viene forjando una unidad cada vez más solida con el PDI y el PAS… un bagaje que debemos seguir profundizando, extendiendo y masificando el movimiento, de cara a la misma huelga del 22 y los luchas que deberemos dar continuidad después de esa importante fecha.