Pablo Iglesias espera ansioso un encuentro con el Rey Felipe VI en Bruselas, a la vez de que anunció que no asistirá como formación a las manifestaciones en el aniversario de la Segunda República.

En septiembre de 2014, Juan Carlos Monedero afirmó que «Podemos ha conseguido que el rey abdique». Así lo consideraban los líderes de Podemos, desde el momento en que la formación irrumpió después de las elecciones europeas en las que lograron cinco escaños, según ellos acelerando así el proceso de relevo real ante la pérdida de la mayoría en el Parlamento de la ’casta bipartidista’ de PP y PSOE, que dificultó la aprobación de la ley sucesoria.

Sólo siete meses después, este lunes, la secretaria de Coordinación entre Áreas de Podemos, Irene Montero, aseguró: «Hemos sabido que el Jefe de Estado viaja a Bruselas y que va a tener un encuentro con el conjunto de los eurodiputados. Allí estarán los cinco eurodiputados de Podemos».

Es por ello que el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se encontrará con el rey Felipe VI por primera vez en Bruselas en la primer visita del monarca a las instituciones europeas, en un encuentro con los 54 europarlamentarios españoles. No así los seis eurodiputados de Izquierda Plural quienes anunciaron en un comunicado que “es un Jefe de Estado que no ha sido elegido en las urnas y representa un orden nacido por voluntad de la dictadura franquista».

Todo un giro sutil pero acelerado a la vez para una formación que se prepara para gobernar y necesita a sus líderes y a Pablo Iglesias como futuro «hombre de Estado». Sus gestos no dejan de sorprender. Hace menos de un mes, en un acto de campaña por las elecciones andaluzas en Málaga, dijo estar “orgulloso” del trabajo que realizan los militares, policías y guardias civiles.

También reivindicó a los empresarios que sacan el país adelante”, al Papa Francisco, al presidente Obama y toda una lista de gestos necesarios para gobernar para un sistema que Podemos parece querer dejar intacto.

Muy atrás quedaron los discursos identificados con el espacio de la militancia de izquierda, utilizando todas las maniobras que le permite el juego del «no somos de izquierda ni de derecha». El «no somos de izquierda» le permite jugar en el terreno que la derecha hoy le compite ante la emergencia de la formación «Ciudadanos» después de las elecciones andaluzas.

Pero estos gestos hacia el nuevo rey no son nuevos. Iglesias ya había tenido su primer diálogo cercano con Felipe VI horas después del primer discurso navideño, cuando inmediatamente respondió al discurso del monarca en un Twit diciendo: «Comparto aspectos del diagnóstico del Jefe del Estado pero se equivoca si piensa que los responsables de la crisis nos sacarán de ella.» También Irene Montero reivindicó el «buen análisis» sobre los problemas de España y aseguró que el rey «reconoció que el cambio es inevitable».

Meses después, en febrero, Pablo Iglesias, líder de Podemos, había solicitado una audiencia con el rey diciendo, «Hemos solicitado una audiencia con el Jefe del Estado y para mí será un placer conversar con él. Tendremos muchas diferencias, pero quiero expresar al actual Jefe del Estado cómo vemos nosotros las cosas».

No pasó un mes, durante marzo, que en una entrevista Pablo Iglesias dijo sobre el monarca: “Yo pienso que el actual jefe del Estado tiene una enorme simpatía por parte de los ciudadanos españoles y creo que, cuando hable con él, le expondré que creo que tendría muchas posibilidades de ganar unas elecciones como jefe de Estado”.

En el mismo tono, durante la clausura de la asamblea fundacional de Podemos, Pablo Iglesias aseguró querer hablar con Felipe VI del modelo de Estado y que “sería bueno para la democracia que sea jefe de Estado no por razones hereditarias, sino porque los españoles le han votado”.

Hoy Pablo Iglesias aguarda expectante un encuentro con el representante de la monarquía. De hecho nunca se pronunció en contra ni propuso una alternativa al régimen de monarquía parlamentaria. Y esto en la misma semana del aniversario de la II República tras su proclamación el 14 de abril de 1931, cuando se están realizando manifestaciones en varias ciudades del Estado español. Estas manifestaciones se realizan con el espíritu de protesta contra un régimen que lejos está de cumplir las aspiraciones democráticas de la mayoría de la clase trabajadora y sectores populares.

Sin embargo, la dirección de Podemos ya anunció que no asistirá a las manifestaciones como formación y que sólo lo harán los líderes a nivel individual. En una rueda de prensa, Irene Montero señaló al respecto que estarán «como todos los días trabajando para ganar las elecciones al PP» y que el «mejor homenaje a nuestros abuelos y abuelas que lucharon por traer la democracia» es seguir trabajando. Podemos, cada vez más cerca de los representantes del régimen y cada vez más lejos de las clases populares y de la movilización.

Publicado por Cynthia Lub

Cynthia Lub | @LubCynthia :: Barcelona

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