La Fracción Trotskista-Cuarta Internacional fue invitada por OKDE-Spartakos, miembro de la Coalición Anticapitalista ANTARSYA, a participar de su primera escuela de verano del 6 al 9 de agosto de 2015. Josefina Martínez, de Clase contra Clase, habló en el plenario de apertura sobre el Estado español, la emergencia de PODEMOS y la política de los revolucionarios.

Buenas noches, muchas gracias por invitarnos a participar de su escuela de verano. Estoy segura de que estará llena de debates interesantes.

Mi nombre es Josefina Martínez, soy militante del grupo Clase contra Clase, sección española de la Fracción Trotskista-Cuarta Internacional

La situación en el Estado español está marcada por la crisis económica, la crisis del régimen –al que llamamos Régimen del ‘78 –, y la crisis social. Esta ha sido la situación durante los últimos cinco años.

Pero hubo un cambio importante con la emergencia de Podemos, y las enorme expectativas sobre esta organización. Hubo un cambio, de la “ilusión social”, a la “ilusión política”. La idea es que “se puede cambiar la realidad social con elecciones ocupando posiciones en las instituciones del Estado capitalista”.

Podemos nació hace un año y medio. Se presentó a sí mismo como algo “nuevo”, como la expresión de la “Plaza del Sol”, y el “movimiento de los indignados”. En mayo de 2015, en las elecciones europeas, obtuvieron más de un millón de votos y cinco miembros el Parlamento Europeo.

Después de esto, Pablo Iglesias y la dirección de la organización comenzaron un proceso de consolidación de Podemos como partido político. La asamblea de Vista Alegre en octubre de 2014 marcó ese proceso.

Impusieron una organización centralizada y un método antidemocrático. El sistema de votación sería “online”, para que cualquiera pueda decidir sobre la orientación del partido. Pero la clave es que solo Pablo Iglesias y su grupo pueden tomar decisiones sobre políticas importantes.

Luego de este giro, realizaron varios gestos moderados: reuniones con el embajador de Estados Unidos en Madrid, con empresarios, con miembros del PSOE, como el expresidente Rodriguez Zapatero. Han moderado su programa, diciendo que no son un “partido de izquierda”. Dicen que quieren ocupar el espacio que la socialdemocracia dejó vacante. Los dirigentes de Podemos siguen la teoría populista de Ernesto Laclau y el ejemplo político de Syriza.

Su estrategia es ganar las elecciones y llegar al poder, y no importa lo que haya que hacer para alcanzar ese objetivo.

Dicen que tienen que ir más allá de la “estrecha división entre izquierda y derecha”. Un ejemplo de esto puede resumirse en la siguiente anécdota: cuando el nuevo rey de España Felipe VI fue al Europarlamento, todos los líderes de grupos de izquierda españoles se negaron a reunirse con él. Pero Iglesias fue a verlo, y lo recibió con un regalo: el box set DVD de “Game of Thrones” (Juego de Tronos). El líder de Podemos dijo que era un “gesto revolucionario”. Como pueden ver, Iglesias es un posmoderno, además de reformista.

No confía en la movilización social, o en la movilización de la clase obrera, y es contrario a una perspectiva revolucionaria. Cree que lo único que podemos hacer son cambios moderados dentro de las instituciones del Estado capitalista.

Se abrió un nuevo periodo en Podemos en las elecciones de mayo de 2015. Podemos se presentó a elecciones como parte de grandes coaliciones, con otras fuerzas de izquierda como Izquierda Unida, y está ahora en el gobierno de algunas ciudades importantes. En Madrid, con “Ahora Madrid”, en Barcelona con “Guanyem Barcelona” (Ganemos Barcelona). También forman parte de coaliciones en Cadiz y Zaragoza.
Pero no tienen mayoría para formar gobierno, por eso necesitan el apoyo del PSOE (el equivalente al PASOK de Grecia). Para devolver el favor, Podemos ayudó a los socialistas a obtener la mayoría para “formar gobierno” en varias comunidades autónomas. Debemos recordar que el PSOE es un partido burgués socialdemócrata que ha aplicado las reformas de la Troika durante los últimos años.

Ahora Podemos enfrenta la dura prueba del poder. Solo una semana después de las elecciones, abandonaron el punto más importante de su programa. Son, como decimos, un “reformismo sin reformas”, tienen una estrategia de colaboración de clases.

La creación de Podemos no hubiera sido posible sin la ayuda de Izquierda Anticapitalista, como ustedes saben, la sección española del Secretariado Unificado, que es parte de la mayoría del SU. Pero esto “favor” fue respondido por Iglesias con el pedido de que Izquierda Anticapitalista se disuelva en Podemos. Lo aceptaron. Y como resultado, la dirección de Izquierda Anticapitalista expulsó a su grupo en Andalucía por oponerse a esta política.

Este ejemplo muestra que la táctica de construir “partidos amplios” termina en la liquidación de esas organizaciones. Los verdaderos ganadores son los reformistas.
Desde nuestro punto de vista, no debemos tener ninguna ilusión acerca de la posibilidad de “reformar” Podemos o “volver” al “Podemos democrático”.
Creemos que es necesario desarrollar la movilización de las masas y la lucha de clases, y reagrupar a las fuerzas revolucionarias para construir una alternativa de clase con una estrategia anticapitalista y revolucionaria.

Como grupo, Clase contra Clase, no entró a Podemos, pero en Madrid, donde tenemos algunos militantes, hicimos una experiencia con activistas y trabajadores del Circulo de trabajadores de Podemos. Hace un mes, tuvimos una reunión en Madrid con decenas de sectores críticos en Podemos, miembros de “Andalucía desde Abajo”, IZAR (Izquierda Anticapitalista y Revolucionaria). Comenzamos a discutir cómo dar la pelea juntos, dentro y fuera de Podemos, para construir una perspectiva revolucionaria.

En los últimos dos años, vimos importantes huelgas, como en Coca-Cola o en Panrico, y en la empresa de telefonía celular Movistar. A pesar de que somos un pequeño grupo, hicimos un gran esfuerzo militantes para intervenir en esas huelgas, discutiendo con los trabajadores, ayudándolos con el fondo de huelga y participando en sus piquetes.

Para nosotros, construir un grupo revolucionario significa poner todos nuestros esfuerzos al servicio de desarrollar nuestras ideas entre la clase trabajadora, los jóvenes, la mayoría de ellos en trabajos precarios.

Las fuerzas revolucionarias en el Estado español tienen un gran desafío, que es solidarizarse con los trabajadores y la juventud de Grecia. Como hicimos con la campaña de solidaridad contra la represión a sus compañeros arrestados el 15 de julio.

Grecia y España son laboratorios de un nuevo reformismo. Por esa razón es importante sacar conclusiones, que deberían servirnos para desarrollar discusiones más profundas entre nuestras organizaciones, para construir partidos revolucionarios y una internacional revolucionaria.

Para terminar, quería invitarlos a visiten nuestro sitio en inglés Left Voice, y nuestro diario en español, La Izquierda Diario.

Publicado por Josefina Martinez

Josefina Martínez | @josefinamar14 :: Madrid

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