Desde hace varias semanas, los medios de difusión atosigan con la presencia del “pequeño Nicolás”. Una especie de “Zelig” que aparece en todas las fotos con los poderosos con altos cargos del PP: como Mariano Rajoy o José María Aznar, o con importantes empresarios como el jefe de la patronal de Madrid. El pequeño Nicolás, ahora caído en desgracia, se dedicaba a un viejo oficio, el de “conseguidor” (o facilitador).Un ejemplo de la decadencia y corrupción del capitalismo español.
Este joven que se codea (o codeaba) con la jerarquía del PP y de importantes instituciones del Estado, se dedicaba a “resolver las necesidades” de empresarios usando los medios que brinda la Administración Pública.
Todos los poderes públicos pusieron el grito en el cielo. No podían entender que se “haya colado” por sus entresijos un joven de tan solo 20 años y, peor aún, sin disponer de apellidos importantes.
Sin embargo, el caso del Pequeño Nicolás no es una excepción. El poder público en un Estado burgués está plagado de “conseguidores”. Al fin y al cabo, la burguesía mete mano en las arcas “públicas” tantas veces como lo necesite. Es su naturaleza. La administración pública, en realidad, es la administración de los impuestos que pagamos los trabajadores según los intereses de los grandes empresarios. De otra manera no se entendería que las instituciones y las leyes siempre favorecen a los grandes empresarios.
Los otros conseguidores
Para ser justos habría que hablar de los otros conseguidores, los que mueven millones y millones de euros. En primer lugar, aquellos que han caído en desgracia. Por ejemplo, Uñaki de Urdangarín. Éste otro conseguidor, aprovechando su posición en la familia real se dedicó a visitar empresarios y funcionarios públicos para autofinanciarse y potenciar determinadas empresas.
Uno que no tiene tanto glamour, pero que sí movió mucho dinero, fue Bárcenas. El ex tesorero del PP, se encargó de recaudar dinero de la banca y las grandes constructoras para financiar el PP y para que estas empresas “que quieren el país” consigan realizar sus negocios con el exorbitado pelotazo urbanístico.
Y no nos olvidemos del hijo mayor de Jordi Pujol, ex president de la Generalitat catalana. Jordi Pujol i Ferrusola se hacía llamar así mismo como “dinamizador económico”. Se encargaba de “pasar información” según sus propias palabras. Este prohombre se hizo con unos 8,5 millones de euros al “ayudar” a 17 empresas contratistas de la Generalitat.
Los grandes conseguidores
Las grandes empresas españolas que compiten con las multinacionales de Alemania o Francia, utilizan para sobrevivir, en el marco de una fuerte competencia por los mercados, el saqueo de las arcas de las administraciones. Los sectores económicos más importantes donde “triunfan” las empresas españolas, son aquellos que están apoyados directamente por el Estado. Grandes constructoras y la banca que los financia vinculada a las contrataciones. O las ayudas a empresas de energía, telecomunicaciones, etc., o por ser monopolios.
Durante todo el período de privatizaciones de las empresas públicas realizadas en los ’90, los conseguidores trabajaron a toda máquina. Estos fueron premiados por sus “gestiones” en aquellos años y posteriormente, al acabar sus funciones públicas, fueron nuevamente premiados con cargos pagados millonariamente en los consejos de las “nuevas” empresas privadas.
Los reyes de los conseguidores han sido quienes dirigieron las privatizaciones en los ‘80 y los 90. Felipe González con más de 15.000 millones y Aznar con unos 30.000 millones de euros en empresas privatizadas (es decir, regaladas al capital privado).
Aznar es asesor externo de la eléctrica Endesa, así como de la empresa minera canadiense Barrick Gold, y pertenece al Consejo de administración de News Corporation, el grupo de comunicación de Ruper Murdoch. Por su parte, Felipe González es miembro del Consejo de Administración de Gas Natural.
Entre los ministros de Aznar con puestos en la empresa privada figuran también Eduardo Zaplana (Telefónica), Ángel Acebes (Iberdrola), Josep Piqué (Vueling) y Rafael Arias Salgado (Carrefour).
De los ministros que ha tenido José Luis Rodríguez Zapatero a lo largo de sus años al frente del Gobierno, el que fuera su vicepresidente económico, Pedro Solbes, es miembro del consejo de administración de la compañía de Enel (matriz de Endesa), y la también ex vicepresidenta Elena Salgado es asesora de la filial chilena de Endesa.
La larga lista de exministros que desempeñan en la actualidad cargos en empresas privadas incluye a los socialistas Javier Solana (Acciona), Miguel Boyer (Red Eléctrica), Josep Borrell (Abengoa), Jordi Sevilla (Price Waterhouse) y Luis Carlos Croissier (Repsol), y a los populares Pío Cabanillas (Acciona), Isabel Tocino (Banco Santander) y Juan Costa (Ernst&Young).
Estos son los grandes “conseguidores” que deberían ser investigados por los graves perjuicios que han generado a los trabajadores y el pueblo y a los bienes naturales de todo el Estado. El Pequeño Nicolás sólo es un joven aprendiz de conseguidor, ahora caído en desgracia porque fue más ambicioso de lo que su posición social le permitía.