Este 30 de marzo se ha vivido otra negra jornada por un motivo tristemente habitual: el feminicidio. Dos mujeres más asesinadas por violencia machista.

Este lunes la Guardia Civil encontró los cadáveres de un hombre y una mujer en una vivienda en Alhaurín de la Torre, Málaga. Las primeras hipótesis de la investigación señalan que presuntamente tras asfixiar a la joven de 28 años, su pareja se ahorcó.

La otra víctima falleció en el hospital Arnau de Vilanova, Lérida, tras ser disparada en plena calle por su marido, quien tras esto presuntamente intentó suicidarse.

El feminicidio representa el último eslabón de un continuo de violencias, desde la verbal a la física, pasando por la humillación, la anulación de la mujer, la desvalorización de los cuerpos que no encajan en los cánones de belleza, el acoso o la violencia sexual. Cuando cualesquiera de estas violencias acaba en muerte, nos encontramos ante un feminicidio.

Las relaciones desiguales entre sexos, así como la estructura de poder que se deriva de éstas, y el control que ejercen los hombres sobre las mujeres llevan a considerar como propiedad a la mujer, lo que a su vez desencadena esta vorágine de violencias.

Este tipo de violencia sistémica es una muestra más de la íntima relación entre capitalismo y patriarcado, alianza que somete y condena a miles de mujeres en todo el mundo.

En estos momentos, 2015 cuenta en el Estado español con 19 víctimas de feminicidio. 2014 cerró con 102 mujeres asesinadas. También en 2014 se registró una media de 347 denuncias al día, cifra que aumenta en cinco la media de 2013.

El problema de las estadísticas

Que con las estadísticas no se reflejaban todos los casos de violencia de género, era algo que ya sabíamos. Ahora gracias al estudio de feminicidio.net se corrobora. El informe refleja cómo tras una exhaustiva investigación, en el caso de Cataluña, “se registraron 98 feminicidios y otros 12 asesinatos de mujeres, lo que da un total de 110 caso entre 2010 y 2014. Solo 51 de los casos forman parte de las cifras oficiales debido a que la Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género solo reconoce los asesinatos de mujeres en el marco de la pareja”. 64 de los casos se clasifican como feminicidio íntimo –cometido por un hombre con el que la víctima tenía o había tenido una relación o vínculo íntimo–, de los cuales 15 mujeres habían presentado denuncias por violencia de género, y tan solo nueve obtuvieron protección.

Sobra decir que un gran número de mujeres víctimas de violencia de género nunca llegan a denunciar a sus agresores y, por lo tanto, no son consideradas en las estadísticas oficiales, ni incluso en las no oficiales.

En este sentido, un estudio realizado por el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) señala que un 67,8 % de las víctimas de violencia de género nunca lo denuncia.

Es necesario exigir hogares transitorios para las mujeres víctimas de violencia, así como para sus hijos e hijas. Que estos hogares estén garantizados por el Estado pero sean controlados por las propias víctimas, las organizaciones de mujeres y las trabajadoras. Que cuenten con asistencia profesional y sin presencia policial ni judicial.

Por eso planteamos que se levanten en los centros de trabajo y en los sindicatos comisiones de mujeres, independientes de las patronales. Que esas comisiones se ocupen de los casos de acoso sexual o laboral, la discriminación hacia las mujeres, y exijan licencias remuneradas para las trabajadoras que atraviesan una situación de violencia de género.

Publicado por Veronica Landa

Verónica Landa | @lierolaliero :: Barcelona

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