Después de la última tragedia migratoria, la UE ha presentado esta semana un plan dual para abordar la crisis migratoria: mano dura con la inmigración ilegal y el reparto de los refugiados que consigan asilo, distribuidos entre los países de la Unión mediante un plan de “cuotas” y “cupos”.

Esta semana se terminó de perfilar el plan de la UE, para dar una respuesta a la crisis migratoria que se ha agravado en los últimos meses.

Primero vino el anuncio de una operación militar en el Mediterráneo para bombardear o destruir las naves y redes de traficantes, para lo cual se solicitó el apoyo de la ONU. Una política para fortalecer los controles fronterizos y tratar de impedir que miles de inmigrantes crucen el mar hacia Europa. Poniendo a los traficantes de personas en la mira, se busca bloquear la oleada migratoria hacia el continente.

En segundo lugar, la propuesta busca imponer una distribución de los refugiados de terceros países entre los diferentes Estados de la Unión, de acuerdo a criterios como el PBI, la población y la tasa de desempleo. Este plan, presentado como una actitud “solidaria” para “compartir responsabilidades” entre todos los integrantes de la UE, responde en realidad al interés de los países del norte de Europa, que actualmente son los que más refugiados reciben.

El plan de reparto de los refugiados ha despertado tensiones en la UE. El gobierno conservador de Reino Unido ya expresó su rechazo. Cameron ganó las elecciones esta semana prometiendo bajar la cantidad de inmigración en su país, presionado por las tendencias xenófobas que expresan partidos como UKIP.

Reino Unido, Irlanda y Dinamarca podrán mantenerse fuera del plan, ya que están exentos por los tratados en cuestiones relativas a inmigración.

La otra medida “estrella” del plan europeo es aumentar en 20.000 la cantidad de personas a las que se les otorgará el asilo, en un plazo de dos años. Pero esta es una cifra irrisoria, si se tiene en cuenta la cantidad de solicitudes anuales a países de la Unión Europea y la cantidad de rechazos por parte de esos países.

En el 2014, la UE recibió 626.065 solicitudes de asilo, de las cuales respondió positivamente solo en 184.665 casos. La mayoría de las demandas de asilo se concentró en cinco países: Alemania, Suecia, Francia, Reino Unido e Italia. Alemania otorgó asilo a 47.555 personas, Suecia a 33.025, Francia a 20.640, Italia a 20.630 y Reino Unido a 14.065. De acuerdo con datos de Eurostat, la cantidad de solicitudes de asilo aumentó en 2014, en más de 195.000 personas respecto al año anterior, creciendo las solicitudes de personas provenientes de Siria, Eritrea, Kosovo, Afganistán y Ucrania.

España “protestó” ante el plan de la UE, alegando, en boca del ministro Margallo que “España soporta un peso proporcionalmente muy superior al de otros países” en esta cuestión. Los datos lo desmienten. España recibió el 0,9% del total de solicitudes de asilo en 2014, tan solo 5.615 frente a 625.920, según Eurostat.

La situación de los refugiados en el mundo muestra que los países más ricos no acogen a la mayor cantidad de refugiados, sino que éstos se concentran en otros países en crisis o en conflicto.

Turquia es el país que más refugiados sirios acoge, aproximadamente 1.700.000, mientras que Líbano recibe a 1.200.000 de refugiados sirios y Pakistán alberga a 1.600.000 de refugiados afganos.

Según datos de la agencia ACNUR, 219.000 personas cruzaron el Mediterráneo en 2014 en embarcaciones de traficantes y 3.500 perdieron la vida. La mitad de esas personas eran refugiadas que huían de la guerra y la persecución. En lo que va del 2015 unas 62.500 personas cruzaron el mar y por lo menos 1.800 han fallecido.

Tan solo en el primer trimestre del año pasado, unas 5.500.000 personas fueron forzadas a desplazarse de sus lugares de origen, debido a guerras o conflictos, como consta en otro informe de ACNUR.

De esos 5.500.000 de nuevos desplazados, 1.400.000 cruzaron fronteras internacionales convirtiéndose en refugiados, mientras que el resto permanecieron en sus países (desplazados internos). En mayo de 2015 se ha alcanzado una cifra récord de 38 millones de personas desplazadas dentro de su propio país por los conflictos o la violencia. Esta cifra es equivalente a la suma de las poblaciones de Londres, Nueva York y Beijing.

El “cupo” de 20.000 refugiados que serán recibidos en dos años en la Unión Europea, para los que no han salido de sus países y solicitan asilo, tiene como contraparte una política de deportaciones más dura para los inmigrantes sin papeles que logran entrar a Europa por vías ilegales, que son la mayoría.

Deportaciones, centros de detención, precariedad, represión policial, es el destino de miles de inmigrantes en Europa.

Publicado por Josefina Martinez

Josefina Martínez | @josefinamar14 :: Madrid

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