Mientras la policía de Hungría reprimía con gas pimienta a los refugiados en la frontera con Servia, Francia se hace eco de las políticas de Alemania, anunciando la militarización de sus fronteras.
Las imágenes de este miércoles de la Policía húngara utilizando gas pimienta y un cañón de agua contra los refugiados que trataban de cruzar la frontera desde Serbia, recorrieron el mundo.
Mientras más de 2.000 refugiados exigían que se les permita la entrada en suelo húngaro, cientos de refugiados intentaron romper los cordones policiales y derrumbar las vallas, hasta que las fuerzas de seguridad tiraron con gases y un cañón de agua; lo que acabó con más de 150 refugiados heridos.
Además de movilizar a la Policía y al Ejército contra hombres, mujeres y niños, el gobierno de Hungría cerró su frontera con Serbia mediante una doble valla. Paralelamente ha entrado en vigor una ley que penaliza con entre uno y cinco años de cárcel la entrada ilegal en el país. Esta semana ya se han tomado medidas contra 519 refugiados, abriendo procedimientos penales en 91 casos.
Mientras en Hungría podemos ver las imágenes más atroces contra los refugiados, Francia o Alemania no se quedan atrás en aplicar políticas de militarización de sus fronteras y medidas migratorias cada vez más restrictivas, para «resolver» de este modo la «crisis migratoria».
Francia y Alemania militarizan aún más las fronteras
El primer ministro francés, Manuel Valls, anunció este miércoles en un debate en la Asamblea Nacional sobre la crisis migratoria, que su país «no dudará» en volver a establecer controles en sus fronteras «en los próximos días o en las próximas semanas», como ya lo ha hecho con Italia.
A la vez planteó que «una solución global» europea pasa por «un control de las fronteras exteriores de la UE», mediante el reforzamiento de Frontex y una estandarización de las políticas de asilo, pero también «con una política activa de retorno de quienes no son elegibles para el asilo».
Mientras en Hungría reprimían brutalmente a inmigrantes y refugiados, Valls proponía reforzar la agencia de control de fronteras de la UE, FRONTEX. Una agencia creada especialmente para llevar a cabo «rápidas» intervenciones policiales, aéreas y navales, con un importante equipamiento de material militar pesado, aviones y helicópteros de combate y buques de vigilancia marítima.
Asimismo, pronosticó que Francia expulsará a 16.000 inmigrantes clandestinos, tras los 15.000 de 2014, cuando se había producido un incremento del 40 % respecto al ejercicio precedente.
De este modo, Francia se hace eco de las políticas de Alemania, que desde esta semana volvió a imponer duros controles en sus fronteras. Este lunes el ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, anunció el restablecimiento inmediato de los controles fronterizos comenzando con Austria, por motivos de «seguridad» y aplicó más medidas restrictivas para los refugiados.
A su vez, este miércoles, el Consejo de Ministros del Gobierno alemán decidió participar con hasta 950 soldados en la «nueva fase» de la misión militar europea en el Mediterráneo, con el objetivo de detener y confiscar en alta mar a los «barcos de las mafias que trafican con inmigrantes».
Por otro lado, Croacia y Eslovenia se han convertido en una ruta alternativa para los refugiados, entrando más de 550 desde la frontera entre Serbia y Macedonia, por donde siguen afluyendo personas que han pasado antes por Grecia y Turquía.
El ministro del Interior croata, Ranko Ostojic, pronosticó la llegada de unos 4.000 refugiados en los próximos días, para continuar luego hacia Eslovenia, entrar luego en Austria por el sur y seguir camino, principalmente, hacia Alemania.
No obstante, la Comisión Europea (CE) considera «ilegal» este paso por Croacia y alegando a los dos países que, dejar pasar a los refugiados sin registrarlos y tomarles las huellas, contravendría la normativa europea que establece que el Estado miembro encargado de examinar una solicitud de asilo es aquel por el que primero entran a la Unión Europea los demandantes.
Mientras tanto, este jueves el Parlamento Europeo dará su apoyo al «plan de reparto» de 120.000 refugiados que propone la Comisión Europea, con un «voto de urgencia» propuesto al pleno por presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz.
El domingo pasado murieron en las costas de la isla griega 34 personas, quince de ellos bebés y menores, cuando su embarcación de madera naufragó. Este es el resultado mortal de una crisis migratoria sin precedentes que se agrava cada día más, a la que la política del imperialismo europeo responde mostrando sus aristas más reaccionarias, xenófobas y racistas aumentando la represión y creando verdaderas fortalezas militarizadas.