En la madrugada del miércoles la Guardia Civil dio un nuevo golpe a la red de apoyo a los presos de ETA, el cuarto ataque represivo contra el denominado “frente de cárceles” de los presos políticos vascos desde septiembre de 2013.
El ministro de interior español retoma su ofensiva represiva con las políticas de dispersión que se aplican a los presos políticos vascos tras la detención de cuatro personas, esta vez acusadas de actuar como un aparato dedicado a mantener la cohesión de los reclusos y su adhesión a las consignas de la banda terrorista.
Los efectivos de la Jefatura de Información del instituto armado llevaron a cabo una operación policial que venía actuando en el País Vasco y Navarra. También continúan los registros en las localidades de San Sebastián, Pamplona, Santa Cruz de Campezo y Salvatierra.
Según la Guardia Civil, los detenidos formaban parte de la estructura conocida como Núcleo de Coordinación (Koordinazioa Gunea-KG), el nuevo órgano de control de los presos de ETA en el que, según las investigaciones policiales y el Ministerio del Interior, «se definía la estrategia que debía ser seguida por las diversas organizaciones pertenecientes al ‘frente de cárceles’ de la organización terrorista desde donde se trasladaban las líneas de acción a seguir para mantener la unidad de acción del citado frente».
Por su parte, el portavoz del Ejecutivo vasco, Josu Erkoreka, declaró públicamente en un comunicado que la redada “corresponde con un tiempo pasado y provoca un tensionamiento innecesario en la sociedad vasca”, criticando así al Ejecutivo central del PP.
Por otro lado, la parlamentaria de EH Bildu, Marian Beitialarrangoitia, en rueda de prensa denunció que la política del Gobierno central hacia los presos de ETA está basada en la «venganza», en la «violación» de los derechos humanos. También aseguró que esta operación policial actúa para «criminalizar la solidaridad con los presos» y «acallar» la labor de los detenidos en la defensa de los derechos de los reclusos de ETA.
Desde septiembre de 2013, esta sería la cuarta operación que la Guardia Civil lleva a cabo contra distintas estructuras que conforman el llamado «frente de cárceles” de ETA.
En enero de 2014, la «Operación Jaque» llevó a la cárcel a 8 personas entre ellas, los abogados Arantxa Zulueta y Joan Enparantza. Un año después, en enero de 2015, la llamada «Operación Mate» en Gipuzkoa, Bizkaia, Navarra y Madrid, con la detención de doce letrados del colectivo de abogados, entre los que se encuentran los que lucharon por acabar con la doctrina Parot en Estrasburgo.
Ambas operaciones provocaron la reacción en las calles con masivas manifestaciones como la del 17 de enero de este año en San Sebastián contra la Operación Mate, o la de del 10 de enero en las calles de Bilbao para protestar contra la política penitenciaria y el final de la dispersión de los presos políticos vascos.
Por otro lado, cuatro tesoreros de Herrira, organización de apoyo a los presos políticos vascos, tiene suspendidas sus actividades por decisión judicial desde septiembre de 2013. Continuando con el juego de palabras del ajedrez, la operación de este miércoles es denominada por la Guardia Civil, ‘Pastor’.
Con este nuevo golpe represivo de parte del Gobierno del PP, ya son más de 40 las personas imputadas durante las diferentes operaciones contra el llamado «frente de cárceles».