Este jueves en Madrid la policía ha desalojado el Patio Maravillas, centro social y cultural autogestionado. Horas después se volvió a ocupar un edificio en el barrio de Malasaña, después de un acto de apoyo.

El Patio es un referente cultural alternativo en Madrid. Un espacio que surge como necesidad de tener un espacio a disposición de colectivos y vecinos, un espacio autogestionado.

El desalojo se produjo a dos días de la más que probable investidura de la nueva alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, quién encabeza la lista de la candidatura ciudadana Ahora Madrid. Con ello el Partido Popular (PP) deja de gobernar en una de sus principales ciudades, Madrid, en la que ha ocupado la alcaldía ininterrumpidamente durante 24 años.

Podemos interpretar que era uno de los últimos deseos de la aún alcaldesa Ana Botella, ya que ha sido una de las batallas constantes por parte de la alcaldía madrileña; cerrar todos los espacios culturales que surgían por fuera del circuito institucional y por fuera del ámbito privado. Espacios en los que la creación y expresión de los vecinos quedaban fuera del control institucional y fuera del control directo del mercado.

A principios de este mismo año, la alcaldesa Ana Botella ya intentó desalojar el centro, lo cual no llegó a conseguir por la rápida respuesta de los vecinos del barrio, colectivos y grupos que han venido participando en el Patio desde hace años. Este intento no fue el único, pero ha sido el último, a pocos días de que el PP pierda su alcaldía, la ultima ‘pataleta’ de Ana antes de dejar el ayuntamiento.

Esta tarde, el patio ha vuelto a ocupar un espacio colectivo en el barrio de Malasaña, llamando a todos y todas a defenderlo.

El patio Maravillas lleva 7 años desarrollando actividades y se encuentra ubicado en la madrileña calle Pez desde hace 5, es uno de los referentes madrileños en el que se han desarrollado miles de actividades abiertas, apoyadas por gran cantidad de grupos sociales, colectivos, agrupaciones y grupos políticos.

Compañeras de la agrupación Pan y Rosas desarrollamos allí talleres de debate sobre marxismo y feminismo, al igual que cantidad de grupos y colectivos desarrollaban en el Patio actividades políticas, ideológicas, sociales y culturales.

El objetivo de la alcaldía era terminar con espacios que son centros políticos, espacios donde se desarrolla una cultura más libre, una contrainformación y donde se expresan colectivos, trabajadores y ciudadanos. Son centros donde las iniciativas políticas, sociales y culturales escapan al control político del Estado. Lugares donde habitualmente celebran sus asambleas plataformas ciudadanas, agrupaciones vecinales y trabajadores o colectivos.

Espacios abiertos a todos y todas que permiten un acceso a la cultura, al ocio, a la lectura y la educación en ciudades como en Madrid donde las actividades se miden en términos económicos y no son accesibles para muchos de los trabajadores y ciudadanos.

El Patio Maravillas o Tabacalera en Madrid; la Casa Invisible en Málaga; Can Vies en Barcelona son ejemplos de centros sociales ocupados y autogestionados (CSOA) que han sido objetivo de los planes de los distintos ayuntamientos.
Todos ellos han recibido un fuerte apoyo social cuando han intentado ser desalojados, lo que expresa la necesidad de la existencia de espacios como estos centros, que a falta de espacios realmente públicos y libres brindan un respiro en medio de la gran especulación y privatización de todo espacio urbano.

Publicado por Clara Mallo

Clase contra Clase | @ClaraMallo :: Madrid

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