La Audiencia Nacional española volvió a dar la razón este lunes a los trabajadores de Coca Cola Fuenlabrada contra la embotelladora española Coca-Cola Iberian Partners (CCIP). En un auto dictado el lunes considera «irregular» la readmisión de los trabajadores en centros de trabajo que suponen un cambio de residencia
Los trabajadores de Coca Cola Fuenlabrada (Madrid) vienen luchando sin tregua hace un año contra el intento de cerrar su fábrica. El Tribunal ya dictó dos fallos contra la empresa, pero esta se niega a cumplirlos.
El nuevo auto de la Audiencia Nacional española, estima parcialmente las denuncias de los sindicatos CCOO y UGT, considerando “irregular” que la empresa pretenda readmitir a 308 despedidos –en su amplia mayoría de la planta de Fuenlabrada (Madrid)- en fábricas distintas a aquéllas en las que trabajaban antes del Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
El Tribunal considera que la embotelladora española de Coca Cola no cumplió “completamente” con la obligación que le impuso la Sala en un dictamen anterior, es decir, “reincorporar a los trabajadores en el mismo puesto de trabajo y con las mismas condiciones” que estos tenían antes de su despido.
Según los representantes de Coca-Cola, ese reingreso había “devenido imposible” porque ya había procedido al cierre de las fábricas de Fuenlabrada, Colloto (Asturias), Alicante y Palma de Mallorca. Sin embargo, la Audiencia Nacional recuerda a la empresa que según el Código Civil esta no tiene derecho a no cumplir la obligación impuesta por la ley, “aun cuando el cumplimiento haya devenido imposible”.
En concreto, el auto, exime a los trabajadores de ir a trabajar hasta que el Tribunal Supremo resuelva definitivamente el conflicto y exige a la empresa que les dé de alta en la Seguridad Social y les pague los salarios, que hasta ahora la empresa se ha negado a pagar.
La resolución judicial no afecta a otros 41 trabajadores a los que CCIP readmitió en el mismo centro y condiciones que tenían antes de su despido.
Coca-Cola ya ha anunció que les pagará el salario a estos trabajadores, a la espera de la resolución del Tribunal Supremo, aunque reitera que en “ningún caso” el auto de la Audiencia Nacional se pronuncia sobre la reapertura de los centros cerrados, informó la agencia Europa Press.
Al respecto, el auto del Tribunal recuerda también a la embotelladora que si decide mantener el cierre de cuatro de sus fábricas en el Estado español, “deberá asumir las consecuencias en ejecución provisional”
Prepotencia patronal y represión contra los trabajadores
El 31 de enero de 2013, las trabajadoras y trabajadores de la planta de Coca Cola Fuenlabrada iniciaron la huelga indefinida y un plan de manifestaciones (casi diarias) que se ha mantenido sin pausa hasta la fecha. Al mismo tiempo que se montó un campamento frente a la fábrica, las trabajadoras y trabajadores se propusieron desde el inicio “sacar afuera el conflicto”, buscar la solidaridad de otros sectores y desarrollar el boicot a todos los productos de Coca Cola, un eje de privilegiado por los trabajadores en estos doce largos meses.
Fruto de este lucha sin cuartel, los trabajadores lograron que la justicia declarara nulo el plan de despidos. El 13 de junio pasado, la Audiencia Nacional española dictaminó la anulación del ERE presentado por la embotelladora Coca Cola Iberian Partners, por el cual pretendía despedir a 1190 trabajadores y cerrar cuatro plantas. Mediante al ejecución de este recurso, fueron despedidos 821 trabajadores. La sentencia del Tribunal, aunque fue recurrida por la empresa, le imponía la readmisión de todos los trabajadores despedidos en sus puestos de trabajo.
Una nueva resolución de la Audiencia Nacional, el 21 de noviembre, instaba a la empresa a acatar la ejecución de la sentencia, readmitiendo a todos los trabajadores de Fuenlabrada despedidos “en sus puestos de trabajo”, así como el pago de los salarios adeudados. La empresa sin embargo, no ha acatado ninguna de las resoluciones.
Desde entonces, los trabajadores y su comité de empresa vienen denunciando los intentos de desmantelar la fábrica de Fuenlabrada, en una nueva muestra de prepotencia y continua violación de la empresa a las sentencias judiciales.
El último intento por parte de la patronal fue el pasado 15 de enero, cuando en horas de la mañana los trabajadores fueron sorprendidos por el despliegue de un enorme operativo policial, enviado por la delegación del gobierno de Madrid, para permitir el ingreso dentro de la planta de un grupo de técnicos que pretendían desmantelarla.
A pesar de la represión, los heridos y los detenidos, los trabajadores de Coca Cola Fuenlabrada, junto con organizaciones solidarias, resistieron una vez más el intento de la empresa de desmantelar la planta.
Los “espartanos” de Coca Cola, como los bautizaron por ser 300, se opusieron tenazmente desde hace un año al cierre de la fábrica, y desde entonces vienen resistiendo valientemente el ataque patronal mediante la huelga, el boicot y movilizaciones permanentes.