Tras días de silencio Podemos sale en apoyo del memorándum de Tsipras y se muestra partidario de que se vote a favor en el Parlamento español. Definitivamente el partido de Iglesias se muestra como la negación de las principales demandas del 15M y da la espalda a las luchas del pueblo griego.

Finalmente el avestruz sacó la cabeza del hoyo. Cuando el lunes pasado el gobierno griego firmaba el acuerdo con el Eurogrupo la dirección de Podemos optó por hacer lo mismo que esta enorme ave cuando siente el peligro. El nuevo memorándum no era otra cosa que una claudicación en toda regla. Unas condiciones draconianas, que superan la entrega de los dos anteriores aprobados por la “casta” helena. Además el actual acuerdo se firmaba a una semana del referéndum que con el 62% del NO dejaba claro que una inmensa mayoría del pueblo griego -en especial los sectores obreros y populares- rechazaban con contundencia la política de ajuste, a pesar de la semana de terror y chantaje vivida.

Como escribí hace dos días el “efecto Syriza” se había convertido en una terrible resaca para Iglesias y su equipo. La “unidad de destino” que signaron en enero tras la consigna “Syriza, Podemos, venceremos”, compromete el proyecto del nuevo reformismo en el Estado español. Su propuesta de un gobierno patriota, que no sea lacayo de la Troika y gobierne “para la gente” se muestra totalmente impotente. La conquista de las instituciones con un programa de reformas y una estrategia de diálogo y negociación con los grandes capitalistas y sus gobiernos, se desnuda como una utopía reformista que desarma a los trabajadores y sectores populares para poder enfrentarles.

Pero el silencio no podía ser eterno. En algún momento debía romperse y se hizo ayer. Con motivo de la presentación de la Universidad de Verano de Podemos su secretario político, Iñigo Errejón, salió a defender el memorándum de Tsipras como “la mejor solución alcanzable”.

Una gran muestra de apoyo a Syriza en el momento en el que ésta se reconcilia con “los de arriba” y es cuestionada por “los de abajo”. Estas declaraciones se hacen el día después de que Tsipras viviera la primera huelga general del sector público contra su memorándum. Una protesta que culminó con la manifestación en la plaza Syntagma mientras el Parlamento lo aprobaba con el apoyo del Pasok, Nueva Democracia, To Potami, ANEL y la mayor parte de los diputados de Syriza.

El “gobierno del cambio” griego mostró que no sólo es continuista en la política de entrega nacional sino también en cómo enfrentar la protesta social. La policía acabó cargando y realizando más de 50 detenciones. Algo que era de esperar si atendemos a que si en algo no ha querido remover el avispero Tsipras ha sido en los grandes temas concernientes al aparato represivo estatal. Ni el Ejército ni la Policía han “sufrido” cuestionamiento alguno. Tampoco se ha tomado ninguna medida de amnistía para los presos políticos que nutren las cárceles helenas. Mucho menos se ha cambiado un ápice de la racista política migratoria.

Pero el apoyo de Errejón va más allá de Syriza. Aunque en sus declaraciones dejaba claro que en su opinión el acuerdo era fruto de “la intransigencia de los líderes europeos”, su voluntad de debilitar al gobierno griego y mostrar que no hay alternativa, consideró que el Parlamento español debía votar a favor de este nuevo Tratado de Versalles Ante la pregunta de los periodistas de ¿Qué votaría Podemos si tuviera diputados? Errejón respondió muy seguro «Nosotros apoyaríamos lo que apoye el Parlamento griego y seríamos respetuosos con lo que apoyaran ellos». Con ello, Podemos se ubica nada más y nada menos que al lado de la política “de Estado” que el PP y el PSOE llevan defendiendo contra Grecia en las últimas semanas. Como Sánchez o Rajoy, Errejón pide el voto en las Cortes a esta camisa de fuerza contra el pueblo griego.

Pablo Iglesias también manifestó su apoyo a Tsipras en un tweet que ha encendido el debate y las críticas hacia esta línea de Podemos. En su intervención en la presentación de la Universidad de Verano no faltaron las referencias al 15M como la apertura de una crisis del régimen y la emergencia de ámplios sectores sociales que “decían: queremos democracia y señalaban como enemigo a las élites económicas y políticas”. Según Iglesias ellos supieron leer la situación y plantear un proyecto político exitoso. Esto último está por verse. Las últimas encuestas muestran que todo el giro a la moderación de Podemos está haciendo que sus expectativas de voto pinchen casi tan rápido como subieron. Pero más allá de eso, lo que cabe preguntarse es si Podemos está expresando o negando algunas de las denuncias y reivindicaciones que se empezaron a plantear en las plazas hace ya cuatro años.

Tomemos simplemente dos de ellas, las más sentidas y extendidas. Las manifestaciones del 15 de mayo de 2011 se convocaron bajo un lema sencillo “no somos mercancías en manos de políticos y banqueros”. Un claro rechazo al “no hay alternativa” que han querido imponer los líderes europeos, y al que la claudicación de Syriza viene a darle la razón. Los miles de jóvenes y trabajadores que salieron a la calle en 2011 lo hacían cabreados con tres largos años de crisis en los que el gobierno Zapatero, con la venia del PP, había aprobado todas las medidas demandadas por la gran banca, la patronal y la UE. El lema que complementaba al primero era el de “lo llaman democracia y no lo es”. Se gobierna para los grandes capitalistas, ellos imponen su dictadura todos los días mientras que el pueblo sólo vota cada cuatro años a unos representantes que terminan siempre doblegándose a lo que les demandan. Este fue y sigue el siendo el sentimiento que está detrás de la gran crisis de representación del Régimen del 78.

Lo que el apoyo al memorándum griego está dejando al desnudo es que los dirigentes de Podemos están dispuestos a tomar estas aspiraciones, pero como un simple discurso y no para intentar poner en pié un proyecto político que les diera una respuesta. Si el memorándum es “la mejor solución alcanzable” se está diciendo que hay que seguir resignándose a comulgar con las ruedas de molino de los acreedores y sus representantes. El pueblo griego no tiene más alternativa, dada “la intransigencia de los líderes europeos”, que aceptar la subida del IVA, la bajada de las pensiones, una reforma laboral y privatizaciones por valor de 50.000 millones. Con esta misma lógica, si los acreedores, inversores u otros “poderes reales” se ponen intransigentes, un posible gobierno Podemos no encontrará una “mejor solución alcanzable” a la crisis social actual que las recetas que éstos quieran proponer y que venimos sufriendo desde hace más de un lustro.

De hecho Iglesias ya avanzó que seguramente haya que seguir rebajando el programa de un posible “gobierno del cambio”. En su opinión “Grecia ha revelado los límites institucionales de la posibilidad de gobernar. Los griegos han votado épicamente. Lo que nosotros planteamos es enormemente modesto: una reforma fiscal para una redistribución mayor, doblar el brazo a la socialdemocracia para que cambie de bando y mayor protección social.” Le faltó añadir “si la intransigencia de los líderes europeos no nos lo impide claro”.

Por otra parte Errejón quiso dar legitimidad a lo que el 15M quiso quitársela. Me refiero a la aprobación de leyes, planes y medidas desde las instituciones representativas, aún teniendo en contra a la mayoría de la población. Esto es lo que hizo el gobierno de Zapatero en 2010 con su primer paquete de recortes. Así se reformó el artículo 135 de la Constitución por el PP y el PSOE en el verano de 2011. Y así ha estado gobernando el PP desde 2012 hasta ahora. Las Cortes españolas “democráticamente” han aprobado las leyes y presupuestos más anti-populares de la democracia. ¿Y qué acaba de pasar en Grecia? El Parlamento ha dicho SÍ a un memorándum aún más duro que el que había sido rechazado por el 62% de los griegos ¡solamente siete días antes!

El respeto a la decisión del parlamento griego es el respeto al tremendo fraude de Tsipras a ese 62% del NO. En los días previos a la votación Iglesias daba su apoyo a la decisión del gobierno griego de querer consultar al pueblo sobre el memorándum propuesto. Lo presentaban como una lección de democracia. Ahora que convierte el resultado en papel mojado la dirección de Podemos sigue considerando la votación del parlamento como algo legítimo y democrático ¿Esta es la regeneración democrática de Podemos? Ya algo adelantó la alcaldesa de Madrid cuando afirmó que el programa electoral no es más que una lista de sugerencias. Sin duda el “lo llaman democracia y no lo es” se puede seguir cantando en Syntagma hoy, y deberemos seguir cantándolo en Sol con un hipotético Iglesias presidente. No es de extrañar que el apoyo a este fraude haya sido uno de los ejes de crítica más abundante en el twitter de Pablo Iglesias.

En estos días, y en las semanas y meses siguientes, el pueblo griego va a vivir jornadas decisivas. La claudicación de Syriza es posible que pueda abrir una situación reaccionaria y que el fracaso del nuevo reformismo refuerce a la extrema derecha de Aurora Dorada. En dirección opuesta también se puede reabrir el camino de la movilización social para derrotar el tercer memorándum y que la experiencia hecha con el gobierno Syriza permita el surgimiento de una alternativa basada en la lucha de clases y que pelee para imponer un programa anticapitalista desde un gobierno de trabajadores. En este sentido la izquierda griega que se declara anticapitalista tiene un reto y una responsabilidad claves.

En este contexto el apoyo político al gobierno de Tsipras que le brindan los dirigentes de Podemos significa darle la espalda al pueblo griego y su lucha contra las políticas de ajuste. Hoy es más urgente e imprescindible que nunca que los trabajadores y sectores populares de Europa nos solidaricemos con nuestros hermanos griegos. Las organizaciones obreras, juveniles, los movimientos sociales y los grupos políticos que se reivindican anticapitalistas debemos poner en pie un fuerte movimiento de solidaridad con Grecia para rodear de apoyo las luchas que puedan darse en el país heleno. Para que los griegos puedan doblarle el brazo a la troika y los gobiernos lacayos, será necesario que los gobiernos europeos enfrenten también en su propia casa potentes luchas contra las políticas de ajuste y humillación nacional que se quieren imponer.

Publicado por Santiago Lupe

Santiago Lupe | @SantiagoLupeBCN :: Barcelona

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