El 21 de marzo es la fecha elegida en homenaje a los asesinados durante la masacre de Shaperville, cuando miles se manifestaban contra el régimen del Apartheid en el año 1960. Actualmente, es un día de lucha contra el racismo y la xenofobia en todo el mundo.

El 21 de marzo del 1960 en Sharpeville, Sudáfrica, la policía abrió fuego contra una manifestación de 20.000 personas que resistían al régimen racista del Apartheid, asesinando a 69 personas negras, entre ellas mujeres y niños, y otras 180 fueron heridas. El 30 de marzo del mismo año el gobierno declaró estado de emergencia y fueron detenidas 11.727 personas.

El régimen del Apartheid —segregación o separación— fue configurado por la burguesía blanca y el imperialismo para enfrentar a una clase trabajadora que empezaba a organizarse y que tuvo su máxima expresión en una huelga general de mineros en el año 1946.

Se conformó en 1948 bajo el gobierno del Partido Nacional, adoptando una política de segregación racial contra la mayoritaria población negra para perpetuar el dominio de una burguesía blanca, bajo una legislación que regulaba dónde podían vivir y trabajar las clases populares negras, imponiéndoles numerosísimas restricciones.

Se trataba de un Régimen reaccionario contra el surgimiento de una resistencia al régimen colonialista en Sudáfrica; resistencia que se extendió por todo el continente hacia las décadas del 50’ y 60’. En este contexto se realizó la famosa manifestación de Sharpeville.

Paradójicamente, esta fecha fue elegida por la ONU como Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, órgano dirigido por los imperialismos que perpetúan las relaciones de opresión y explotación hacia los países coloniales y semicoloniales en el mundo. Y que no dudan en implementar todo tipo de medidas racistas y represivas contra las personas inmigrantes, actualmente intensificadas tras los atentados de Charlie Hebdo.

Sin embargo, para las organizaciones que luchan contra el racismo y la xenofobia diariamente, la masacre de Sharpeville del 21 de marzo de 1960 se convirtió en un símbolo de las actuales víctimas del racismo y la xenofobia: las que mueren en las fronteras, las que sufren agresiones de grupos neo nazis, las perseguidas por las leyes de extranjería dictadas por los gobiernos imperialistas. Esas leyes que condena a miles de personas a vivir pendientes de unos papeles, a saltar las vallas de la muerte o acabar en un CIE (Centro de Internamiento para Extranjeros).

Publicado por Cynthia Lub

Cynthia Lub | @LubCynthia :: Barcelona

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