El gobierno de Syriza-Anel firmó nuevos acuerdos de cooperación con el ejército de Israel, cuando se cumple un año de las masacres de Israel en Gaza. La permanencia de Grecia en la OTAN y su política exterior, otra capitulación de Syriza.

Al día siguiente del referéndum del 5 de julio, el Ministro de asuntos exteriores nombrado por Syriza, Nikos Kotzias, se encontraba en Israel. En su reunión con Netanyahu, el ministro griego reafirmó la continuidad de la alianza privilegiada entre los dos países.

«Vivimos en un triángulo de desestabilización: a mano izquierda tenemos a Libia, a mano derecha Oriente Medio, Irak y Siria; tenemos que crear un marco de estabilidad y seguridad dentro de este triángulo», dijo Kotzias, después de su encuentro con Netanyahu.

«La relación entre Israel, Chipre y Grecia es muy importante. Tenemos un interés común en la estabilidad y seguridad. Tenemos otras diferencias en muchos otros problemas, pero nuestra creencia central es que tenemos un mismo interés: la seguridad, estabilidad y paz dentro de ese triángulo», agregó.

Los ministros hablaron sobre la posibilidad de crear un “corredor energético” entre Israel, Chipre y Grecia, con un gasoducto que conecte los tres países, otra puerta a los mercados europeos para Israel.

Hace tan solo unos días, el 19 de julio, fue el turno del Ministro de Defensa griego, Panos Kammenos, del partido nacionalista Anel, que estuvo de visita oficial en Israel. Kammenos dijo entonces que “el pueblo griego está muy cerca del pueblo de Israel”.

De acuerdo a la web en inglés del Ministerio de Defensa de Grecia, durante la reunión los ministros debatieron sobre cuestiones de seguridad marítima, recursos energéticos, cooperación en el área de la industria militar y transferencia de energía. También trataron otros asuntos de “interés común” como las cuestiones de seguridad en Medio Oriente y el Norte de África.

Los ministros firmaron además un acuerdo regulando la situación del personal militar que viaje o resida en el otro país mientras participan en ejercicios militares o de cooperación.

Un acuerdo de alta prioridad militar y de cooperación con el ejército de ocupación de Israel, firmado por el gobierno de Syriza-Anel cuando se cumple un año de las masacres de Israel en Gaza, donde murieron más de 2300 palestinos, entre ellos cientos de mujeres y niños.

La permanencia de Grecia en la OTAN

Tesalónica, Larissa, Preveza, Souda Bay. ¿Son localidades griegas? Sí, pero además son los lugares donde se sitúan cuatro bases de la OTAN en ese país.

La localización de Grecia, a las puertas de Medio Oriente y el norte de África, la convierte en una plaza estratégica para la OTAN, coalición militar imperialista a la que pertenece desde 1952.

Estos son elementos geopolíticos de gran importancia que explican, junto a las variables económicas, las presiones norteamericanas para evitar un “Grexit”. En un momento marcado por los conflictos en Siria y Libia, la emergencia del Estado Islámico y las tensiones crecientes con Rusia, cualquier cambio en los endebles equilibrios geopolíticos podría profundizar la crisis.

Durante los días en que Tsipras negociaba con el Eurogrupo el nuevo programa de reformas, desde la UE se sugirió un mayor recorte de los gastos militares, el tercero más alto de la OTAN en relación al PIB, después de Estados Unidos y Reino Unido.

El que se opuso fue nada menos que el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien dijo que «los gastos en Defensa no son la causa de los problemas de Grecia, los problemas son más complicados que el hecho de que Grecia haya aceptado mantener sus compromisos» de financiación de la OTAN. Stoltenberg destacó también el papel de Grecia para la OTAN en el sur de Europa.

Cuando Syriza formó gobierno con el partido Griegos Independientes (Anel), algunos en la izquierda europea quisieron minimizar esta decisión, sosteniendo que no tendría mayor trascendencia.

Sin embargo, esa alianza significó una enorme claudicación de Syriza en el terreno de la política militar y de defensa. Se colocaba al frente del conservador ejército griego a “uno de los suyos”, un nacionalista patriota como Kammenos, que mostró siempre un gran entusiasmo por las fuerzas armadas de Grecia.

La capitulación de Syriza frente a la Troika no se limita a la cuestión del nuevo “rescate” y las medidas de austeridad, sino que también se muestra en su política exterior, manteniendo la subordinación político-militar del país a las directivas de la OTAN.

El reclamo de salida de Grecia de la OTAN y el cierre de sus bases militares en Grecia ha sido un reclamo histórico de la izquierda y los movimientos sociales en Grecia. Al igual que el rechazo a las masacres del Estado de Israel y el pedido de ruptura de relaciones políticas y militares. Estos reclamos hoy deben enfrentar directamente a la política de Syriza en el gobierno.

Publicado por Josefina Martinez

Josefina Martínez | @josefinamar14 :: Madrid

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