Después de una intensa experiencia de lucha tras ocho meses de huelga, las y los trabajadores comienzan a reflexionar y sacar sus primeras conclusiones. La heroicidad que demostraron en la huelga es indiscutible, han dado todo de sí para poder triunfar y derrotar los planes de una patronal gigante, atravesando todos los obstáculos de la Generalitat y los dirigentes sindicales de CCOO y UGT. En estas entrevistas queremos reflejar las primeras conclusiones de algunos de los huelguistas más destacados de la lucha de Panrico.

Hemos luchado contra un gigante, hemos tenido todo en contra, los primeros los sindicatos que son los que firman estos EREs injustos, (Pilar)

Una de sus primeras reflexiones es sobre el rol que han tenido los sindicatos mayoritarios ante su gran traición como «enemigos internos» como ellos dicen. Pilar, una de las mujeres más aguerridas de la huelga y que ha estado en todos frentes de lucha: —No nos han quitado las ganas de seguir luchando. Estoy indignada! Pero bueno, hemos luchado contra un gigante, hemos tenido todo en contra, los primeros los sindicatos que son los que firman estos EREs injustos. Porque esta empresa estaba trabajando al cien por cien con 30 ó 40 contrataciones diarias. Entonces ellos firman el ERE y no les basta con firmar el ERE, firman una indemnización miserable! que no es ni legal! Y eso lo ha hecho el sindicato, los sindicatos! Luego, la Generalitat no ha hecho absolutamente nada. Teníamos esperanza en la justicia, tampoco! O sea que estábamos solos, estábamos luchando contra un gigante.

Antonio, uno de los trabajadores que motorizaron la huelga dando charlas y extendiendo la caja de resistencia: —Después de una huelga así, los trabajadores acaban viéndose muy solos, solamente tú y tus compañeros. Viendo cómo la burocracia sindical por un lado te va haciendo la puñeta y por el otro, el Gobierno y la patronal. Al final, viendo todas esas injusticias nos hizo aguantar más. Ver que la Generalitat es el perrito faldero de la patronal. Que la burocracia sindical da asco, hay gente muy mala allí, “primeramente piensan en ellos, después son ellos y luego siguen siendo ellos”, están allí para hacer carrera sindical y nos hacen mucho daño a los trabajadores que queremos defender nuestros derechos. Creo que esas personas deberían estar al servicio de los trabajadores para defendernos y no para hacer carrera sindical y sentarse en una poltrona engañando a miles de trabajadores, es una vergüenza. A nosotros, (…) la burocracia intentó desde el primer momento meternos a trabajar y después acabas entendiendo el porqué del objetivo de meternos a trabajar. Y es porque todo esto ya estaba pactado con la empresa y la Generalitat. Por lo tanto a ellos les urgía que no estuviésemos mucho más tiempo en huelga para que no descubriésemos más en profundidad la traición sindical.(…). Al final los hemos desenmascarado.

Molina, otro de los trabajadores más significados de la huelga—hoy despedido—, extendiendo la caja de resistencia con charlas y en contacto con otras empresas; también hacía tareas de difusión de la huelga en las redes y edición de videos:— Justamente hace unos días he estado en una charla en Madrid, junto a trabajadores de Coca Cola, en la que se hablaba de si existe o no la «casta sindical». Yo puedo afirmar que sí existe, lo he sufrido en mis carnes a lo que yo diría “burocracia sindical”, “casta sindical”. Ya que soy uno de los últimos 38 despedidos “a dedo” por la patronal de Panrico en complicidad con esta casta, que eligió despedir a los principales huelguistas, los más significados y combativos. Ahora es hora de reflexionar y sacar conclusiones de una lucha que es histórica y que aún debe continuar. Una de las primeras ha sido que uno de los obstáculos con los que nos enfrentamos desde el comienzo de la huelga ha sido la cúpula de CCOO que firmó un acuerdo a nivel estatal con la empresa en contra de la decisión mayoritaria de todos los trabajadores.

Luisi, una de las trabajadoras despedidas y una de las mujeres más significadas con las huelga, con activo rol en los piquetes, en la extensión de la caja de resistencia y en la coordinación con otras luchas:— Yo no siento que haya perdido absolutamente nada en la huelga, lo que me siento es traicionada, por los mismos representantes nuestros y hasta por la Generalitat; que desde el primer momento lo que han querido es vendernos. Y nuestros representantes mucho más, porque en lugar de habernos apoyando, nos han echado a un lado, como si fuéramos una peste; que no se nos escuchasen, que no se nos viesen y esa es la traición de ellos. Si nos hubiesen apoyado desde un principio como han estado haciendo otras organizaciones que estáis apoyándonos desde el primer momento, no hubiésemos acabado los ocho meses como hemos acabado. Primero que hubiese durado menos y se hubiese solucionado. Como años atrás cuando hacían las huelgas, porque ¿por qué las hacían? A ver que la peña no nos vamos de huelga porque queremos, que tiene muchas pérdidas estar en una huelga; ya no es sólo lo económico en cada caso, sino en todo lo que repercute psicológica y moralmente.

Hemos tenido que crear grupos de trabajo alternativos al comité para llevar a cabo la huelga (Molina)

Muchos de los trabajadores se plantearon incluso la revocación del comité de empresa y pelearon por renovar el Comité de Huelga. Fueron los equipos de trabajo de los huelguistas, organizados para cada una de las tareas que se votaban en las asambleas, los que dirigieron una huelga a la que los dirigentes sindicales ponían palos en la rueda durante los ocho meses.

Molina:— Vivimos muchas traiciones y chantajes de parte de estos dirigentes vendidos, muchas ya conocidas por todos. El propio comité de empresa, sus dirigentes principales, ha estado toda la huelga intentando frenarla y abandonando a los trabajadores que debía defender. Hemos tenido que crear grupos de trabajo alternativos al comité para llevar a cabo la huelga. Primero la caja de resistencia, de la que CCOO no colaboró ni un céntimo y se negó a nuestras iniciativas. También la extensión a otras fábricas. Y todo tipo de movilizaciones recayó sobre estos grupos de trabajo. Esto acabó en la renovación del COMITÉ DE HUELGA.

Guadalupe, trabajador hoy despedido. Uno de los más comprometidos con la huelga, con un importante rol en la organización de los piquetes, en la extensión de la Caja de resistencia y elegido miembro del comité de huelga cuando se tuvo que renovar y peleando hasta el final continuar la huelga:—No, mi sindicato no sabe negociar, ni utilizar la fuerza… no sabe… y yo me acuerdo que se lo decía muchas veces a Gines (Presidente del Comité de Empresa, de CCOO. N.d.E):” ¿Pero para qué cojones estoy parando camiones?” “Para qué cojones estamos… tenemos aquí dos camiones parados durante tres, dos semanas, tres semanas” “¿Para qué hemos tenido los almacenes parados?” “¿Qué has conseguido con eso?” “¡No has conseguido nada!” “utilízalo como arma arrojadiza y presiona con eso” “pero si tú no crees en lo que estoy haciendo…” que es lo que nos ha pasado con algún compañero. Y ahora me doy cuenta que la cantidad de noches que me he tirado parando camiones y parando almacenes o partiéndome la cara con vendedores pero no se le sacaba provecho. Porque no los utilizaban ellos. Es que las direcciones sindicales no creen en lo que estamos haciendo. No creen. Tenemos el boicot desde dentro. El boicot a la huelga lo teníamos desde dentro. Encima, cuando nos armamos nosotros e hicimos una ’guerra de guerrillas’ y tal… Nos dijeron: “No, no; por Dios. Aquí quietecitos, que mira que guapo tenemos el chiringuito” “ Aquí quietos. Aquí vamos a mantener esto” “Sí, caja de resistencia y lo que quieras, pero la lucha hay que dejarla a parte, que así no viene nadie a meterse con nosotros y encima mira ya tenemos algún imputado por algún problema y todo eso…”. Todo lo contrario tendría que haber sido. Nuestro error es que no dimos el paso adelante en la revocación del comité, supongo que por desconocimiento. Si que es verdad que se pensó revocar y derrocarlos, que se fueran. Pero sin embargo hemos llegado al final y la gente que había dimitido siete veces, ahí sigue. Gente que no participó en la huelga en ningún momento y ahí siguen como representantes legales de los trabajadores! Y no, no… Bueno, mira algo que se aprende. Nosotros dirigimos el conflicto de hecho, y no de derecho …Y nos costó, nos costó mucho trabajo que nos dejaran entrar ahí y nos dejaron entrar y con equivocaciones.

Nosotros dirigimos el conflicto de hecho, y no de derecho (Guadalupe)

Luisi: —Lo único que me duele es la traición que nos han hecho. Han estado todo el tiempo, todo el tiempo, hasta que al final nos la han jugado. Yo pensaba que no iban a poder con nosotros, pero al final cuando la plantilla más del 80 % estaba derrotada, que yo lo entiendo perfectamente, porque yo en mi casa tampoco había un duro y a veces estaba derrotada, por eso yo no achaco nada a los compañeros y compañeras; pero ha sido el momento que ellos han visto la ocasión y han dicho… ¡Ahora! Ahora vamos a por ellos. Y es lo que me ha dolido, eso me lo llevaré a la tumba, la traición; porque me ha dolido horrores.

Vimos también la necesidad de COORDINACIÓN DE LAS LUCHAS CON OTROS SECTORES DE TRABAJADORES (Molina)

Molina: Mientras tanto, vimos también la necesidad de COORDINACIÓN DE LAS LUCHAS CON OTROS SECTORES DE TRABAJADORES: Delphi, Alupu, Alstom, y nuestra firme alianza con la huelga de COCA COLA. Esto nos llevó a tener que saltar las vallas de los comités de empresa como en Alstom que nos impidieron ver y conversar con los trabajadores.

Luisi: La coordinación de las luchas entre Panrico y Cocacola, no fue a través del comité de empresa, eso desde luego. Fue a través de los compañeros, algunos se presentaron en Madrid y el comité de empresa de Cocacola sí que estaba por la labor de enlazar las luchas y se enlazaron de esa manera. La mayoría de los trabajadores de Panrico nos involucramos con ellos porque pensamos que era mejor, porque donde está la unión está la fuerza. Por eso nos unimos a ellos y ellos a nosotros. Cuando he ido a Madrid, me he sentido muy a gusto con ellos, porque prácticamente luchábamos por lo mismo. A ellos les querían joder de una manera y a nosotros de otra, pero era lo mismo. Y esa unión yo creo que no la vamos a perder nunca más. Hemos hecho unos lazos ahí, con unos sentimientos de la lucha que no los vamos a perder. Pero no por el comité, porque mira, cuando vinieron los de Cocacola aquí, para hacer el acto que hicimos con ellos; es que no tuvo ni las santas narices ni de presentarse en nuestro campamento, el presidente de nuestro comité. Ya por educación, me presento hago el papel y ya está. Y sin embargo, ni se presentó. No tiene vergüenza ninguna. La coordinación con las mujeres de Cocacola fue una experiencia buenísima, y me la llevo de corazón. Lo que sentí con ellas, en el encuentro de mujeres para la coordinación de las luchas en Madrid me llenó bastante. Incluso las mujeres de los trabajadores, estaban en la lucha. Es que las mujeres somos guerreras-guerreras!

La huelga se transformó en una huelga política, porque nos tuvimos que enfrentar a la casta sindical, a la policía que nos reprimía y también a la Generalitat (Molina)

Antonio: Yo creo que nosotros hemos sido revolucionarios. En la lucha de Panrico sin querer hacer política, hemos hecho política. Sin querer ser revolucionarios, lo hemos sido.

Guadalupe: Creo que es obvio, toda lucha es política, la política está en todos los aspectos. La gente que tiene el poder utiliza las necesidades de la gente para hacer política. Cualquier reivindicación tiene su política. En Panrico la lucha política fue contra la Generalitat, el apoyo que le daban a la empresa. Luego también estuvo dirigida al sindicato, a CCOO. Nunca quisieron partirse la cara…

Maikel, trabajador despedido y de los más significados de la huelga, extendiendo la caja de resistencia con charlas y en contacto con otras empresas; también hacía tareas de difusión de la huelga en las redes y edición de videos: La lucha fue directamente contra la burocracia sindical, aunque luego entrara la Generalitat… pero la lucha política fue contra la burocracia sindical. Ellos son el cortafuegos de esta sociedad […] pero cada incendio que se levanta, ahí está la burocracia sindical. Hasta que no se tumbe ese cerco no se llegará más allá. Hay que tirar esa muralla. Ellos han intentando levantar la huelga…su mejor plan era entrar a trabajar. Para mí ha sido la batalla.

Guadalupe: El problema, es que nos han hecho creer que la política es esta burbuja que hay aquí, y no lo es. Es más, es triste que haya políticos que no están preparados y que están allí simplemente porque están afiliados a un partido político y enchufados en algún cargo. Miras los apellidos del PP y son nietos o hijos de ministros de Franco, son los mismos de hace 30 o 40 años. Además no quieren hacer política. Un ejemplo claro es que aprueban una ley como la Reforma Laboral que afecta a más de diez millones de trabajadores y no escuchas a ningún partido de la oposición diciendo que “esto no se puede consentir, hay que hacer movilizaciones, huelga general ya”, no lo hacen.

Molina: Toda esta experiencia nos llevó a empezar a confiar en nuestras propias fuerzas, nuestro potencial como obreros, como clase trabajadora. Como luchadores obreros y obreras, nos encontramos dando charlas en universidades, ateneos, centros cívicos. En las radios, televisión, prensa.. Escribimos sobre nuestra experiencia. Otra conclusión es que desde el principio, la huelga se transformó en una huelga política, porque nos tuvimos que enfrentar no sólo a la casta sindical, a la policía que nos reprimía, sino también a la Generalitat, al Gobierno catalán. Entonces, como trabajadores, nos vimos obligados también a luchar contra ellos, es decir, a “jugar en la política, como obreros y obreras”, en una huelga que pasó de ser una lucha sólo contra los recortes y despidos, a ser una lucha contra el Gobierno y los poderes fácticos de los empresarios. Yo mismo, jamás me imaginé verme en la Generalitat, frente a 1000 personas en la Plaza Sant Jaume, a 10 metros dándole la espalda al edificio de la Generalitat, señalándola como culpable de que 250 familias hayan quedado en la calle. Sí, los trabajadores también podemos hacer política, sin vendernos, política de clase. Porque si la clase capitalista tiene sus propios portavoces, sus políticos que representan a los empresarios. Los obreros también debemos tenerlos, porque somos quienes movemos el mundo, porque el sistema no podría funcionar sin nosotros: sin obreros nos habría trenes, alimentos, no funcionaría nada. Los obreros también debemos tener nuestros portavoces. Somos la clase legitimada para poder luchar contra los patrones/empresarios de este sistema capitalista.

Luisi: Como trabajadores y trabajadoras, hemos hecho política de clase, política obrera. Hacía unos años atrás a alguna gente le daba vergüenza decir que era de clase obrera y decían que eran de clase media. Yo con la huelga me he dado cuenta de que sí, que somos clase obrera, nada de clase media. Y sí que hemos estado haciendo política social, política nuestra de la clase obrera porque lo estamos reivindicando. Yo me considero de clase obrera. Antes no me he parado ni a pensarlo, tenía mi trabajo y me daba igual, pero cuando llegas a la lucha te das cuenta de qué es la clase obrera y sí, claro que hacemos política, reivindicándonos nosotros como clase obrera estamos haciendo política.

¿Qué os deja esta gran huelga? Conclusiones, reflexiones y vivencias…

Antonio: Durante ocho meses de huelga, toda la plantilla nos pusimos de acuerdo para ganar esta lucha. Doscientas familias —con sus hipotecas y sus deudas— unidas y aguantando creo que refleja un poco ese espíritu combativo,(…) al luchar doscientas personas contra la empresa y la Generalitat, sin tener idea de lo que estábamos haciendo, creo que hemos acabado haciendo una pequeña revolución. Hubo momentos en que los tuvimos realmente acorralados.

Guadalupe: Yo creo que antes no se tenía conciencia. Tuvimos que entender que nos echaban a la calle porque simplemente quieren ganar más dinero, con la excusa de una crisis, una crisis que no hemos inventado los trabajadores. Pero fíjate como hemos cambiado algunos…. Como salimos al principio a luchar por los derechos de los trabajadores de Panrico, y al final de la huelga hemos quitado de ahí Panrico, y ahora vamos a luchar por el derecho de los trabajadores.

Maikel: Yo voy a eso, a que es más sentimiento, a no querer dejarse oprimir por las empresas ni los patrones. Nosotros cuando votamos a ir a la huelga, nadie nos trajo un panfleto, nosotros votamos alzando la mano para ir a la calle a pelear. Por eso pienso que entre lo que hay impreso y lo que realmente luego la gente siente es lo que les hace ir para adelante. Claro, hemos tenido una escuela de 8 meses, de no quedarse en casa, de aplicar la caja de resistencia…eso te despierta la conciencia.

Guadalupe: Yo, mira, algo de lo que aprendí en esta huelga, es una tontería, pero creo que tiene bastante que ver con esto. Cuando estuvimos en la charla de mujeres en Madrid, una señora dijo que las empresas como Cocacola, los planes que hace no es decir: «hoy invierto y a ver que gano mañana». Los planes que hace de inversiones y de beneficios siempre los valora, sobre todo cuando hacen campañas de publicidad y todo eso… ¡A 30 años! Por eso digo que las crisis alguna puede que se les escape de las manos, pero yo creo que las tienen como muy controladas. Es como el tiempo. Tu sabes que va a venir un huracán y tomas medidas. Es inevitable que, que se te muera alguien, que se destruya alguna fábrica, etc… pero tu ya sabes que la tormenta va a venir y la mayor parte de las cosas ya las has guardado. No puedes evitar esa fuerza que va a venir, porque sabes que va a venir, pero ellos ya están preparados para esa crisis. Nosotros también debemos prepararnos.

Pilar: Pero es igual, a pesar de eso, estoy indignada y muy dolida, pero voy a continuar luchando, hasta el final, hasta el final! Es como me siento, he llorado, y seguiré llorando, pero es que no tenemos otro camino: unirnos y seguir luchando, con denuncias y con todo lo que podamos. He trabajado aquí 42 años, toda mi vida aquí, ha sido mi colegio, mi trabajo, mi todo. Como para no estar indignada.

Luisi: La huelga para mí ha sido súper importante, aunque haya sido una traición sindical y política, ha sido muy importante. Sí, nos han echado a muchos a la calle, pero bueno, todavía no ha terminado todo. Veremos a ver cómo sale. Hubiese sido diferente si no hubiésemos hecho nada y nos hubiésemos quedado de brazos cruzados. De todas formas, nos hubiesen despedido. Pero, luchando, la dignidad de defender nuestros puestos de trabajo, eso, no nos lo va a quitar nadie.

Guadalupe: — Yo estoy encantado. Por lo que me he encontrado y lo que me han ayudado. Y cómo nos hemos organizado nosotros. Yo, a ver, hasta cierto punto y después, como todo, cuando pierdes pues no te queda el buen saber de boca que te tiene que quedar. Pero yo he aprendido mucha más perdiendo que ganando, a nivel personal.

Luisi:— Vemos las fotos de cuando empezamos mis compañeros y yo, y en estos ocho meses hemos cambiado mucho. Hemos cambiado para madurar. Es como si hubiesen pasado años, lo vas viviendo y no te das cuenta, pero al ver las fotografías se ve claro y porqué, pues porque lo has sufrido. Esos ocho meses no han sido fáciles. Nadie quiere una huelga, si hemos ido a la huelga es porque veíamos que teníamos una salida ahí. Era un arma que tenemos y por eso dijimos de ir a la huelga. Yo no he perdido absolutamente nada. Hay gente que dice que ha perdido ocho meses… Yo no lo siento igual. No lo siento igual. He luchado, he luchado por mi dignidad y la dignidad de mis compañeros. De hecho, sigo luchando porque no me doy por vencida, ni voy a tirar la toalla. Y no siento que haya perdido absolutamente nada.

Molina: Después de esta lucha, ya no podemos volver a vivir como antes. Nos sentimos en la obligación de luchar junto a otros trabajadores y trabajadoras para derrocar la Reforma Laboral, contra los despidos masivos y los cierres patronales de las fábricas, contra la precariedad laboral que sufre la juventud, y el futuro incierto de los estudiantes. Contra todas las medidas del Gobierno de Rajoy, hasta las más retrógradas como la nueva Ley del Aborto del PP como han hecho nuestras compañeras trabajadoras de Panrico. En definitiva, si los trabajadores nos quitamos de nuestras espaldas a la burocracia o casta sindical, podemos iniciar un camino hacia un mundo laboral que recupere las conquistas obtenidas a lo largo de tantos años con la lucha.

 

Publicado por Federico Grom

Federico Grom :: Barcelona

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