El sindicato Alternativa Sindical de Trabajadores (AST), convocante de la huelga de tres meses llevada a cabo por los técnicos contratados y subcontratados de Movistar en el Estado español, denuncia una “brutal campaña de represión” contra los trabajadores que participaron de la huelga.
La gran huelga de los técnicos de instalación y mantenimiento de las contratas, subcontratas y ’falsos autónomos’ de Movistar, que durante tres meses se mantuvo en pie frente a una patronal poderosa como Telefónica que tuvo de su lado a la “casta sindical” de CCOO y UGT, ha sido un ejemplo de lucha contra la precariedad laboral.
La “rebelión de las escaleras” contra las condiciones esclavistas de trabajo estalló el 28 de marzo en Madrid y en poco tiempo se extendió como reguero de pólvora a otras ciudades como Barcelona, Guipúzcoa, Vizcaya, Álava, Jaén o Canarias, con un seguimiento al principio de más del 90% en muchas provincias.
En este momento, tras 87 durísimos días de lucha en Madrid (78 en todo el Estado), la huelga se encuentra suspendida en espera de la resolución judicial ante la demanda a Telefónica-Movistar. Pero la batalla no ha terminado ni mucho menos.
En un comunicado publicado el 15 de mayo y dirigido a los Movimientos Sociales, Sindicatos, Asociaciones, Comités de Empresa y Secciones Sindicales, el sindicato Alternativa Sindical de Trabajadores (AST), uno de los principales convocantes de la huelga, ha denunciado “una brutal campaña de represión contra los trabajadores/as que han participado en esta ejemplar y justa lucha en defensa de los derechos de todos y todas”.
“Dicha represión se concreta en despidos y vetos contra trabajadores/as y/o miembros del Comité de Huelga a los que se les dice desde las Contratas y sin rodeos, que ‘están vetados por telefónica y/o por las propias contratas’ y a los que, o no se les da trabajo o son despedidos (en la actualidad son ya más de 30 las denuncias de otros tantos trabajadores/as por estos hechos)”, denuncia el sindicato.
Es el caso del compañero Celso Ventura, joven trabajador de la empresa TECNAPLI -subcontrata de Cobra-, miembro del Comité de Huelga de Madrid, afiliado a CCOO y miembro también de Ganemos CCOO, que el pasado 3 de julio fue fulminantemente despedido por su participación en la huelga.
Previamente, otros trabajadores del comité, miembros de la asamblea de técnicos de Madrid y afiliados al sindicato AST, fueron despedidos como él por haber estado al frente de esta histórica lucha.
“Además de todo ello a muchos de los trabajadores/as que se han incorporado a su trabajo se les dice que ‘si quieren trabajar’ han de hacerlo en las condiciones que tenían antes de la huelga, amenazándoles con no volver a trabajar si denuncian estos hechos”, indica también el comunicado sindical.
Y a todo esto se suman “la falsas denuncias de detectives privados, jefes de contrata y subcontratas y hasta trabajadores los cuales han confesado que sus jefes les exigían denunciar a algún miembro del Comité de Huelga por coacciones si querían trabajar. En este momento se han celebrado 3 juicios afectando a 11 de los 24 injustamente denunciados, con el resultado de la absolución de todos ellos. Aún quedan 13 huelguistas pendientes de juicio”.
La brutal campaña de persecución política y sindical a los trabajadores supone una “clara vulneración de uno de los derechos fundamentales recogidos en nuestra Constitución, el derecho de huelga”, denuncia AST, por lo que solicitan a “todos los Partidos Políticos, Ayuntamientos, Movimientos Sociales, Coaliciones, Sindicatos, Asociaciones, Comités de Empresa… su apoyo y solidaridad, denunciando estos hechos y exigiendo a Telefónica-Movistar, las Contratas y Subcontratas que pongan fin a esta represión, propia de otras épocas, y el cumplimiento de la legalidad vigente, enviando correos a las siguientes direcciones.”
La lucha ejemplar de los técnicos de Movistar contra la precariedad laboral que sufre cada vez más gran parte de la clase trabajadora, producto de los planes que los gobiernos de la casta política ha implementado en complicidad con la burocracia sindical, merece el apoyo de todas las organizaciones sindicales, políticas y sociales comprometidas con la defensa de los derechos de la clase trabajadora, hasta lograr la readmisión de todos los despedidos y el cese de todas las causas y persecuciones a los trabajadores.