180 votos por el “no” hacen fracasar la investidura de Rajoy. El panorama de terceras elecciones cobra peso. El régimen no logra superar su crisis.
Poco después de las 18.00 horas comenzaba el debate de segunda votación de investidura en esta semana. Mariano Rajoy ha vuelto a solicitar el apoyo para ser reelegido como presidente español, pero sus 170 votos no eran suficientes, como ya se esperaba.
Rajoy apelaba especialmente al líder del PSOE, Pedro Sánchez, a quien ha responsabilizado de unas posibles nuevas elecciones legislativas en diciembre, las terceras en un año. «Es una situación excepcional, sin precedentes» ha asegurado, por lo que Rajoy pedía a los socialistas que «devuelvan (al país) a la normalidad democrática». Rajoy ha acusado a Sánchez de bloquear la política y criticaba que, pese a decir «no» a su candidatura, no expusiera una “alternativa de gobierno”.
Durante esta semana crecieron las presiones sobre el PSOE y Pedro Sánchez para que optara por la abstención, habilitando así un gobierno del PP. En este sentido se pronunciaron, en nombre de la “responsabilidad de Estado”, desde el Financial Times y el New York Times, grandes empresarios del Ibex 35, líderes de la Unión Europea, el Grupo Prisa desde el diario El País y los ex presidentes socialistas Felipe González y José Luis Zapatero.
Para apoyar estos argumentos Rajoy ha sostenido que es necesario adoptar medidas, como la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado o recortar el déficit, que un gabinete en funciones no puede sacar adelante.
El PSOE se niega a permitir el único Gobierno viable sin ofrecer alternativa. Ni es coherente, ni es responsable#InvestiduraRajoy
A pesar de estas presiones, Pedro Sánchez subía a la tribuna del Congreso para reafirmar su “no” a Rajoy, descartando la posibilidad de una abstención, como ya había hecho 48 horas antes. Sánchez propuso buscar una “alternativa” de gobierno.
La responsabilidad de tod@s l@s diputad@s de las fuerzas del cambio es ofrecer una solución a este país@sanchezcastejon #RazonesParaELNO
La posición del PSOE, que hasta ahora se ha mantenido firme en su “no” a Rajoy -aun a pesar de las presiones internas-, se explica por la grave crisis que atraviesa este partido. Habiendo cosechado sus peores resultados electorales en décadas, los socialistas buscan evitar un hundimiento aun peor. Intentan recomponer su papel como pilar del histórico bipartidismo español, para así poder volver al gobierno desde donde aplicaron medidas neoliberales y de ataque directo a los derechos de los trabajadores.
Tironeado por “derecha” con la emergencia de Ciudadanos y por “izquierda” con el ascenso de Podemos, el PSOE terminó manteniendo su “no” como única posición defensiva para evitar la debacle, para que Podemos no termine de arrebatarle el espacio socialdemócrata.
Pablo Iglesias ha subido este viernes a la tribuna con un discurso de tono encendido contra el PP, al igual que lo había hecho el pasado martes, acusándolo de ser el gobierno de la “corrupción, la ineficiencia y la injusticia social”. Pero a diferencia de su discurso hace 48 horas, esta vez dedicaba unas palabras más fuertes para el PSOE. Mientras el martes solo se había limitado a “agradecerle” a Sánchez que no cayera en la abstención, esta vez acusó al líder socialista de estar buscando terceras elecciones, hasta lograr “un resultado que les guste”.
“Tienen que elegir estratégicamente, si su futuro pasa por acuerdos con el PP o si su futuro pasa por acuerdos con nosotros”, le espetó Iglesias a Sánchez, en lo que parecía un inicio de la campaña electoral más que otra cosa. Pablo Iglesias reitera así su estrategia de conciliación con el PSOE llamándolo a ser lo que no es ni puede ser.
«Tenemos un proyecto antagónico al del PP. El PSOE tiene que decidirse» @Pablo_Iglesias_ #investidurarajoy
Rivera utilizaba sus minutos en la tribuna para reafirmar su “si” al gobierno del PP, pero intentando despegarse de Rajoy, al que le ha pedido que se haga a un lado como candidato para lograr una “investidura viable” con otra figura. Rajoy ha presentado a Ciudadanos como el “partido del desbloqueo”. Es el partido que está “para cualquier acuerdo” mientras se mantenga una política neoliberal y conservadora con alguna reforma ultra cosmética a nivel de la “lucha contra la corrupción”. Finalmente, Rivera pedía perdón «por no ser capaces de convencer a estos viejos partidos de ponerse de acuerdo». Otro lema de campaña electoral.
En la réplica final del PP, su portavoz Hernando dedicaba la mayor parte del cierre para polemizar con su hasta hoy aliado, Albert Rivera, cuestionándole si estaba por “defender la democracia” o no, y advirtiendo que su candidato (el del PP) seguirá siendo Mariano Rajoy, ‘hoy, mañana y siempre’… A Sánchez le pedía que “escuche” a Felipe González, a Zapatero, a los líderes europeos y al New York Times, dejando gobernar al partido “que ganó las elecciones”.
La votación que se inició poco después de las 20 horas ha terminado con un nuevo fracaso para Rajoy, por lo que el camino hacia nuevas elecciones en el mes de diciembre está abierto.
En las próximas horas se comunicará al «Rey» Felipe la situación para que la corona convoque nuevamente a los partidos mientras corre el plazo de dos meses para la aprobación de otra investidura.
Si nada cambia, se disolverán las cortes el 31 de octubre y se convocarán nuevas elecciones. Así se cumplirá un año desde las elecciones del 20D, sin que el régimen político español hay logrado resolver su crisis y sin la constitución de un nuevo gobierno.
Mientras tanto, la desafección de grandes sectores de la población con el régimen y el circo parlamentario no deja de aumentar, y ya se espera un porcentaje mayor de abstención si se terminan repitiendo -por tercera vez- las elecciones.
La persistencia de esta crisis del régimen, mientras aumentan las presiones de la UE y pasa el tiempo, el aumento del desencanto de cientos de miles con el circo parlamentario, ¿abrirá finalmente una brecha para la emergencia del descontento social por otras vías, por medio de la movilización en las calles? AÚn no está claro, pero lo que es seguro es que con o sin gobierno, el régimen saldrá tocado de estos dos meses.
Crece la urgencia de recuperar la dinámica de la movilización social para exigir que se resuelvan las demandas de los trabajadores, las mujeres y la juventud, demandas que no están contempladas en el circo parlamentario que hemos vivido todos estos meses.