Felipe VI utiliza el atril de la ONU para presionar a ambos transmitiendo los intereses de los poderes facticos. PP y PSOE se unen para acordar las medidas de urgencia que exige Bruselas
Felipe VI aprovechó su discurso en la ONU para lanzar un mensaje desde el exterior de mayor presión para los dos partidos del Régimen, algo que hasta la fecha no había llevado a cabo. El monarca ha apelado al “diálogo, al compromiso y al sentido del deber” para desatascar la situación de estancamiento de gobernabilidad.
Felipe VI ha asegurado que todas las “democracias avanzadas», como la española, atraviesan en algún momento «coyunturas complejas», pero «las superan por la fortaleza y cohesión de su sociedad, la solidez de sus instituciones, la vigencia de su sistema de libertades».
PP y PSOE han salido rápido presentar al “adversario” como responsable de este estancamiento político. Ahora bien, detrás de las cámaras se han puesto manos a la obra para trazar líneas políticas para satisfacer los deseos de la élite económica del Estado español, que el monarca representa.
Tanto el Gobierno como el partido de Sánchez, han tomado nota y han reconocido contactos de urgencia para que el Parlamento vote algunas medidas que exige Bruselas. Una vez más Gobierno y “oposición” se juntan para avanzar en los recortes, como ya hicieron con “nocturnidad y alevosía” en la reforma del artículo 135 de la Constitución. Son partidos de Estado, del Estado de los ricos.
Las peleas por un Gobierno constitucionalista o un Gobierno de progreso, como intenta demostrar el partido socialista frente a los medios, son nada cuando apremian las grandes empresas y las instituciones europeas.
Según las informaciones públicas, Rajoy está preocupado en relación a tres temas: primero sobre los recortes autonómicos que aparentemente serían más pausados por la ampliación que ofreció Bruselas; en segundo lugar, el relevo de las autoridades de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y por último la reforma del impuesto de sociedades para que las empresas anticipen el pago de la misma.
Medidas de urgencia para los empresarios
Aparentemente los millonarios recortes sociales de este año serían un poco menores debido a la ampliación que cedió Bruselas en el recorte del déficit. Sin embargo, habrá recortes sociales, no cabe duda sobre esto.
¿Qué fue de eso de “no a los recortes sociales” de Sánchez? ¿Qué fue de eso de más de un millón de empleos al año de Rajoy? Tan solo eslóganes de campaña electoral. Y sabemos que los eslóganes no generan ninguna obligación: ¿recuerdan eso de que “Hacienda somos todos”? Pues eso.
Por otra las autoridades de la CNMV cesan el día 6 de octubre y no pueden seguir en funciones en esos cargos. Las preocupaciones de la Bolsa son las preocupaciones del PP y el PSOE.
El otro asunto que es la anticipación del impuesto de sociedades. Este asunto es importante para reducir el déficit fiscal de éste año y dejar así los ajustes más importantes para el año que viene.
Tanto el PP como el PSOE tratan de cubrir sus flancos y también de fortalecer las decisiones políticas de importancia. Para ello plantean que al acuerdo hay que sumar a Ciudadanos y a Podemos. De ser así, estarían sumando a la “nueva política” a las decisiones de la “vieja política”. En síntesis, el Régimen comenzaría (si no ha empezado ya) a tragarse a quienes pretendían “democratizarlo”.
Más tensiones dentro del PSOE
Estas negociaciones serán probablemente el comienzo de un cambio de política del PSOE. Las tesis de Felipe González y de Susana Díaz se están imponiendo al interior de la formación socialista. Para ello han convocado un Consejo Federal para el sábado 1 de octubre. Dentro del PSOE la guerra se ha desatado y están en lucha para decidir quién se quedará en Ferraz y sobre la investidura de Gobierno.
Fuentes del PSOE han tratado de minusvalorar los encuentros con dirigentes del PP al respecto de estas negociaciones. Sin embargo, el PSOE más allá de los discursos, nuevamente coincide con el PP. No importa si es Sánchez quien esté al frente o si es Susana Díaz. Les iguala lo mismo que a Felipe González y Rodríguez Zapatero: son gestores del gran capital.
No es claro aún que haya una investidura de último momento y que se eviten las terceras elecciones. Tampoco lo es que vayamos directo a las terceras en menos de un año. Más allá del teatro político que estamos viendo, cuando hay que sacar las castañas del fuego a los empresarios, el PP y el PSOE siempre tiran para el mismo lado.