El imperialismo norteamericano junto a “fuerzas aliadas” redoblan la ofensiva militar comenzando el bombardeo de las posiciones de Estado Islámico en Siria. Este ataque marca un nuevo capítulo de la guerra y abre un frente de batalla mucho más complejo.
La noticia fue difundida la noche del lunes en un comunicado del contralmirante John Kirby, Secretario de Prensa del Pentágono. «Puedo confirmar –decía el comunicado- que las fuerzas armadas de Estados Unidos y las fuerzas de naciones aliadas están emprendiendo acción militar contra terroristas del ISIL (iniciales en inglés del Estado Islámico de Irak y el Levante) en Siria usando una combinación de cazas, bombarderos, y Tomahawk». Y agregaba: «Dado que estas operaciones están en desarrollo, no estamos en posición de brindar detalles adiciones por ahora”.
Según fuentes oficiales citadas por The Washington Post y The New York Times entre las “fuerzas nacionales aliadas” estarían Arabia Saudí, Jordania, Bahrein, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, entre otros. Respecto a las zonas del ataque, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) se produjeron «casi 20 bombardeos contra posiciones, bases y puestos del EI en la ciudad de Raqa y cerca de las localidades de Tabqa, Ain Issa y TallAbyad».
Hasta el momento, Obama había limitado los bombardeos a las posiciones del Estado Islámico (EI) en el norte de Irak y en las cercanías de la capital Bagdad. Las fuerzas imperialistas francesas habían hecho lo suyo cerca de Mosul, también en Irak. Sin embargo, como respuesta el EI había realizado una ofensiva en los últimos días sobre la región kurda del norte de Siria tomando más de sesenta pueblos de la zona y avanzando hacia las afueras de la ciudad de Kobane (Ayn al-Arab según la denominación en Árabe) en la frontera con Turquía, provocando el desplazamiento de más de 120.000 sirios, en su mayoría kurdos.
Este escenario le presenta una contradicción cada vez más aguda al Gobierno turco de Recep Erdo?an entre la crisis que le está provocando la enorme afluencia de refugiados kurdos producto de la ofensiva del EI y el temor a que se fortalezca el PKK (Partido de trabajadores de Kurdistán) que exige el reconocimiento de la autodeterminación del Kurdistán, y que tanto Turquía, como EEUU, y la Unión Europea han incluido en la lista de organización “terroristas”.
Sin embargo, esta es solo una de las contradicciones que plantea este complejo escenario de guerra en Siria. Queda abierto el gran interrogante para la estrategia del imperialismo sobre quién ocupará el territorio en lugar de las tropas norteamericanas. Más cuando el objetivo de EEUU sería derrotar tanto al EI, como al régimen de Al-Assad, y combatir al mismo tiempo al grupo sirio ligado a Al-Qaeda, Jabhat al-Nusra.
El Ejército Libre Sirio al que Obama apostaría no se encuentra entre las principales fuerzas combatientes, si se lo compara con el EI, con las fuerzas de Al-Assad, y de al-Nusra. El Frente de Revolucionarios Sirios, que combate en la provincia de Idilb, ubicada al suroeste del país, podría estar entre las fuerzas con las que el imperialismo norteamericano podría contar. Sin embargo, su líder Jamal Maruf, ya ha declarado en una reciente entrevista que no tiene problemas en luchar al lado de al-Nusra, es decir, de Al-Qaeda, siempre y cuando este grupo combata contra Al-Assad.
La ampliación del teatro de operaciones a Siria abre un escenario mucho más complejo que sobrepasa en mucho a Medio Oriente. Los ataques tienen lugar horas antes de que el presidente norteamericano viaje a Nueva York para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas, donde tratará de convencer a más países para que se sumen a la fuerza de ataque contra el Estado Islámico. El gobierno ruso, aliado de Assad y con poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU ya ha declarado que consideraba ilegal bombardear Siria sin una resolución específica.
La extensión de la guerra a Siria es una consecuencia estratégica inscripta en la lógica desatada por la propia ofensiva imperialista, ante la imposibilidad de avanzar sobre el EI permitiendo que extienda su ofensiva en Siria mientras era atacado en Irak. Como decía Carl von Clausewitz en su libro De la Guerra en referencia a las ofensivas limitadas: “Mientras estamos ocupados en hacer una conquista parcial, el enemigo puede estar haciendo lo mismo en otros puntos, y si nuestra empresa no es de gran importancia, entonces no obligará al enemigo a abandonar la suya”.
A medida que la acción militar se despliega abre nuevos interrogantes, contradicciones, y hace más amplias sus consecuencias. Más y más guerra parece ser el escenario ofrecido por el imperialismo.