En una de las peores crisis políticas de la Guatemala contemporánea el gobierno de Otto Pérez Molina está fuertemente cuestionado. A pesar del despido de 13 ministros, incluidos algunos claves como el ministerio del Interior, Energía y Minas, y Ambiente y el titular de la Secretaría de Inteligencia del Estado, las protestas no cesan, al contrario: se intensifican y aumentan sus reclamos.
Las protestas, según el diario El País, tienen una fuerte impronta espontánea. Una de las características de las movilizaciones en los últimos días fue el uso de redes sociales. Este elemento, del uso de las redes sociales para la convocatoria a las protestas, lo presenciamos durante el movimiento #PasseLivre en Brasil, el #YoSoy132 en México, el #15M en el Estado Español, incluso en los movimientos que derribaron las odiadas dictaduras en Egipto y Túnez. Grupos como Anonimous Guatemala, RenunciaYa, Guatemala Basta Ya en redes sociales han adquirido fuerza de convocatoria contra el gobierno.
El 16 de mayo asistieron a la convocatoria por Twitter unas 30 mil personas. Aun con ello las movilizaciones de los pueblos indígenas del país se desarrollan aparte de estas convocatorias.
El derechista Partido Patriota de Otto Pérez Molina enfrentó un escándalo de corrupción a tan sólo 8 meses de terminar su mandato. Los escándalos de corrupción fueron el pan de cada día del gobierno actual: en 2012 la compra de equipo escolar por el Fondo Nacional para la Paz en un 40% de su valor, en 2013 los lazos de la ex presidenta Baldetti con el narco, el fraude en la construcción de la sala de espera en aerepuerto por el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social fueron agravios acumularon el rechazo popular en el mes en abril.
¿Es posible una “Primavera¨?
El caso de la Línea fue la gota que derramó el vaso. En abril se hizo pública una red de corrupción clandestina en la que participaban altos mandos del gobierno. Esta red logró el ingreso de más de 500 contenedores de carga ilegal por la frontera sur del país. Empresarios evadían enormes cantidades de dinero al no pagar gastos aduanales buscando apoyo de la Línea al mando de la vicepresidenta Baldetti.
Desde el 16 de una multitudinaria movilización exigió la caída del gobierno y el movimiento indígena, que ha participado con sus propios métodos de lucha como los bloqueos carreteros, han participado de forma independiente al movimiento que surgió de forma espontánea en redes sociales. ¿Es posible una “Primavera¨? Sí, sí es posible. Los niveles de crisis son tales que la Organización de los Estados Americanos (OEA) han creado una comisión para seguir el próximo proceso electoral.
Una “primavera” que derrote al derechista de Otto Pérez y su régimen podrido es posible si los trabajadores se organizan de forma independiente a todos los partidos y participación del proceso masivo de movilización por medio de paros y huelgas. Si los trabajadores participan con sus propios métodos, como la huelga es posible la caída de Otto Péres.
En los últimos meses existieron luchas obreras. Tenemos información de luchas del sector salud. Según Luis Alpes dirigente del Frente Nacional de Lucha (FNL) y miembro del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salubridad las protestas de marzo del 2015 agruparon a unos 16 mil trabajadores. Sus demandas concentraban la lucha contra la precarización laboral exigiendo el pase planta de más de 2,500 trabajadores despedidos de forma injustificada. Aunque no se realizaron paros fueron fuertes jalones de subjetividad obrera que puede ponerse en juego en la actual crisis política.
En este panorama, como planteamos en otra nota, algunos sectores proponen una Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional. Los socialistas consideramos que esa podría ser una demanda motora que centralice el repudio al régimen político siempre y cuando consiga la caída del régimen político de Otto Pérez Molina. Ningún partido o gobierno puede garantizar resolver las demandas más sentidas del movimiento que irrumpió desde abril de este año. Sólo la movilización independiente de las masas, los indígenas, los sindicatos con una huelga general puede imponer una genuina Asamblea Constituyente Libre y Soberana en el puedan discutirse los problemas más acuciantes de la nación oprimida.