Artículo del Movimiento Revolucionario de Trabajadores (MRT)
El golpe institucional en Brasil fue orquestado por un sector ultra reaccionario, con el presidente de Diputados Eduardo Cunha, el vicepresidente de la República Michel Temer y uno de los líderes de la bancada evangélica Jair Bolsonaro a la cabeza, y contó con el apoyo de los medios golpistas y del poder judicial.
Mostró su cara más nefasta el domingo pasado en la Cámara de diputados, donde se le dio luz verde al impeachment a la presidenta Dilma. Ante los ojos de millones queda cada vez más claro que no se trata de ninguna lucha contra la corrupción, sino un golpe contra el sufragio universal y los pocos derechos democráticos conquistados con luchas. Quieren atacarlos y abrir espacio a los ajustes y ataques aún más duros, para que seamos los trabajadores y la juventud los que paguemos por la crisis, siendo que ya somos nosotros los que más estamos sufriendo las consecuencias.
Quedó claro cómo la estrategia adoptada por las direcciones del movimiento de masas de convocar a movilizaciones y festivales mientras en las alturas Lula y Dilma negociaban con partidos de la derecha (antiguos aliados del oficialismo) no sirvió para derrotar el golpe en la Cámara de diputados. Ahora persiguen la misma estrategia frente al Senado. Es la continuidad de la política llevada adelante en los gobiernos del PT: buscar alianzas con sectores reaccionarios en busca de una supuesta «gobernabilidad» y pasivizar al movimiento de masas. Al asimilar la corrupción para administrar el capitalismo, implementar duros ajustes durante el gobierno de Dilma e impedir que los sindicatos luchen contra los ataques de «su» gobierno, el PT le abrió el camino a la actual ofensiva de la derecha.
Es urgente radicalizar la lucha contra el golpe en todo el país, poniendo de pie a los principales batallones de la clase trabajadora para paralizar los centros de la economía, organizando acciones de protesta del movimiento estudiantil, sin tierra y sin techo en cada rincón del país. Solo con el país paralizado será posible impedir que el golpe sea consumado y venga un eventual gobierno golpista de Temer con su gobierno lleno de empresarios, banqueros y reaccionarios para atacar fuertemente, más de lo que ya venía atacando el gobierno de Dilma.
No rechazamos el golpe por los mismos motivos que el PT, que dice defender la democracia, pero que defiende esa democracia del soborno y de los ajustes. Rechazamos el golpe colocándonos lado a lado de los trabajadores que repudian la ofensiva de la derecha y los ataques a los derechos democráticos que se esconden detrás de la operación Lava Jato (que investiga los esquemas de corrupción en Petrobras), y las disputas entre los intereses capitalistas que esa operación representa.
Solo será posible que las masas obreras entren en movimiento relacionando la lucha contra el golpe a la lucha en defensa de nuestros derechos, contra los ataques, los ajustes y los despidos que ya están ocurriendo masivamente en el país. El plan de lucha para resistir al golpe con la movilización independiente de las masas debe defender la necesidad de una Asamblea Constituyente Libre y Soberana que ataque a la corrupción de raíz, que haga que sean los capitalistas los que paguen la crisis y que enfrente los problemas estructurales del país.
Por eso, en este 1° de mayo, día internacional de la lucha de los trabajadores, el Movimiento Revolucionario de Trabajadores llama a todos los trabajadores, mujeres y jóvenes a sumarse a los actos convocados por la CUT y CTB, PSOL, MTST y por el Frente Pueblo Sin Miedo, ya que a pesar de la parálisis cómplice que las centrales oficialistas como la CUT y la CTB vienen imponiendo al movimiento de masas, estos serán los únicos actos contra el golpe; que va a ser decisivo para lo que ocurra en Brasil en el próximo período.
Llamamos a conformar un bloque combativo e independiente del PT en esta manifestación, que concurra al acto con el objetivo no solo de manifestarse contra el golpe, sino también de exigir a las direcciones ahí presentes un plan de lucha efectivo, que sea organizado en asambleas en los lugares de trabajo y estudio. Venimos dando esta batalla y votando esta política de luchar contra el impeachment y los ataques de los gobiernos en asambleas, como en el caso de la del Sindicato de Trabajadores de la Universidad de San Pablo, en la Universidad del Estado de Rio de Janeiro, en la Universidad de Campinas, en los cursos de Letras y Educación en la USP y otras.
Un bloque que diga que el 1° de mayo no puede ser un día festivo, sino que debe preparar este plan de lucha. Las direcciones del acto están diciendo que ese día será una «Asamblea Popular de la Clase Trabajadora», sin que estén movilizando en los lugares de trabajo para algo que tenga ese carácter. Basta de discursos. Una asamblea de este tipo debería ser convocada con mandatos de las asambleas de cada sector, lo que no ocurrió. En este caso, lo mínimo que se debe hacer es que el 1° de mayo se abra la palabra a todos los sectores en lucha contra el golpe y a todas las luchas en curso en el país, en especial la de Rio de Janeiro y sectores que resisten a los ajustes, para debatir la estrategia para vencer, rompiendo con las ilusiones en los negociados que las direcciones burocráticas han planteado hasta ahora.
Una parte de las organizaciones que se reivindican de izquierda, como el PSTU y corrientes internas del PSOL, vino negándose a posicionarse contra el impeachment y después de la votación de la Cámara de Diputados escandalosamente organizan un 1° de mayo que no se posiciona contra este golpe reaccionario. Quieren surfear en la ola de la derecha cavando su propia fosa y buscando llevar consigo a los trabajadores y la juventud,
El Espacio Unidad de Acción y los sindicatos de Conlutas deben rever su política y batallar por una salida independiente a la crisis junto con las bases de los sindicatos de la CUT.