Madrid 25 de mayo, 17:30 horas, un grupo de técnicos de Movistar en huelga indefinida desde hace dos meses se acercan uniformados a la sede central de Telefónica en Madrid. Es la Marea Azul. El histórico edificio en Gran Vía 28 se encuentra escoltado por más de una decena de policías.

Los trabajadores solo quieren que se les vea, cansados de un conflicto con el que tras ya dos meses, aún no han recibido respuesta por parte de la multinacional. El mismo día en Barcelona, sus compañeros ya llevan tres días encerrados en la sede-comercial de Telefónica Movistar de esta ciudad.

En Madrid lo primero que dicen los trabajadores es que “estamos aquí para apoyar a nuestros compañeros de Barcelona, y a toda la huelga”. Al igual que sus compañeros en otras ciudades, exigen que la empresa negocie con los huelguistas. Es un de las reivindicaciones de los compañeros encerrados en Barcelona y la nuestra, y la acción de hoy es para hacer más fuerza, explicaban.

Hartos de que los medios de comunicación no digan una sola palabra de su lucha, hoy los trabajadores pedían algo sencillo para ayudar a visibilizar su lucha: que todo el mundo se fotografiase con un cartel de #YoNosoyEsclavo #ResistenciaMovistar. Un modo de extender y difundir el conflicto mediante las redes sociales dicen ante el silencio impune de los medios de comunicación.

Ellos mismos se definen como ‘esclavos de movistar’ y es que a pesar de tener contratos irrisorios de dos horas, la realidad es que trabajan más de diez y doce por día. “Tras las largas jornadas de trabajo, los salarios con los que contamos no cubren ni la gasolina que necesito por desplazamiento” se queja uno de ellos.

Mientras tanto, sigue la #ResistenciaMovistar

Publicado por Clara Mallo

Clase contra Clase | @ClaraMallo :: Madrid

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