Este miércoles se darán cita frente a los tribunales laborales de la ciudad de Brandenburg, Alemania, cuatro ex delegados que demandan a la multinacional norteamericana su reinstalación. Los acompañarán trabajadores y organizaciones solidarias.
La demanda que llevan adelante cinco trabajadores, delegados del centro de distribución de Amazon ubicado al noroeste de Berlín, en la pequeña localidad de Brieselang, llegó a los tribunales en febrero pasado. Días después de que la patronal decidiera no alargar sus contratos y con ello golpear al sector sindicalizado y activo de la comisión interna.
Los trabajadores buscan demostrar en los tribunales el carácter discriminatorio y político de la decisión de la patronal, exigiendo su reinstalación para continuar su mandado en la comisión interna. Sin embargo tienen en su contra no solo a la patronal, sino también la Ley de temporalidad de contratos. Po esta vía, el Estado le permite a Amazon durante un periodo máximo de dos años rotar a sus empleados de la forma que mejor le convenga, a pesar de que exista una comisión interna.
Conscientes de ello, desde la constitución de la interna lucharon en contra de esta práctica de contratos temporales tanto en su centro como en otras localidades, sobre todo en Berlín. Así le dieron a su lucha una dimensión política, lograron espacios en los medios, visitaron universidades, recibieron solidaridad de otros trabajadores, estudiantes y organizaciones políticas.
Entre lo legal y lo político
La situación que hoy viven estos trabajadores no es excepcional en el país del “milagro económico”, sino una práctica común, que les permite a las patronales reducir costos en la producción, evitar la organización de los trabajadores manteniendo una alta rotación y exprimiendo al máximo la fuerza de trabajo bajo la promesa de quizás puedan llegar a tener un contrato fijo a aquellos que más se sacrifiquen.
Bajo esta Ley de temporalidad, diariamente se dan de baja, se vuelve a contratar o se les destina al desempleo a miles de trabajadores, siendo que en la mayoría de los casos no hay ninguna razón que lo justifique. Lo que si hay es una práctica discriminatoria, que con el amparo de la ley, le permite a las patronales echar a trabajadores que por enfermedad, embarazo, o activismo político, no quieren emplear más. Y muy pocos se animan después, sin mucho éxito, a demandar y llevar su caso a los tribunales.
En las demandas laborales que se desarrollan regularmente en los tribunales alemanes rara vez los involucrados apuestan por la politización de su caso. Generalmente todos están en contra de llevar a ese nivel la pelea legal; abogados, sindicatos y jueces. Si bien hay casos emblemáticos como el de Emmely– vendedora de la cadena de supermercados Kaiser-, que durante dos largos años luchó contra su despido motivado por su activismo político como sindicalizada y delegada-, en general son solo cuestiones jurídicas las que se tratan en las grises salas de los tribunales.
Esto genera una situación trágica para los trabajadores que buscan “justicia”, cuando está en juego su futuro y el de sus familias, frente a una patronal que solo busca aprovecharse al máximo de esta situación y evita confrontar a la opinión pública. Pero es claro que los procesos de los trabajadores frente a la patronal son siempre desiguales, debido a que las leyes laborales tienen un carácter de clase.
Ese es el contexto de este proceso, que tendrá lugar este miércoles en Brandenburg.
Por ello antes y durante la jornada en los tribunales se realizarán acciones de solidaridad, en las que participarán trabajadores de otras empresas, el sindicato Ver.di, el partido Die Linke, y trabajadores agrupados en el Comité de solidaridad con los trabajadores de Amazon, en las que se espera la presencia de varios medios. También se desarrollarán acciones simbólicas en solidaridad en otros centros de Amazon en Alemania y Polonia.
Después de la sentencia
Es probable que los tribunales resuelvan a favor de Amazon, por ello los trabajadores se preparan para llevar su caso a la siguiente instancia, a los tribunales nacionales y de ser necesario a los tribunales europeos.
Mediante esta lucha, buscan denunciar la práctica discriminatoria que tiene Amazon en contra de sus trabajadores, ya que como hemos informado desde La Izquierda Diario, esta multinacional es conocida por sus prácticas en contra de los sindicatos.
Pero al mismo tiempo ven su lucha como parte de la pelea que desde hace dos años los trabajadores de Amazon vienen dando por lograr mejoras laborales, bajo la demanda de un contrato de colectivo y contra la precarización laboral. Es este objetivo el que comparten con de la oleada de huelgas que en los últimos meses recorre Alemania.