La huelga de Alumalsa en Zaragoza comenzó el 1 de julio con motivo de la negociación del convenio colectivo de empresa. Tras una semana de huelga indefinida, el comité de empresa llegó a un preacuerdo con la empresa.
La huelga fue convocada por CCOO, SITA y UGT y CNT Alumalsa. Desde entonces los trabajadores vienen desarrollando diversas movilizaciones, como la concentración que han convocado de este miércoles 8 de julio en la Plaza España a las 20.00h. Con un amplio seguimiento entre la plantilla, se ha parado totalmente la producción de la fábrica.
Para muchos obreros de la siderurgia, Alumalsa es un nombre asociado a las luchas del metal en Zaragoza en los 80 y 90. Tanto por la huelga de 21 días que llevó a cabo la plantilla en 1983, como por su oposición a la introducción de las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) que habían sido legalizadas por el PSOE en 1995. Este rechazo a la precariedad laboral se mantiene hoy. La actual huelga tiene entre sus reivindicaciones, el fin de la doble tabla salarial en Alumalsa implanta.
Tras una semana de huelga indefinida, el comité de empresa llegó a un preacuerdo con la empresa. Éste dejaba fuera muchas reivindicaciones. Hoy martes la plantilla lo ha votado durante todo el día en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje, tras haberse reunido en asamblea en la fábrica. La votación ha tenido como resultado el rechazo a la propuesta y continuar con la huelga. 288 trabajadores se han manifestado en esta dirección, frente a 115 partidarios de aceptar el pre-acuerdo, 1 voto en blanco y 1 abstención.
La plantilla exige una reducción de la jornada laboral, que es superior a la pactada en el convenio de la siderometalurgia de Zaragoza. La empresa aun así pretendía incrementarla todavía más, aunque ahora ha reducido sus expectativas hasta una reducción la mitad que lo que demandan los trabajadores. ¿Cómo puede ser que un convenio de empresa conlleve peores condiciones, en este caso en jornada, que el provincial? Es una de las “joyas” de la reforma laboral de Rajoy que pretende liquidar las conquistas obtenidas con años de lucha en muchas empresas.
También se exige un incremento salarial de 750 euros al año, frente a la congelación salarial que la empresa viene imponiendo los tres últimos años y que pretendía prorrogar otros tres más. La plantilla en huelga ha forzado a la empresa a ofrecer 400 € en 2015, 450 € en 2016 y 500 € en 2017.
Sin embargo el punto donde se muestra más dura es en una de las demandas más importantes de la plantilla, el fin de la doble escala salarial. Una de las medidas de precariedad y división de los trabajadores más común en muchas empresas, que impone peores salarios para los trabajadores que se incorporan recientemente, afectando especialmente a la juventud. La empresa se ofrece únicamente a rebajar de 4 a 3 años el periodo de doble escala salarial.
Los avances muy parciales en jornada y salario no son suficientes para los trabajadores de Alumalsa. Reconocen que si la empresa se aviene a ofrecer algo en esta materia es gracias a la fuerza con la que ha arrancado la huelga. Hasta que no se han puesto en movimiento la patronal mantenía una actitud de negarse si quiera a abrir la negociación. Por ello consideran que deben mantener el combate para alcanzar el resto de reivindicaciones como la supresión de la distribución irregular de la jornada, haciendo a los trabajadores cubrir turnos que no son suyos, el porcentaje de paso a plantilla indefinida o la prohibición del despido libre, entre otras.
Algunos medios como, el Heraldo de Aragón, daban por hecho el fin de la huelga antes de las votaciones, afirmando que: “El resultado del preacuerdo hará que se desconvoque la huelga indefinida que la plantilla mantiene desde el pasado 1 de julio”. La prensa oficial se ha equivocado. Los trabajadores de Alumalsa están dispuestos a pelear para dejar de retroceder y empezara reconquistar gran parte de lo perdido por décadas de reformas neoliberales del PP y el PSOE y los últimos años de crisis en la que las direcciones sindicales han dejado caer el peso de la crisis sobre los trabajadores.
Desde La Izquierda Diario seguiremos el desarrollo de la huelga y las movilizaciones y esperamos que esta huelga, junto a la reciente de Movistar y otras que se vienen produciendo, estén marcando un cambio de signo en el movimiento obrero que permita hacer pagar la crisis a los capitalistas.