En estos días se han hecho públicas las diferencias políticas que hay dentro de la CUP. Dos corrientes internas, Endavant OSAN y Poble Lliure, tienen líneas políticas opuestas sobre la investidura de Artur Mas.

Durante estos tres años, la CUP ha desarrollado una estrategia de Mano tendida (mà estesa) a Artur Mas, Convergència y Esquerra Republicana. Estrategia que significó ceder la dirección política y la iniciativa a Artur Mas en el movimiento por el derecho a decidir. Mientras el tándem CDC-ERC votaba recortes sociales durísimos.

En estos días dentro de la CUP se está dando una fuerte discusión interna. El debate fundamental gira en torno de si apoyan o rechazan la investidura del President Mas, aunque hay un debate más profundo.

Poble Lliure

Poble Lliure ha publicado una declaración para aclarar su posición en el debate interno. De cariz críptico, ya que no se pronuncia claramente si Artur Mas si-no, aunque da algunas pistas de por dónde van los tiros. Poble Lliure plantea “No favorecer la ruptura independentista en el momento actual representa ponerse al costado del Estado espanyol”. De ahí a sumar los votos de la CUP y Junt x Sí, hay un solo paso. Puesto que de lo contrario, ello significará elecciones anticipadas y postergar el proceso de ruptura independentista. Y, define “Que el movimiento independentista actual es un movimiento popular de fondo”. No hay delimitación alguna de la burguesía catalana. A buen entendedor, pocas palabras.

Endavant-OSAN

Endavant-OSAN plantea una negativa completa a investir a Artur Mas: Resistir el embate de la investidura de Mas significaría afirmar esta voluntad de proyecto de sociedad antagonista”. De hecho denuncia correctamente la estrategia pactista del President, “…ahora mismo solo Artur Mas puede en la posición clave de President de la Generalitat con tal de canalizar hacia una salida pactada con el Estado…” aclarando que lo hace en función “de intereses partidistas, y de unos intereses de clase bien determinados” ya que éste y CDC son representantes de la burguesía catalana. Y, por lo tanto, la lucha por el derecho de autodeterminación se debate en “…un doble pols que està lliurant amb l’estat espanyol i amb les classes dominants catalanes”

Esta postura pública es un avance importante respecto de la política de la CUP de los últimos años. El documento de Endavant-OSAN, no sólo denuncia a Artur Mas como el máximo representante de la burguesía catalana, sino que lo hace claramente con Convergència. Y, además, hace una doble delimitación en la lucha política: en primer lugar con el poder opresor del Estado Español, y, a continuación, con la burguesía catalana y sus representantes que buscan imponer su estrategia pactista con el Estado.

Sin embargo, el documento de Endavant es contradictorio con las negociaciones que la CUP tiene desde el 27S con Junts x Sí. Por una parte, está la moción que han votado en el Parlament. Éste tiene una serie de generalidades sobre la lucha contra la pobreza y que finalmente condiciona el derecho a decidir a una negociación con el Estado. Y, por otra, la dirección de Endavant expresa que “la CUP-CC ha presentado un programa de medidas mínimas, que renuncia a plantear cuestiones estructurales de su programa y que serían assumibles tanto por ERC como por la mayoría de Junts pel Sí.”. Cuestión que no se entiende, ya que el grueso de Junts pel Sí, son los diputados convergentes. Incluso ERC fue la garantía de los peores presupuestos sociales.

¿Es posible luchar por la democracia con la burguesía?

La izquierda independentista, desde sus orígenes, tiene un debate sobre cómo luchar por las conquistas sociales y cómo luchar por el derecho democrático de autodeterminación nacional. Esta discusión, se reproduce nuevamente, en relación a la investidura de Artur Mas.

Algunas corrientes planteaban que primero hay que hacer una revolución democrática junto con la burguesía. Por lo tanto, el proceso de autodeterminación nacional debería ser impulsado por todo el pueblo catalán. Es una opinión, que planteó unos meses atrás, Quim Arrufat, diputado saliente: “una parte de la burguesía debe estar, en este proceso”. Y, luego de conquistar la independencia, cada fuerza social lucha por sus propios intereses.

Esta postura parte de una mala interpretación de las ideas de Marx. Éste en el S XIX planteaba que la burguesía aún jugaba un rol progresivo al desarrollar las fuerzas productivas. Y, que en la lucha por acabar con el feudalismo y las instituciones reaccionarias, el proletariado debía luchar con ella para conquistar la democracia y así las libertades necesarias para conquistar el socialismo.

Desde principios del S XX Lenin había demostrado que el capitalismo mundial, se había transformado en imperialista y estaba dominado por un puñado de potencias en lucha sin cuartel por los mercados. Esta transformación hacía que la burguesía de las potencias imperialistas jugase un rol completamente reaccionario. Por lo tanto, era imposible reeditar la alianza de clases que Marx planteara a mediados del S XX.

La experiencia de estos 35 años de democracia para ricos, ha demostrado que la burguesía catalana, no juega un rol progresivo. Ni tampoco, sus representantes políticos. Pujol y Artur Mas han gobernado para los empresarios, como se puede ver en los casos de corrupción ya que ofrecían obras públicas y cobraban sus comisiones. Se ve en todas las reformas liberales contra los trabajadores, en la privatización, en los recortes sociales en sanidad y educación. Se ve claramente en que Convergència i Unió son padres de la reaccionaria Constitución española del 78 y todos los pactos que les unen al poder político de Madrid.

La CUP en la encrucijada

La discusión interna de la CUP, trasciende de lejos lo que es la investidura de Mas. Va mucho más allá. Es una discusión que puede hacer continuar la estrategia de “mà estesa” a Artur Mas y CDC; o que por el contrario, puede permitir desarrollar una estrategia de independencia de clase.

Siguiendo las enseñanzas de Lenin y Trotsky, sostenemos que la burguesía es reacción en toda la línea. Que sólo se podrá ganar reformas democráticas luchando desde la independencia de clase, al mismo tiempo, que luchamos por resolver todas las reformas sociales pendientes. Por ello, entendemos que cualquier fuerza anticapitalista no tiene nada que ver con los representantes de la burguesía y la pequeño burguesía. Los trabajadores catalanes tienen muchísimas más cosas en común con cualquier otro trabajador del Estado que con su propia burguesía.

Publicado por Guillermo Ferrari

Guillermo Ferrari | @LLegui1968 :: Barcelona

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