Esta semana ha sido la peor en el año que Ada Colau lleva al frente del Ayuntamiento. Tres noches de violenta represión al movimiento okupa, primer preso político e inicio del cogobierno con “la casta” del PSC.

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En tiempos de “Ayuntamiento del cambio”, también se reprime violentamente a los okupas, como cuando Trias lo hacía en Can Vies. Aunque no es la responsable directa de la represión, la alcaldesa Ada Colau sí ha justificado las violentas cargas de los Mossos contra los integrantes del Banc Expropiat. «Confianza en la actuación de los Mossos en incidentes tan complicados como estos», tales han sido las palabras de Colau frente a tres noches de durísima represión policial en el barrio de Gracia

Pero ahí no queda la cosa. En ésta semana, Ada Colau también ha profundizado más aún la cruzada contra los trabajadores «manteros». No solo la policía continua con la persecución y sigue sin dejarles sobrevivir vendiendo, sino que ahora ahora los detiene y hasta envía a la cárcel. Ada Colau ha sido la primera alcaldesa en poner preso a un «mantero» por el solo hecho de tratar de sobrevivir y defenderse del enésimo operativo racista de su Guardia Urbana. Ni Trias se atrevió a tanto. Numerosos colectivos están impulsando una campaña de movilizaciones por la libertad de Sibil.

Todo esto en la misma semana en que Barcelona en Comú ha comenzado a gobernar con el PSC. El “partido de la casta” según Pablo Iglesias; o el “partido del régimen”, según Ada Colau. Eso sí, tales apelativos se los propinaban hace ya meses, hoy son socios preferentes.
El PSC es el partido que saqueó las arcas de Barcelona durante 32 años, el partido que llenó de “gerentes” TMB, el partido que dirige el Área Metropolitana de Barcelona. Ese partido regresa al Ayuntamiento… de la mano de Ada Colau después de su peor resultado electoral hace ahora un año.

Con este balance a nadie le debería extrañar que a Colau se la viera tan cómoda y distendida cuando hablaba delante de los grandes empresarios en la 32º reunión del Cercle d’Economia. Mucho más cómoda que ante los trabajadores del Metro o de Serveis Socials. A los «manteros» no ha tenido tiempo en un año para hacerles hueco en su nueva agenda. Se ve que se entiende mejor con los ricachones.

Un primer año también horrible

Esta “semana horribilis” es una muestra de lo que ha sido éste año de la “alcaldía del cambio”. El año en que abandonó el compromiso ante la revuelta de las escaleras: ni acabó con los contratos de Movistar, ni incluyó cláusulas sociales en los nuevos. Todo sumado a su entusiasta apoyo a la celebración del Mobile World Congress, un año más el principal evento capitalista de la ciudad.

Un año horrible en el que también les dijo a los trabajadores del Metro que no se podía negociar cuando hay huelga y en ésta semana quiso imponerles una cláusula de paz social que el jueves rechazaron masivamente los trabajadores en asamblea.

Un año horrible en el que la Guardia Urbana se ha encargado de “limpiar” de «manteros» Las Ramblas, mientras el Rey entraba al Liceu y Ada Colau se vestía de gala para recibirlo en el exclusivo teatro, sede de lo más granado de la burguesía catalana.

Esta semana y lo que es el primer año de Ada Colau no nos muestra ningún cambio. Toda la ilusión con la que fue votada para echar al convergente Trias se va disolviendo aceleradamente. No se puede estar con el gran empresariado y con los trabajadores al mismo tiempo. No se puede recibir al Rey con una cacería de «manteros» y después querer tapar este racismo institucional con una pancarta de «Wellcome Refugees» en la fachada del mismo consistorio que no ha recibido a ningún refugiado en estos meses.

Barcelona en Comú eligió a quien acompañar. Los trabajadores, los inmigrantes y la juventud de Barcelona han comenzado a hacer su experiencia con la “nueva política”.

Publicado por Guillermo Ferrari

Guillermo Ferrari | @LLegui1968 :: Barcelona

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