Un inmigrante sudanés murió este miércoles atropellado por un camión cuando intentaba cruzar el túnel bajo el canal de la Mancha, entre Francia e Inglaterra, que registró una masiva llegada de 1500 personas intentando cruzar el Eurotunnel.

Se trata de un hombre de entre 25 y 30 años, de origen sudanés y que se convierte en el noveno fallecido en el túnel y sus alrededores en los últimos dos meses.

Un camión que bajaba de uno de los vagones que cruzan el canal le atropelló cuando el inmigrante trataba de subir al mismo, agregaron fuentes citadas por EFE.

Es el método que miles de inmigrantes, en su mayoría africanos, eligen para tratar de llegar al Reino Unido, escapando de la miseria de sus propios países y la persecución del gobierno francés contra la inmigración ilegal.

Un conflicto laboral en la empresa de ferris MyFerryLink en el puerto de Calais, que ha semi paralizado el puerto de Calais llevando a muchos camiones a esperar frente a las instalaciones del túnel para poder pasar al Reino Unido, ha facilitado según fuentes oficiales que muchos inmigrantes intenten esconderse en el interior de los vehículos para pasar al otro lado del canal.

Es la segunda noche consecutiva en que en las instalaciones de Eurotunnel, que gestiona el túnel bajo el canal de la Mancha, tiene lugar una masiva llegada de inmigrantes, después de que en la del pasado lunes fueran avistados unos 2.000, según fuentes oficiales.

El primer ministro británico, David Cameron, consideró tras los hechos «muy preocupante» la situación en el puerto francés de Calais. Su preocupación, no obstante, no refería a la miserable situación de miles de inmigrantes. En declaraciones desde Singapur, Cameron expresó su solidaridad «con los veraneantes que encuentran difícil el acceso a Calais por los disturbios» y prometió «hacer todo lo posible para trabajar con Francia a fin de acabar con todo esto».

«No tiene sentido buscar culpables. Se trata de trabajar con los franceses, de poner en marcha las medidas de seguridad adicionales, invertir más donde se necesite… El Reino Unido siempre tomará la iniciativa en eso», afirmó.

El líder conservador anunció también que la ministra del Interior, Theresa May, presidió este miércoles una reunión del comité de emergencia del Gobierno Cobra para analizar la situación.

May abordó ayer el asunto con su homólogo francés, Bernard Cazeneuve, al que confirmó que el Reino Unido invertirá 7 millones de libras (casi 10 millones de euros) en la construcción de una valla de seguridad de 1,9 kilómetros en la terminal del Eurotunnel en Coquelles, en los alrededores de Calais.

Se espera que esta valla, que ya se usó en la cumbre de la OTAN celebrada el pasado septiembre en Gales, esté operativa a finales de mes, junto con una zona de protección para los camiones en dirección al Reino Unido.

Londres y París han acordado además trabajar conjuntamente para deportar a los inmigrantes a sus países de origen, indicó un portavoz del ministerio del Interior.

Por su parte, Francia desplegará 120 agentes suplementarios en la zona, según anunció el ministro del interior francés Cazeneuve. Una medida que responde no sólo a las demandas del Reino Unido, sino al desafío lanzado por Eurotunnel, la empresa concesionaria de la conexión ferroviaria bajo el canal, que pidió a ambos Estados una «reacción apropiada» que permita ejercer «su actividad de transporte con total seguridad».

La llamada “crisis migratoria” está en el centro de los debates de los países integrantes de la Unión Europea. Miles de inmigrantes mueren por año en las aguas del mediterráneo, que se ha convertido en una verdadera fosa común a las puertas de Europa, que devora los cuerpos de miles de hombres, mujeres y niños que huyen desesperados de guerras y hambrunas en África y Asia. A estos se suman los trágicos casos como el del Eurotunnel de Calais.

Las políticas securitarias y xenófobas de los gobiernos europeos, sin embargo, son las que agravan la crisis migratoria, criminalizando a los inmigrantes e imponiendo sobre ellos una brutal represión y persecución a base de vallas, centros de detención (CiEs) y deportaciones forzosas.

Los movimientos migratorios forzados siempre han sido una constante desde el origen del capitalismo y hoy están atravesados por la dinámica de la crisis capitalista.

Mientras los gobiernos se disputan la cuota de refugiados que aceptará cada país y se suceden cada vez más ataques xenófobos de ultraderechistas contra los refugiados, como en los últimos días en Alemania e Italia, decenas de miles de inmigrantes mayores, jóvenes, mujeres y niños, siguen arriesgando sus vidas, escapando de la represión, el hambre y la miseria, con la esperanza de conquistar un mejor futuro.

Publicado por La Izquierda Diario

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