El próximo domingo se desarrollarán las elecciones al Parlamento de Cataluña: ¿Por qué se convocaron elecciones anticipadas?¿Cuáles son las fuerzas políticas que se presentan?¿Qué es el «proceso soberanista» o por el «derecho a decidir»?
Estas elecciones han sido convocadas casi 14 meses antes de la fecha prevista y están cruzadas por el llamado «proceso soberanista» o el «derecho a decidir» del pueblo de Cataluña, una de las 17 autonomías que integran el Estado español.
El actual presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha llamado a elecciones anticipadas y las ha planteado como un «plebiscito por la independencia de Cataluña». Se calcula una cifra de más de 5.510.713 votantes y se elegirán entre 40 candidaturas para un parlamento que cuenta con 135 diputados.
¿Qué es el «proceso soberanista» o por el «derecho a decidir»?
En Cataluña, desde el 2012, se desarrolla un profundo proceso por el «derecho a decidir» del pueblo catalán, que tuvieron su expresión en masivas movilizaciones como la Diada (Día de Cataluña del 11 de Septiembre) del 2012, cuando más de un millón de personas salieron a la calle a favor del derecho a la autodeterminación. Una demostración de fuerzas que se repitió en la de 2013 y se superó en 2014 con más de 1,8 millones de manifestantes.
Otra jornada histórica ha sido la consulta del del 9-N (2014) que, a pesar de las trabas jurídicas y amenazas del Gobierno del PP, el número de votantes se acercó a los dos últimos referéndums —Constitución europea y Estatut— y a las elecciones europeas de mayo de 2014. En la última Diada del 11 de Septiembre de 2015, también se ha expresado con una marea humana de 1,4 millones en las calles.
Las instituciones políticas así como los grandes empresarios del Estado español, se oponen contundentemente a este proceso, amenazando con todo tipo de sanciones legales y económicas en defensa del centralismo imperialista español. A estos ataques se sumaron el presidente Obama en su encuentro con el rey, Merkel, Cameron o líderes de la UE, entre otros.
Este proceso se vuelve a abrir frente a la crisis y cuestionamiento actual del Régimen político basado en la Constitución del 78, que respecto a la cuestión nacional, en el Artículo 2 dictaba: “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.”
De este modo quedaba anulado el “derecho de autodeterminación” y a cambio se establecieron diferentes niveles de autonomía a las regiones y nacionalidades del Estado español, bajo una “Monarquía Parlamentaria” pactada por los principales partidos nacionalistas de la burguesía como el PNV (Partido Nacionalista Vasco) CiU (Convergencia y Unión) el PSOE y hasta el legalizado PCE.
¿Por qué se convocaron elecciones anticipadas?
Los partidos convocantes fueron, en primer lugar, Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), el partido que lidera Artur Mas. Junto a otra fuerza de la centroizquierda catalana, Esquerra Republicana (ERC), acordaron un pacto para una «hoja de ruta» que continúe el llamado «proceso soberanista» y lograr una mayoría absoluta de diputados a favor de la independencia.
Si estas fuerzas ganaran, prometen en un plazo de 18 meses constituir las estructuras propias de un Estado (hacienda, seguridad social, interior) y negociar con el Estado cómo hacer efectiva la independencia. Culminada la negociación, convocarían elecciones catalanas constituyentes.
El gobierno conservador de Artur Mas, —vanguardia de los peores ajustes, recortes, y con un gran prontuario de casos de corrupción—, viene encabezando el «proceso soberanista» con un discurso independentista demagógico, en un intento de desviar las grandes movilizaciones en las calles.
Las ha utilizado para imponer su «hoja de ruta»: la constitución de un bloque soberanista que gane unas elecciones plebiscitarias, forme un gobierno de unidad que continúe aplicando los planes de ajuste de su agenda y abra una negociación con el Estado central en la que se intercambie el derecho de autodeterminación por alguna cuota mayor de auto-gobierno.
A pesar de ello, la última Diada del 11 de Septiembre de 2015 muestra que en las calles y en el pueblo catalán el «derecho a decidir» sigue vivo, por lo que el resultado del 27-S tiene gran importancia para la situación política de Cataluña y el Estado español.
¿Cuáles son las fuerzas políticas que se presentan?
Las candidaturas se presentan en las cuatro provincias de Cataluña: en Barcelona, se presentaron 10; en Girona, 12; en Lleida, 11; y en Tarragona, 10. Se podrían dividir entre las llamadas «soberanistas» o independentistas y las que están en contra de la independencia catalana.
¿Cuáles son las candidaturas independentistas?
Junts pel sí (JxSÍ, Juntos por el Sí): es una coalición electoral formada por Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Demòcrates de Catalunya y Moviment d’Esquerres.
Están a favor de una declaración de la independencia de Cataluña. Aunque, a diferencia de la izquierda independentista, están en contra de una Declaración Unilateral por la Independencia (DUI), y proponen una declaración de inicio de proceso y de negociación hacia la independencia.
También participan organizaciones independentistas Asamblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural, la Asociación de Municipios por la Independencia y Súmate. El cabeza de lista por Barcelona será el ex-eurodiputado de ICV Raül Romeva, seguido de Carme Forcadell (ANC), Muriel Casals (Òmnium Cultural), Artur Mas (CDC) y Oriol Junqueras (ERC). Por Gerona, el cabeza de lista será el cantautor Lluís Llach, por Tarragona el economista Germà Bel, y por Lérida el funcionario Josep Maria Forné.
CUP (Candidatura de Unidad Popular): el principal referente de la izquierda independentista catalana. El 27-S confluye con otras organizaciones de izquierda en una candidatura llamada Candidatura d’Unitat Popular – Crida Constituent (CUP-CC).
A diferencia de JxSÍ, están a favor de una DUI y de que el nuevo parlamento garantice la redacción de una constitución sometida a referéndum.
El cabeza de lista por Barcelona es el periodista Antonio Baños y participan la CUP, Endavant, Poble Lliure y otras organizaciones de la izquierda independentista catalana. En las elecciones del 24 de mayo de 2015 la CUP presentó 163 candidaturas, frente a las 72 con las que concurrió en 2011, lo que comportó un fuerte incremento de listas (más del doble).
¿Cuáles son las perspectivas electorales de las “fuerzas soberanistas”?
La izquierda y la derecha independentista plantean estrategias opuestas: CUP es anticapitalista y pretende ligar las demandas democráticas con las demandas sociales. CDC y Artur Mas, además de ser capitalista es el liquidador por excelencia de las demandas sociales básicas y de cualquier proceso democrático en Cataluña.
El escenario parlamentario post-27S apunta a una mayoría absoluta de las fuerzas soberanistas. No obstante, “Junts pel Sí” necesitará por lo menos la abstención de la CUP para mantener su hoja de ruta: “abrir un proceso de negociación con el Estado”. Baños anunció que los diputados de la CUP podrían abstenerse para facilitar la investidura de Artur Mas y que darían apoyo “a muerte” a un futuro gobierno de “concentración, plural, amplio, leal, de consenso” y “comprometido con la constitución de una república catalana y un plan de choque de emergencia contra la pobreza”
¿Cuáles son las candidaturas que no bregan o están en contra de la independencia?
Cataluña Sí que es pot (Cataluña Sí se puede): es una coalición electoral para el 27-S, semejante a la plataforma Barcelona en Comú que trunfó con Ada Colau en las elecciones municipales de 2015. Está integrada por Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Esquerra Unida i Alternativa (EUiA), Podem (Podemos) y Equo.
En contra de la DUI y propone, tras un proceso constituyente en Cataluña y España, que la conformación de “una república catalana es tan compatible con un horizonte independentista como con uno federalista o confederalista”. Su cabeza de lista por Barcelona será Lluís Rabell, hasta ahora presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona.
PSC (Partido Socialista de Cataluña- PSOE en Catalunya): en contra de la independencia proponen una ‘España federal’, una “reforma de la constitución” y una “tercera vía” entre Cataluña y el Gobierno central. El candidato es Miquel Iceta, uno de los fundadores del PSC.
El PPC (Partido Popular de Cataluña): en contra de la independencia proponen mantener el sistema autonómico y mejorar la financiación. Su candidato es Xavier García Albiol, exalcalde de Badalona y famoso por sus campañas racistas contra los inmigrantes como la xenófoba «Limpiando Badalona».
Fervientemente contrario a la independencia y a cualquier proceso por el derecho a decidir, ha dejado abierta la posibilidad de pactar con Ciutadans y el resto de formaciones no independentistas después del 27-S.
Ciutadans (Ciudadanos): en contra de la independencia, proponen mantener el sistema autonómico y mejorar la financiación. Es un partido de derecha nacido en 2006 en Barcelona. Ha tenido una rápida extensión en todo el Estado alcanzando representación en diversos órganos legislativos de comunidades autónomas, en el Parlamento Europeo y en algunos municipios del país. Su candidata es Inés Arrimadas y ha pedido al primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y al PP su apoyo para formar un «gobierno no secesionista» liderado por C’s.
Unió: En contra de la DUI. Defienden la “plena soberanía” de Cataluña tras un pacto con el Estado. Relación confederal, aunque no renuncian a la independencia. Su candidato es Ramon Espadaler -ex- consejero de Interior esta última legislatura- y se presenta sólo tras 37 años de coalición con CDC, el partido de Artur Mas, con el cual ha roto precisamente después del llamado a elecciones anticipadas.
La cuestión catalana es una verdadera cicatriz que se vuelve a abrir ante la crisis y cuestionamiento del régimen actual del Estado español. Las elecciones del 27-S tienen una gran relevancia en todo el Estado y repercusión internacional, ante un proceso profundo muy difícil de resolver en los marcos del Régimen del 78.