Pablo Iglesias se mete de lleno en la campaña electoral catalana del 27 de Septiembre, generando un gran revuelo político con sus intervenciones que lo llevaron incluso a pedir disculpas.
El plan de Iglesias de cara a la campaña electoral autonómica del 27S es estar nueve días en Cataluña, en especial en Barcelona -su capital- así como en varias ciudades de su área metropolitana o «la Cataluña del extrarradio», como él mismo la calificó, históricamente feudos del Partido Socialista catalán. Iglesias participará en al menos siete de los 12 actos previstos en Barcelona.
Y es que sin duda a nadie le pasa desapercibida la importancia de la campaña Catalana del 27S para las próximas generales, no sólo ya por ser de facto una de las capitales del Estado por su población y peso económico, sino por concentrar en sus tensiones políticas uno de los mayores cuestionamientos a uno de los pilares constitutivos del régimen nacido en la transición del franquismo a la democracia, es decir, la «indisoluble unidad de España».
Cualquier gobierno que surja de las generales deberá lidiar con «la cuestión catalana» por lo que a ninguno le es indiferente cómo quedará conformado el nuevo gobierno y la relación entre las distintas fuerzas, y por lo tanto qué curso puede tomar este proceso.
Todos los partidos estatales (Podemos, Ciudadanos PP y PSOE), además de las expresiones políticas propia de Cataluña, se medirán en estos comicios, en los que las fuerzas independentistas quieren darle un carácter plebiscitario con respecto a la secesión del Estado.
Las distintas encuestas le atribuyen a «Cataluña si que es pot», el segundo o tercer puesto según a cual de ellas se atienda. La candidatura esta formada por una coalición electoral en la que además de Podemos participan Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) y Esquerra Unida i Alternativa (EUiA) y Equo.
Pablo iglesias pasó prácticamente de la indiferencia a la política catalana y el proceso soberanista, a meterse de lleno en la carrera electoral mostrando alguna de las postales más pintorescas de la campaña.
Figurando más incluso que el propio cabeza de lista de la candidatura «Si que es pot» , Lluis Ravell, bastante menos conocido, y quizás a esto responda también el vuelco del secretario General de Podemos.
Pero también se puede considerar que el propio Pablo Iglesias ya ha comenzado su campaña electoral de cara a las generales, ya que una mala elección en Cataluña podría debilitar su figura hacia los próximos comicios. En el marco del desinfle en la intención de votos para esta formación, en parte por la frenada de la caída del PSOE.
Artur Mas y Pablo Iglesias hacen «el indio»
Artur Mas con retórica «apache» decía en un mitin «Grandes jefes, PP, PSOE, Podemos, venir reserva catalana, decir indígenas que conviene votar… Gran corte de manga. En el lenguaje de la reserva se llama gran butifarra.»
A lo que Pablo Iglesias respondió en un mitin desde Barcelona «Coleta Morada -él mismo- mandar señales de humo a Pequeño Pujol- en referencia a Artur Mas y su mentor Jordi Pujol-. Coleta morada no entender Pequeño Pujol votar reforma laboral con Gran Jefe Plasma -Mariano Rajoy-. Coleta Morada no fumar la pipa de la paz con tu», dijo acompañado con el ritmo de la conocida canción «Cuervo Ingenuo» del fallecido Javier Krahe.
También se despachó con Ciudadanos diciendo que «Pájaro Naranja -por Albert Ribera- ser Gaviota azul» en alusión al logo y los colores del PP.
A pesar de las verdades como puños contra Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) -quien encabeza la lista de «Junts pel Sí»- y Ciudadanos, Pablo Iglesias hace trampa. Aunque dice ser partidario del derecho a decidir de los catalanes y catalanas en múltiples entrevistas, ha dejado muy claro que debe ser dentro de un proceso constituyente en todo el Estado español, es decir desde el respeto al Régimen del 78. Lo que pone en entredicho la autonomía de los catalanes a ejercer ese derecho. Argucia similar a la esgrimida por los socialistas. Esta siempre ha sidola estrategia de Podemos para Cataluña.
Incluso si ayer se asociaba con Tsipras para conseguir un aventón, que resultó un fracaso anunciado para enfrentar a la troika, hoy se sube al carro de la victoria del laborista Jeremy Corbyn que no promete nada mejor; «Por fin vamos a contar con un aliado en Reino Unido con el que compartimos diagnóstico y un proyecto de defensa de los derechos sociales mediante políticas que combatan la desigualdad», escribió en una columna de opinión en el conocido medio Ingles «The Guardian»
Pablo Iglesias muestra la hilacha
El candidato Lluís Rabell ha sido acompañado el miércoles 23 por Iglesias en un acto en el municipio de Rubí, quien se ha esforzado en remarcar que «votar Catalunya Sí que es Pot es votar Podemos» para contrarrestar las dificultades de una marca casi desconocida en una campaña electoral muy polarizada.
En este mismo acto, Pablo Iglesias apelaba a las raíces de los descendientes de quienes en el pasado emigraron a Cataluña para animarles a votar contra Artur Mas en los próximos comicios. «Esa gente de barrio, esa gente de barrio que no vota tiene que sacar los dientes. Esa gente de barrio que no se avergüenza de tener abuelos andaluces o padres extremeños tiene que sacar los dientes», dijo en un discurso que rallaba la exaltación nacional española y que ha originado mucho debate en las redes sociales.
Entre quienes replicaron las palabras del secretario general de Podemos se encuentra David Fernàndez, una de las personalidades mas importantes de la CUP, quien escribió en su cuenta de Twitter:
https://twitter.com/HiginiaRoig/status/641732037586624512
Antonio Baños, el cabeza de lista de la CUP como independiente por Barcelona en las elecciones del 27S, también se refirió a los desafortunados comentarios de Iglesias como «paracaidismo étnico».
Pablo: Menos Ana Rosa y más patearse el área metropolitana. Que el paracaidismo étnico no mola.
Baños. De barrio,abuelos murcianos e indepe— Antonio Baños (@antoniobanos_) September 13, 2015
Incluso este revuelo lo llevó a disculparse, «Si a alguien he ofendido con mis palabras, lo siento mucho» y se ha escudado en que la intención de sus palabras era movilizar a ese segmento del electorado de cara al 27-S.
Aunque Podemos ocupa el espacio político de Izquierda Unida, el plan de sus líderes sigue siendo llegar al electorado socialista desencantado.
Podemos defiende que la proyección electoral de su partido «no se explica sin el hecho de que nuestro Partido Socialista se había convertido ya para muchos ciudadanos en algo muy parecido al Partido Popular». Lo que no impide que esta formación haya llegado a acuerdos con el PSOE en ciudades y comunidades clave, así como no han cerrado la puerta a pactos posteriores a las próximas elecciones generales.
El problema radica en que Podemos, que se proponía como fuerza «renovadora» cada vez se parece mas a lo viejo que decía combatir.