La Presidenta del Partido Socialista Andaluz y actual Presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, comunicó finalmente su intención de adelantar las elecciones autonómicas al próximo 22 de Marzo, certificando la crisis del gobierno andaluz.

Como en el famoso libro del escritor Gabriel García Márquez, la descomposición del gobierno de coalición andaluz entre socialistas y e Izquierda Unida (IU) era la crónica de una muerte anunciada. Los diferentes desencuentros que a lo largo de los 16 meses de gobierno se habían producido entre ambos partidos llegaron a un camino sin retorno el pasado diciembre.

El primer suceso en tensar la cuerda fue la intención de la ejecutiva federal de IU de celebrar un referéndum entre su militancia para que ésta decidiera si se debía mantener o por el contrario finalizar la alianza con los socialistas. Susana Díaz calificó de “radical” este movimiento de IU mientras que aseguró que decisiones de este tipo tan solo comportan “inestabilidad política”.

El segundo acontecimiento que terminó por descarrilar al Gobierno de coalición fue la intención del Vicepresidente andaluz, Juan Diego Valderas (IU) de visitar los campamentos de los refugiados saharauis de Tinduf (Argelia). Díaz salió rápidamente al paso asegurando que ningún miembro de su gabinete realizaría dicha visita.

Por último, la mandataria socialista no ha encajado que el nuevo referente de la IU a nivel estatal, Alberto Garzón, muestre posturas más próximas a una confluencia con el partido de Pablo Iglesias, Podemos, y se aleje de este modo del Partido Socialista.

IU suma grietas a su crisis

Pocos días después de conocerse la dimisión del concejal de Madrid, García Castaño (IU), la federación vuelve a sufrir el impacto de una noticia difícil de digerir. El fin del gobierno andaluz y las elecciones autonómicas anticipadas son un golpe más para una formación que en los últimos meses observa con impotencia su crisis interna y su caída electoral en pro de Podemos.

Pero los frutos amargos que hoy come IU no son consecuencia de un día. La formación ha sido hasta ahora el compañero de baile que permite llevar a cabo las políticas de austeridad y recortes de la propia Susana Díaz en Andalucía. La formación tampoco ha sido ajena a los escándalos de corrupción que sacuden de forma diaria la política española. empezando por los 4 imputados que tiene la formación por el caso conocido como “tarjetas black”, un entramado de corrupción y sueldos escandalosos tejido entre políticos y banqueros en la Comunidad Autónoma de Madrid.

Ni siquiera la irrupción interna de Alberto Garzón ha conseguido frenar el descredito que sufre la formación. IU contiene en su estructura tantas grietas que un parche no sirve para devolverle brillantez.

A la búsqueda del “centro del tablero”

El adelantamiento de los comicios pone en marcha la maquinaria de los diferentes partidos para ir sumando adeptos y escalar al poder.

Para muchos analistas, e incluso para los miembros de IU en Andalucía, la maniobra de Susana Díaz responde a un movimiento estratégico de ésta en el objetivo de presentarse a las primarias del Partido Socialista en Junio. Pedro Sánchez, que consiguió frenar en primera instancia la debacle del PSOE en el Estado Español, observa como los máximos barones de su partido empiezan a mover ficha para que la actual presidenta de Andalucía acabe siendo quién se bata con el Partido Popular y con Podemos en las próximas Elecciones Generales de Noviembre.

Por su parte IU observa como a pesar de su fiel seguidismo a toda política de austeridad del partido socialista andaluz no ha tenido recompensa. La formación liderada por Diego Valderas se encuentra una situación compleja. Los sondeos la dejan por detrás de socialistas, populares y Podemos, y no cuenta con la posibilidad de jugar la baza del discurso regeneracionista, ya que ha sido colaborador estrecho en las políticas de austeridad de Susana Díaz este último año y medio.

Por último Podemos se encuentra ante sí con la primera prueba de fuego en su camino hacia la Moncloa. El partido de Pablo Iglesias se ha puesto manos a la obra en preparar una campaña contra reloj. Podemos decidió postergar el proceso de elección de su dirección autonómica, para centrarse en los comicios andaluces.

En las elecciones para la dirección de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, que había formado parte del ala crítica a Pablo Iglesias, llegó a un acuerdo con éste para presentar una lista unificada. Como alternativa, por izquierda, se presentó la lista “Andalucía desde abajo”, formada por activistas de varios círculos de base.

Andalucía será la primera muestra de cómo se configura el nuevo tablero político en España, por lo que las próximas elecciones serán decisivas en muchos niveles.

Publicado por Ivan Borvba

Iván Borvba | @Ivan_Borvba :: Barcelona

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