La crisis de gobernabilidad abierta en el Régimen del 78 tras el 20D está lejos de cerrarse. El PNV dice “no” a Rajoy. Iglesias busca un pacto con Sánchez mientras éste mira hacia otro lado.
Sería aventurado apostar por el desenlace final de este segundo intento de crear gobierno. Pero lo que sí parece quedar claro tras los primeros compases de negociación, es que la crisis de gobernabilidad abierta el pasado 20D y prolongada con los resultados del 26J, dista mucho de acercarse a su fin.
El Partido Popular, con su candidato Mariano Rajoy a la cabeza, es el encargado de intentar encontrar los apoyos suficientes para la investidura y para la posterior configuración de gobierno. Y esta vez, a diferencia del pasado 20D, sí ha aceptado el encargo del monarca para realizar la tarea.
Rajoy inició su ronda de encuentros el pasado martes con Coalición Canaria, reunión en la que también participó la presidenta del Partido Popular, de la cual salió una primera hoja de ruta para negociar en las próximas semanas.
No obstante los primeros reveses para el candidato “popular” no se han hecho esperar. Durante el día de ayer, Mariano Rajoy se reunió con el portavoz del PNV, Aitor Esteban, y con Gabriel Rufián y Joan Tardà, portavoces de ERC.
En el encuentro con los nacionalistas vascos, Esteban ha dejado claro al candidato que su formación está situada en el campo del “no”. El portavoz de la formación nacionalista ha argumentado que la decisión de su partido se sustenta en la “experiencia del gobierno del Partido Popular en los últimos años”, en los cuales, ha apuntado, “ha sido un rodillo parlamentario”.
Esteban ha señalado que la cuestión de los presos vascos no es una línea roja para su partido, a diferencia de la posición del lehendakari. El portavoz del PNV ha enfatizado que, si bien no rechazan sentarse a negociar en un futuro, actualmente las posiciones están muy alejadas.
La valoración del Partido Popular ha estado a cargo de su portavoz parlamentario, Rafael Hernando. El portavoz del grupo popular ha enfatizado que, si bien todas las formaciones son relevantes en el Congreso de los Diputados, su formación está por un pacto más estable. Rafael se ha referido así al PSOE, asegurando que “aquí de lo que se trata es de llegar a un gran acuerdo con quien tiene capacidad esencial para desbloquear la situación y este es el PSOE”.
Por otro lado, el encuentro entre los “populares” y ERC tampoco ha traído ninguna sorpresa. Como era de esperar, la formación independentista niega su apoyo a Mariano Rajoy y al Partido Popular, asegurando que se encuentran en las “antípodas” de éstos.
Sus portavoces no han desaprovechado el encuentro para cuestionar a Mariano Rajoy por la actitud de su Ministro del Interior y candidato al Congreso por Barcelona, Fernández Díaz, con el caso de las escuchas en colaboración con la Agencia de Fraude de Cataluña.
Del mismo modo han aprovechado para transmitir su mensaje y objetivo al candidato, que no es otro que alcanzar la república catalana. Como único hilo de análisis que se puede extraer de las declaraciones de Tardà y Rufián frente a los medios, está la afirmación “solo apoyaremos a un Gobierno de izquierdas y progresista”. Aviso a navegantes.
Si Mariano Rajoy y el Partido Popular no están recibiendo buenas noticias estos primeros días, menos tranquilo baja el río por Ferraz. La dirección actual del Partido Socialista no se cansa de repetir que no está va a permitir un nuevo gobierno del Partido Popular.
Ahora bien, son muchas las voces críticas dentro de la formación socialista. Entre ellos la del líder de los socialistas vascos y muy cercana a Sánchez, Idoia Mendia, que tras reunirse con él en Ferraz ha asegurado que no sería descartable que tras el próximo Comité Federal haya un a cambio de posición, y el “no” deje de ser tan “definitivo”.
El único foco de acuerdo ahora mismo para Ferraz pasa por Unidos Podemos. Ahora bien, mientras desde una orilla reclaman pactos con los socialistas, estos miran para otro lado. Fuentes del PSOE aseguran que las opciones de pacto con UP están cerradas, y que en los encuentros que esta semana está llevando a cabo el líder socialista con los diferentes dirigentes federales, este es un asunto que no se está tratando.
Habrá que esperar para ver si las tensiones internas del PSOE y las propias presiones del Régimen y del establishment, provocan que Sánchez mantenga el veto a Rajoy o por el contrario facilita un gobierno del Partido Popular.
Por su parte, Unidos Podemos, sigue con su particular “ralentización de los tiempos políticos”. En una entrevista publicada por Eldiario.es, Pablo Iglesias asegura sentirse “tranquilo” y convencido de que ahora “la competición vuelve a empezar”.
En esta línea el líder de la formación reformista apunta a que su partido se encuentra un proceso de conversión, pasar de ser “partisanos a ser un ejército regular”. Esta metáfora, que no viene si no a expresar la completa adaptación de Podemos al sistema parlamentario burgués, es a día de hoy la brújula de la formación morada.
No obstante, dentro de estos “momentos de congelación”, como cataloga Errejón a la etapa parlamentaria, Iglesias no pierde la oportunidad para volver a lanzar un mensaje al partido socialista.
En la citada entrevista, el candidato de UP asegura que “si el PSOE diera un paso adelante, que no lo ha dado todavía, y sobre la base de su programa, no de un acuerdo, nos hiciera una propuesta, nosotros estudiaríamos con detalle la posibilidad de apoyarles. En aras de evitar un Gobierno del PP, si el PSOE da un paso adelante y propone algo, nosotros lo estudiaremos. Seguirían dando los números para un Gobierno de características similares al que propusimos hace unos meses”.
A pesar de sus deseos, Iglesias continúa su respuesta asegurando que el PSOE “da la impresión de que ha renunciado a la iniciativa. Creo que hay demasiados elementos en ese partido, el propio silencio de Sánchez es elocuente, que apuntan a que el PSOE facilite, aunque baile hasta el final, un Gobierno del PP mediante alguna abstención”.
Tras lo anteriormente expuesto parece claro que la luz al final del túnel es aún, a día de hoy, tenue y difusa. No obstante entre todas las piezas sí queda claro cuál es la más inestable, el partido socialista.
Una entrada en el gobierno junto al Partido Popular o la abstención (sí el PP suma los apoyos necesarios), son las acciones más plausibles a estas horas para evitar unas terceras elecciones como reclama el establishment y la gran patronal. Más allá de la cantinela de Ferraz, queda por ver hasta cuando Sánchez y su equipo aguantan las presiones internas y externas y cuales serán los costes para su formación.