Diversas organizaciones feministas y otros colectivos ponen en alerta la gran cantidad de casos de agresiones sexuales que se dan durante las fiestas de barrios y pueblos de Barcelona, y proponen medidas de autodefensa y un “Protocolo contra las agresiones sexista”.
Como ya comentamos en otro artículo, hace varios días que se abrió la polémica ante la denuncia de varios casos de agresiones sexuales durante las fiestas de San Fermin de Pamplona (Navarra).
Este es uno de los ejemplos más mediáticos, pero lamentablemente los casos de violencia sexual también son una realidad muy común en las fiestas populares de gran parte de pueblos y ciudades. Del mismo esta dramática situación se reproduce en Barcelona.
Ante esta realidad distintos colectivos y organizaciones llevan años realizando campañas para denunciar y a la vez tomar iniciativas de prevención y actuación ante ello. Algunos colectivos como la Asamblea de Mujeres Feministas del Barrio de Gracia, La Trama en el barrio de Sants, El colectivo de mujeres, trans, lesbianas de la Base en Poble Sec o Justa Revolta en ciudades como Sabadell, enfrentan la violencia patriarcal a distintos niveles.
Una de las iniciativas más recientes es la aplicación de distintos “protocolos de actuación ante los casos de agresión sexual” que se den en los espacios de fiestas mayores en los barrios. En algunos casos van más allá y también trasladan estas campañas a los movimientos sociales.
El objetivo de estas campañas es prevenir y concienciar socialmente de esta realidad, así como facilitar herramientas para hacer frente, in situ, a cualquier tipo de agresión sexual. Las distintas medidas van desde ofrecer un espacio de acompañamiento donde las víctimas de la agresión puedan dirigirse, así como qué tipo de respuestas tomar contra los agresores.
El consumo de alcohol y otras sustancias, las mayores aglomeraciones de gente, son algunas de las “razones” que se relacionan con el aumento de agresiones sexuales en estos contextos. Sin embargo, los distintos colectivos coinciden en denunciar contundentemente que esto nunca es una excusa. Por ejemplo, una de las premisas del Protocolo contra las agresiones sexistas de las Fiestas Mayoers de Poblesec es “Nada justifica una agresión (ni las drogas, ni el vestuario)”
Ante un sistema que prepondera y se nutre de los valores y la opresión patriarcal, muchas veces se “naturalizan” las conductas de agresión sexista. Los casos de abuso y agresión suelen ser completamente invisibilizados, a la vez que se utilizan excusas -como la que acabamos de mencionar- para justificarlos.
De la misma manera que son invisibilizados, hay muchos tipos de agresiones que a veces ni se contemplan. Los colectivos mencionados reiteran la importancia de contemplar cualquier tipo de agresión sexual, tanto si es a nivel físico como en otros niveles.
Por otra parte, estas campañas también denuncian la gravedad que supone la concepción machista y socialmente aceptada de culpabilizar a la propia víctima de lo que ha sufrido ya sea juzgándola por la ropa que lleva o por la forma de vivir su sexualidad.
Las mismas instituciones judiciales, policiales y otros organismos propios del Estado, así como los medios de comunicación hegemónicos, muchas veces son cómplices, a la vez que legitiman estas violencias y la concepción social que se tiene de las mismas.
Incluso, son estas mismas instituciones las que reprimen y coaccionan campañas como las que hemos nombrado. Un ejemplo claro es que en el año 2013 el Ayuntamiento de Barcelona y el Distrito de Gracia multaron con 10.500 € a la Asamblea de Mujeres Feministas del barrio por una campaña de denuncia de las agresiones sexistas y por la defensa del propio cuerpo.
La violencia sexual durante los ambientes festivos es algo muy común. Sin embargo, tal y como los mismos colectivos y organizaciones denuncian, la violencia sexual, así como cualquier otro tipo de violencia de género, es una realidad cotidiana que sufren las mujeres a lo largo del año y en prácticamente todos los contextos de su vida diaria.
Es por ello que los escalofriantes índices de casos de violaciones y otros tipos de agresión sexual no son hechos casuales. Así como no lo es el terrible aumento de los casos de feminicidios.
Campañas como las que hemos expuesto son absolutamente necesarias. Pero a la vez es vital impulsar la organización de la mayoría de mujeres junto a la clase trabajadora para luchar contra el mismo sistema que prepondera y se nutre de estas opresiones, la alianza criminal entre el Capitalismo y el Patriarcado.