Dos mil inmigrantes fueron rescatados en aguas del mediterráneo en un solo día. La Unión Europa y el fracaso de su plan de “reparto de refugiados”. Acciones xenófobas en Italia.
En un solo día, este miércoles, fueron rescatados más de dos mil inmigrantes a la deriva en las costas de Italia. Una confirmación de que la crisis migratoria se agrava cada vez más.
El verano es un momento propicio para emprender el viaje a través del Mediterráneo, arriesgando la vida en embarcaciones precarias, en manos de las redes de traficantes.
Al llegar, los inmigrantes fueron trasladados a diferentes puertos italianos. Algunos pocos, mujeres embarazadas y niños, se podrán quedar en Europa. Todo el resto iniciará el difícil proceso de pedido de asilo, y la mayoría de ellos serán deportados.
Esta semana la Unión Europea fracasó con su plan de “reparto” de inmigrantes entre todos los miembros, al negarse varios países del este de Europa a recibir su “cuota” de refugiados. En el caso de España, el gobierno se negó a aceptar más de 1300 refugiados, lejos de los 4000 que Bruselas buscaba asignarle.
En Italia es donde más se concentran las tensiones, al ser uno de los países a donde más inmigrantes llegan cada día a través del Mediterráneo.
Hace unos días se produjeron acciones xenófobas en el norte de Italia y en Roma, donde grupos fascistas protestaron contra la llegada de refugiados.
Para evitar la llegada de los inmigrantes, los vecinos racistas hicieron una sentada frente al centro social de acogida. Se sumaron a la protesta militantes de organizaciones fascistas como CasaPound.
Los medios italianos mostraron a los militantes fascistas protegidos con casco y a rostro descubierto golpeando con palos y paraguas a los antidisturbios, después de lanzar botellas y palos contra el autobús en el que viajaban una veintena de inmigrantes.
Para reforzar el terror sobre los refugiados, los vecinos lanzaban gritos y mostraban pancartas contra la presencia de inmigrantes.
La tensión en el norte de Italia subió después del cierre de la frontera francesa en Ventimiglia, generando una nueva crisis migratoria.
Los diferentes gobiernos europeos incentivan la xenofobia, y quieren sacarse de encima a los inmigrantes como si fueran desechos tóxicos.
La xenofobia es una política de Estado, como lo mostraron lasdeclaraciones del ministro de exteriores de España, comparando a los inmigrantes con “goteras en el techo”, que “inundan la casa”.