La guerra encabezada por EEUU en Siria e Irak atraviesa la escena internacional. Obama en la ONU busca apoyo para la ofensiva militar. Francia lanza nuevos ataques en Irak junto con EEUU. El gobierno británico se sumaría a la coalición.
La guerra en Siria e Irak continúa escalando.Cazas franceses atacaron este jueves objetivos del Estado Islámico (EI) en Irak y EEUU redobló los bombardeos en Siria. Los ataques franceses fueron los primeros desde el pasado 19 de septiembre cuando París se sumó a la ofensiva, y se dan luego de que fuera asesinado el turista francés Hervé Gourdel en Argelia por el grupo Yund al Jilafa, vinculado al Estado Islámico. Con la participación en la guerra, Hollande intenta utilizar la política exterior para mostrar la autoridad y la efectividad cuya falta se le critica en el plano interno.
Los bombardeos norteamericanos en Siria se centraron en las refinerías de petróleo controladas por el Estado Islámico (EI) con el objetivo de dañar sus fuentes de financiamiento. El Ejército estadounidense dijo que, junto a Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, usó cazas y drones para atacar 12 refinerías de crudo, que generan unos 2 millones de dólares diarios al Estado Islámico. Estos ataques también estarían destinados limitar la capacidad del EI para operar entre las fronteras de Irak y Siria.
Solo en Siria en este último ataque murieron 5 civiles, el martes pasado las víctimas civiles, según del Observatorio Sirio de Derechos Humanos fueron más de 20, entre ellos dos niños. Simples “daños colaterales” para el imperialismo. En el norte de Siria 120 mil personas en su mayoría kurdos huyeron de la ofensiva del EI a la frontera con Turquía, y el gobierno turco les dio la “bienvenida” gaseándolos. Y estos hechos son solo el comienzo. Desde que EEUU comenzó la guerra en Irak en el 2003 los muertos superan con creces el medio millón de personas.
Los combates sobre el terreno continúan a las puertas de la ciudad de Kobane, en la región kurda del norte de Siria. Por su parte, el Estado Islámico invadió una base militar iraquí, el campamento de Saqlawiya, en las afueras de Faluja, matando y capturando a cientos de soldados iraquíes.
Contrariamente a lo que muestra el escenario en Irak, su primer ministro, Haider al-Abadi, aseguró en el Consejo de Seguridad de la ONU que sus fuerzas han tenido éxito en el combate contra eI Estado Islámico. Lo cierto es que Abadi, quién presenta su gobierno como de “unidad nacional”, viene fracasando en encolumnar a los dirigentes de las tribus sunnitas para la ofensiva contra el Estado Islámico. Al-Bajjari, vocero de la coalición de tribus sunnitas, declaró: “Hay cientos de pobres personas encarceladas sin haber sido juzgadas, y actualmente también nos matan los extremistas, mientras que los militares bombardean nuestras ciudades con bombas de barril y misiles al azar”.
Las dudas sobre la estrategia imperialista en cuanto a quién ocupará el territorio en lugar del ejército norteamericano, tanto en Irak como en Siria, están cada vez más abiertas.
La guerra atraviesa la escena mundial
En la asamblea general de la Naciones Unidas, Obama utilizó su discurso para buscar legitimación para la ofensiva militar en Medio Oriente. Como parte de su discurso también apuntó contra Rusia, aliada del gobierno Sirio de Al-Assad y con la que viene enfrentada alrededor del conflicto de Ucrania, mostrando un escenario complejo que supera la región de Medio Oriente.
Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, anunció que Gran Bretaña se sumará a la ofensiva guerrerista en Medio Oriente y convocó al parlamento británico para su aprobación este viernes.
Aunque los países árabes se han unido a la coalición, los tradicionales aliados de occidente de Washington han sido más lentos en responder al llamado del presidente Barack Obama. Desde el lunes, Australia, Bélgica y Holanda han dicho que enviarían aviones. Sin embargo, han acordado sumarse a los ataques aéreos sólo en Irak y no en Siria, donde los bombardeos se han realizado sin el permiso formal del presidente Bashar al-Assad. Por su parte, Francia dijo el jueves que no descartaba extender los ataques a Siria.
Un curioso episodio se produjo en el marco de la Asamblea de la ONU en Nueva York cuando el primer ministro irakí, al-Abadi declaró ante un pequeño grupo de periodistas que tenía información “cierta” sobre posibles atentados en EEUU y Francia y luego fuentes del gobierno norteamericano salieron a desmentirlo. «Hoy, mientras estoy aquí, he recibido reportes certeros desde Bagdad donde hubo arrestos de (unos) pocos elementos y hay redes planificando desde dentro de Irak realizar ataques», señaló al-Abadi. Y agregó: «Ellos planean perpetrar ataques en los metros de París y de Estados Unidos». Por su parte, según la agencia Reuters, dos altos funcionarios de seguridad del gobierno norteamericano señalaron que EEUU no tiene evidencia para respaldar la denuncia del primer ministro irakí.
La relación con Irán
En su discurso ante la Asamblea General de este jueves, el presidente iraní, Hassan Rouhani planteó que «Los extremistas del mundo se han encontrado el uno al otro y han hecho el llamado ’extremistas del mundo uníos’. Pero, ¿estamos unidos contra los extremistas?». Los comentarios de Rouhani pueden ser leídos como fundamento de un posible acercamiento con Washington y sus aliados frente al interés común de enfrentar al Estado Islámico. Aunque aclaró que «la mejor solución para este dilema proviene de dentro de la región. Plantear soluciones regionalmente con apoyo internacional y no que vengan de fuera de la región».
Un día antes, el presidente de Irán había tenido una reunión con el primer ministro británico, David Cameron, el primer encuentro al máximo nivel entre los gobiernos de ambos países desde la revolución iraní de 1979. El contenido concreto de la reunión no trascendió. Pero el propio Rouhaní publicó en su cuenta en la red social Twitter una fotografía del encuentro, convocado para discutir principalmente sobre ofensiva contra el Estado Islámico en Siria e Irak, según habían adelantado fuentes británicas.
Pero las conversaciones de Rouhaní no terminaron ahí. También se reunió este jueves con el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier. A la salida de la reunión Steinmeier declaró: «Nunca habíamos estado tan cerca como ahora de un acuerdo, pero la verdad es que la fase final de conversaciones que tenemos por delante es probablemente la más difícil». Y agregó: «Ahora es el momento de acabar con este conflicto. Espero que Irán (…) a la luz de la situación en el mundo y la situación en Oriente Medio, se dé cuenta y perciba que no puede permitirse un colapso de las conversaciones”.
De concretarse de alguna forma un acercamiento en torno a la guerra entre la coalición encabezada por el imperialismo norteamericano e Irán, cuestión que aún está por verse, representaría un cambio trascendente en las relaciones amigo-enemigo establecidas por EEUU durante más de tres décadas. Y plantearía toda una serie de contradicciones en torno al resto de sus alianzas en la región, empezando por Israel y siguiendo por sus aliados árabes.