La histórica plaza Syntagma de Atenas ha concentrado este lunes a miles de personas para expresar su rechazo al plan de ajuste de la Troika en el referéndum del próximo domingo.
Decenas de miles de personas, según estimaciones de la prensa, se movilizaron a la Plaza Syntagma de Atenas, donde se ubica el parlamento heleno, convocados por el gobierno de Syriza en respaldo al referéndum del próximo 5 de julio.
“Este país no está en venta ni puede ser chantajeado”, “Resistencia humana contra el terrorismo financiero”, “Votamos no a la austeridad y a los memorandos” o “No Pasarán”, son algunos de los eslóganes que se vieron en pancartas y carteles durante la protesta, acompañados de gritos de “Oxi” (“No”, en griego) a la austeridad y los recortes.
El primer ministro Alexis Tsipras anunció el pasado viernes la convocatoria a un referéndum para el próximo domingo, en el cual los ciudadanos griegos están llamados a decidir si su gobierno debe aceptar o no el último plan de ajuste propuesto por el Eurogrupo y el FMI, cuyas negociaciones se rompieron el lunes.
Aunque la delegación griega hizo una última propuesta que aceptaba la mayor parte de las exigencias de la Troika, el FMI pateó el tablero exigiendo todavía más reducciones en pensiones, subidas de IVA, nuevos recortes y eliminación de impuestos a grandes empresas.
“¿Debería aceptarse el acuerdo que fue entregado por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional en el Eurogrupo del 25.06.2015 y que se compone de dos partes y que constituye su propuesta unificada?”, es la pregunta que deberán responder los griegos en el referéndum del próximo domingo y en el que el gobierno de Alexis Tsipras aboga por el “No”.
Aunque el referéndum es explícito en establecer la opción de rechazo al ultimátum de la Troika –el “No” está primero en la papeleta-, esconde que la alternativa del gobierno de Tsipras, expresada en su última propuesta presentada el fin de semana pasado, implica la aceptación de casi el 90% de las exigencias de los acreedores.
Aunque Tsipras llame a apoyar el “No”, su objetivo es propiciar una reanudación de las negociaciones en las que pueda acordarse un plan de ajuste más moderado que los objetivos de Europa y el FMI, pero un plan de ajuste al fin.
Por ello, hay sectores que ven con desconfianza la convocatoria al referéndum. El rechazo a la política antiobrera y de humillación imperialista al pueblo griego que encabeza la Troika está presente no sólo en quienes ven en el referéndum la vía de rechazo –como los miles que se movilizaron a la Plaza Syntagma este lunes-, sino también en quienes desconfían de sus resultados. La lucha de clases es la única alternativa para terminar con la miseria y la sumisión del pueblo griego a los dictados de los banqueros y capitalistas.
Tsipras convocará a nuevas elecciones si no gana en consulta
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, afirmó este lunes que respetará la voluntad del pueblo en el referéndum del domingo, y aseguró que no se plantea seguir como primer ministro a toda costa.
«No seré primer ministro por todos los tiempos», dijo Tsipras en una entrevista con la televisión pública ERT, dejando entrever que podría dimitir si el pueblo no respalda la posición del “NO” en el referéndum.
“Vamos a sobrevivir y vamos a elegir nuestro futuro”, dijo Tsipras en la entrevista, y añadió que “pasado mañana el sol saldrá por el este y la gente seguirá “teniendo oxígeno”, pues “los griegos sobrevivirán sin programa (de rescate)”.
Tsipras dejó entrever también Grecia no pagará al Fondo Monetario Internacional (FMI) el tramo de 1.600 millones de euros del préstamo que vence este martes. «Pagaremos si hasta entonces logramos un acuerdo sostenible», dijo Tsipras, expresando su confianza en que pueda abrirse una última ronda de negociaciones para llegar a un acuerdo.
La manifestación de este lunes tuvo lugar el primer día del ‘corralito’ impuesto por el Gobierno griego, una medida de control de capitales por el cual los bancos del país permanecerán cerrados hasta el día después del referéndum. Indistintamente de si es un trabajador, un pequeño ahorrista o un empresario, los ciudadanos griegos solo pueden retirar de los cajeros 60 euros por persona y día como máximo, salvo los turistas.
El clima que se genere durante los próximos cinco días de “corralito”, que estará atizado por la campaña reaccionaria de los representantes de la Europa del capital y la oposición de derecha y social liberal griega a favor del “Si”, será decisivo para medir el ánimo del pueblo griego y por ende el resultado del referéndum.
El corralito bancario, una medida defendida por el gobierno de Tsipras para evitar la fuga de capitales, perjudica fundamentalmente a los asalariados y pequeños ahorristas, puesto que los grandes capitalistas griegos y extranjeros hace semanas que vienen fugando dinero de los bancos.
Para derrotar la ofensiva imperialista del Eurogrupo y el FMI, el pueblo griego deberá canalizar su odio hacia la Troika a través de la movilización, confiando en sus propias fuerzas. De este modo se podrán imponer verdaderas medidas de defensa de los intereses de los trabajadores y el pueblo (como por ejemplo, la nacionalización del comercio exterior y de todo el sistema bancario sin indemnización y bajo control de los trabajadores), en el camino de recuperar todo lo perdido y terminar con el hambre y la miseria. Un camino de lucha, en el que el pueblo griego deberá contar con la más amplia solidaridad internacional.