El parlamento griego votará hoy el programa acordado por la Troika y Tsipras, que incluye durísimas medidas de ajuste. Ante el rechazo de una parte de los diputados de Syriza, el acuerdo se aprobará con los votos de la oposición de derecha. Trabajadores públicos convocan hoy huelga general.
El Parlamento heleno debe dar luz verde este miércoles al primer paquete de medidas y la semana próxima a un segundo para que sea posible iniciar las negociaciones sobre el tercer rescate. Esta fue una de las exigencias de la Troika, por lo que el gobierno de Tsipras deberá hacer votar un programa contrario a todo lo que prometió cuando llegó al gobierno hace 6 meses.
En una entrevista en la televisión pública, Tsipras aseveró que hará lo que pueda «para mantener la unidad de Syriza y del grupo parlamentario», pero recalcó que «cada uno cargará con su responsabilidad».
Respecto a cómo afectará a la estabilidad del Gobierno que las medidas sean aprobadas con los votos de la oposición conservadora, el primer ministro dijo que el país está en «condiciones que no son normales» y que no puede reprochar a nadie su comportamiento, al tiempo que reafirmó sus posiciones.
«Tras cinco meses no permitiré que alguien me diga que lo que hice no está en el marco de los valores de la izquierda», subrayó. Algo un poco difícil de sostener ante la vista del nuevo memorándum firmado con la Troika que se apresta a implementar.
Tsipras aseguró que “asume su responsabilidad por haber aceptado un acuerdo en el que no cree”, pero destacó que hará lo posible por “llevar a la práctica” las medidas acordadas y que no se plantea convocar elecciones al menos hasta acordar el tercer rescate.
El martes por la mañana, Tsipras tuvo una reunión con el grupo parlamentario de Syriza, y durante todo el día se conocieron declaraciones de diputados del ala izquierda de esa organización anunciando que votarán en contra del acuerdo.
En una declaración de Panagioti Lafazanis, ministro de Reconstrucción Productiva, Medio Ambiente y Energía, publicada el martes 14 de julio, el referente de la Plataforma de Izquierda dentro de Syriza dice que el acuerdo es “inaceptable”.
“Los llamados socios y en primer lugar Alemania, se comportaron hacia nuestro país como si fuera su colonia y como chantajistas brutales y «asesinos financieros».” Y llamaba al Primer ministro Alexis Tsipras a retirar el acuerdo y no presentarlo a votación en el parlamento.
Lafazanis es uno de una treintena de diputados de Syriza -en total son 149- que no aprobaron la semana pasada al Gobierno un mandato para las negociaciones en Bruselas, la mayoría de ellos mediante abstenciones, ausencias y dos con votos en contra.
La situación tampoco es estable en el seno del nacionalista Griegos Independientes, socio del Gobierno.
Su líder, Panos Kamenos, ha mostrado su respaldo al Ejecutivo para la votación, pero ha asegurado que su partido votará en contra de “aquellos puntos” que no hubieran sido acordados en el parlamento la semana pasada.
En estos días se especula sobre las opciones de Tsipras; un cambio de gabinete expulsando a los críticos, la convocatoria a elecciones anticipadas, o un “gobierno de unidad nacional”.
Sobre la creación de un Gobierno de unidad nacional, en su entrevista, Tsipras consideró que no es el momento de cambiar de estrategia, al igual que descartó adelantar los comicios al menos hasta conseguir pactar el tercer programa de rescate.
«No tengo razones para convocar elecciones, dependerá de lo que pase en mi partido, en nuestro socio (de Gobierno)», dijo Tsipras, que añadió que su prioridad ahora es «lograr un programa» y entonces «tendremos el tiempo para conflictos internos y con la oposición».
El conservador Nueva Democracia, el partido de centro liberal To Potami y el social liberal Pasok han expresado su apoyo al acuerdo.
El acuerdo, que incluye reformas del IVA y aumento de impuestos; recorte en el sistema de pensiones; reformas en la administración judicial y recortes presupuestarios; un ambicioso programa de privatizaciones y más concesiones, además del control estricto de la Troika sobre el terreno, es una claudicación completa del gobierno de Syriza ante los acreedores.
Para este miércoles está convocada una huelga de 24 horas por la confederación de sindicatos del sector público (ADEDY), para manifestarse en contra del pacto. Esta es la primera que se organiza bajo el Gobierno de Syriza y ya han anunciado que lo secundarán los funcionarios de la administración local, los enfermeros y el personal administrativo de los hospitales, así como también se han adherido los farmacéuticos.