A seis años del inicio de la crisis capitalista las palabras paro y precariedad se erigen como sinónimos de juventud. Se dice que la juventud actual es la más preparada de la historia, que su formación les permite unas competencias que ninguna generación anterior había disfrutado antes.
Situación de la juventud frente a la ocupación
En todo el sur de Europa la juventud es uno de los sectores que más sufre las consecuencias de la crisis. En el caso del Estado Español más del 55% de los menores de 24 años (unos 880.000 jóvenes) están sin empleo y lxs que lo tienen trabajan bajo unas condiciones de precariedad absoluta (por 3 o 4 euros la hora), el 80% de lxs menores de 35 años se ven obligadxs a vivir con sus padres, el sueldo mínimo es de los más bajo de la UE (645,30 euros) y lleva años congelado, la temporalidad es la norma siendo las Etts la mayor fuente de empleo juvenil (generando inseguridad), no tienen derecho a sindicalizarse (aunque los sindicatos tampoco apuestan por ello), son expulsadxs de los estudios superiores (debido al aumento del precio de las matrículas universitarias o las tasas de los grados medios y superiores) al no poder compaginar trabajo y estudios.
Lxs jóvenes se ven obligados a emigrar a otros lugares del mundo, generalmente al norte de Europa, de cuyos países, como Bélgica, están empezado a ser expulsadxs por no tener trabajo ni estar estudiando, debido a la aplicación de «ciertas» políticas xenófobas, que países como Alemania están pensando en aplicar.
El gobierno, la patronal y la burocracia sindical contra la juventud
Ante esta situación la política del gobierno del PP, de la patronal y de la burocracia sindical ha sido muy clara. Por su lado, el Gobierno y la patronal, con la reforma laboral del 2012, acabaron con muchos de los derechos de lxs trabajadorxs, pero se cebó con la juventud, ya que alargó el periodo de prueba de lxs menores de 30 años a un año (durante un año pueden despedir a lxs menores de 30 sin indemnización alguna), dando más flexibilidad a sus despidos y haciendo que los contratos indefinidos sean cosa del pasado para la juventud. Ahora, dos años después, están pensando en introducir los minijobs que significarán un aumento aun mayor de la precariedad. Tanto los representantes de la patronal como los y las dirigentes del PP han hecho declaraciones esperpénticas a cerca de lxs jóvenes que se ven obligadxs a emigrar, llegando a decir que no se debe sólo a la crisis sino también a su “impulso aventurero” o que se le tiene que bajar el sueldo mínimo a lxs jóvenes trabajadorxs que no tienen una formación adecuada (los que no tienen la posibilidad de emigrar). Declaraciones provocativas en toda regla, pero que además esconden la visión que de la juventud tienen, como simplemente mano de obra barata y desahuciada de derechos.
A su vez se ha llevado a cabo una política de un aumentado considerable de la represión contra lxs miles y miles de jóvenes que se atreven a plantar cara y salen a luchan en contra de estas políticas llegando a encarcelar a decenas de ellxs(3 estudiantes en Barcelona después de la Huelga general del 29 de Marzo, Alfon en la Huelga del 14 de Noviembre o Miguel después de las Marchas de la dignidad del pasado 22 de Marzo, y un largo etc). Esta ola represiva en aumento ha llevado a detener incluso a gente por haber posteado en twitter o facebook comentarios contra el Régimen.
Los sindicatos, por su parte, no apuestan por defender a lxs jóvenes trabajadorxs. Cuando estxs son despedidxs no son defendidxs bajo ningún concepto. Se dice que lxs jóvenes no están por luchar ni plantar cara por su puesto de trabajo pero hay ejemplos, como el de Telepizza en Zaragoza o el de lxs trabajadorxs del Fnac en Barcelona, que desmienten dicha afirmación tirando por el suelo la idea que la juventud no quiere luchar por sus puestos de trabajo, tirando por el suelo el “sentido común” que desde los medios de comunicación, los partidos políticos, la patronal e incluso los sindicatos nos intentan vender, el tan lamentable “es lo que hay”.
Respuesta de la juventud
Ante esta situación la juventud ha plantado cara en diferentes momentos. El 15M fue su primera aparición en escena. Millones de jóvenes salieron a la calle y ocuparon las plazas de todo el estado en contra del sistema bipartidista al grito de “no nos representan”. Esto tuvo continuidad en las dos huelgas generales del 2012, donde la juventud, junto al resto de trabajadorxs, llenaron las calles y se enfrentaron a la represión que se vivió en aquellas jornadas (En un año donde el movimiento estudiantil estaba fuerte). También salieron en contra de la privatización de la sanidad y en apoyo a la huelga de basureros en Madrid o en Gamonal, donde enfrentaron una durísima represión en contra de la movilización que paralizó la construcción de un bulevard. Estos acontecimientos no son esporádicos, más bien parten de un proceso de concienciación de lxs jovenxs, que tomando las herramientas de organización, movilización y lucha, buscan enfrentar los ataques constantes que nos golpean.
La juventud organizada y en lucha por sus derechos
Lxs jóvenes tenemos que apostar por organizarnos política y sindicalmente para poder plantar cara de forma más seria. Sacando lecciones de las últimas luchas que han vencido gracias a la organización, como la de Gamonal. Organizarnos en los centros de estudio, de trabajo y en los barrios, buscando la unidad con el resto de trabajadorxs y sectores populares de la sociedad que están plantando cara a los ajustes. La unificación de las luchas es clave en esta pelea, para golpear a este Régimen que no hace más que hundirnos en la más absoluta de las miserias, sembrando nuestro porvenir de paro y precariedad.
¡Basta de precariedad, de paro y de recortes!
¡Basta de represión contra la juventud!
¡Abajo el gobierno de la patronal!
¡Por el derecho a la representación sindical!