El próximo el martes 17 de mayo se celebran elecciones sindicales al Comité de Empresa en las tiendas de Telepizza de Barcelona.
Ese día cientos de trabajadores y trabajadoras precarios decidirán con su voto que sindicatos estarán representados.
Hay una novedad en estas elecciones. Después de 20 años va a ser la primera vez que se presenta una lista alternativa a las burocracias sindicales de CCOO y UGT. La lista, de CGT, se postula “contra la precariedad laboral y la casta sindical”, como plantean los miembros del sindicato.
Hasta ahora el comité de empresa en “manos de UGT y CCOO, lo único que han pactado son sueldos que están por debajo del umbral de la pobreza, mientras la multinacional y sus directivos se llevan millones de euros a costa de nuestro trabajo y miseria. UGT/CCOO hicieron que perdiéramos el Convenio de Hostelería (mejores sueldos y pluses salariales) a cambio de otro que se invento la patronal”, sostienen los integrantes de la lista de CGT.
No es de extrañar que después de tantos años de precariedad un sector de trabajadores diga basta ante la pasibilidad de CCOO y UGT. “Ahora, los trabajadores de CGT vamos a luchar por recuperar todo lo que nos han robado. ¡Vamos a luchar por un Comité de Empresa al servicio de la plantilla!”, arengan los jóvenes sindicalistas que se disponen a disputarle a la burocracia sindical sus posiciones en Telepizza.
Algunas de sus reivindicaciones son: recuperar el convenio de Hostelería, recuperación del plus de nocturnidad, recuperación de lo perdido en los Acuerdos de marzo de 2013, eliminación total del UCO, mejora de las condiciones del uniforme de los repartidores, horarios de descanso dignos para encargados, cobrar más las horas extra y revisión de tu disponibilidad con carácter semestral/anual.
Este es un sector que viene de experiencias previas de luchar contra la precariedad laboral, la inseguridad en los puestos de trabajo y de avanzar en la organización sindical de la juventud trabajadora. Es el caso de CGT Telepizza de Zaragoza, que marcó un precedente en organizar a un sector de los trabajadores y realizar el primer parón en la historia de la empresa.
Un paro en solidaridad con el repartidor accidentando gravemente y para exigir mejoras en la seguridad. CGT Telepizza explicaba que “¡La seguridad y la vida de los trabajadores no pueden depender de la benevolencia de los multimillonarios accionistas! ¡Esto no se puede permitir!”. En marzo de 2013, y “en contra de las protestas de las y los trabajadores de la Sección Sindical de CGT en Telepizza”, la compañía rebajó un 10% el plus de peligrosidad (“plus repartidor”) para las y los ‘moteros’ y, además, liquidó derechos sanitarios de la plantilla.
El otro plus que rebajó fue el plus de quebranto de moneda. “La empresa da 13 miserables céntimos por cada reparto realizado. Nosotros siempre hemos denunciado la forma en que se cobra este plus porque precisamente va en contra de la seguridad, ya que en la práctica supone un plus que se cobra a destajo: a más pizzas que se entreguen más se cobra. Siempre hemos exigido que sea un plus fijo y digno, que reconozca el riesgo de estar manejando moneda pero sin poner en riesgo nuestra seguridad física”.
Exigen también que la empresa renueve y complete los equipamientos de protección individual (EPI) de la plantilla en el caso de los repartidores: un casco de mayor calidad y protectores como “espalderas” como mínimo que se adecuen también a la temperatura ambiental (EPI´s de invierno y verano). Así como la renovación de las motos, la mejora de todas las motos en cuestión de seguridad vial (luces, retrovisores etc.), y “el fin del ‘cuarto de hora gratis’ del último reparto y el plus de ‘reparto a destajo’, que el ‘plus de quebranto de moneda’ sea fijo y digno”.
Desde CGT Telepizza se tiene claro que “hoy en día es más que necesaria la organización de los trabajadores y trabajadoras precarias para hacer frente a grandes multinacionales que mientras nos pagan 5 euros a la hora los ‘magnates accionistas’ amasan sus fortunas en paraísos fiscales con el beneplácito de gobiernos, como el español.”
Con un marcado signo antipatronal, los integrantes de CGT Telpizza reivindican haber exigido siempre “la apertura de los libros de contabilidad de la empresa y el fin del secreto bancario para saber con exactitud cuantas más corruptelas estarán realizando. Así como el restablecimiento de lo que nos recortaron en los planes de ajuste de 2013. Y por supuesto, Permira tendría que pagar todos los impuestos que ha evadido durante estos años. Esta situación que nosotros vivimos no es excepcional, sino que hay miles de trabajadores que están en la misma situación, por eso animamos a todos ellos –como lo hicimos nosotros- a organizarse, y mejor aún, a organizarnos juntos”.