Mesa redonda en la Universidad de Barcelona con los principales colectivos de inmigrantes de la ciudad. La campaña de solidaridad con los refugiados de No Pasarán arranca con un debate sobre la crisis migratoria, el racismo institucional y cómo combatir la Europa fortaleza.
La Agrupación estudiantil No Pasarán viene impulsando desde el comienzo de curso una campaña de solidaridad con los refugiados e inmigrantes en la Universidad de Barcelona. Marta Clar la presentaba hace unos días explicando cómo veían “indispensable construir desde las universidades y los centros educativos un verdadero movimiento de solidaridad con los miles y miles de refugiados que actualmente están pasando por una verdadera odisea, así como los inmigrantes que ya están aquí y sufren las leyes de extranjería y el racismo institucional. Ante el endurecimiento de las políticas migratorias reaccionarias hemos querido lanzar una campaña desde una perspectiva internacionalista y anti-imperialista.”
Este jueves se celebró en la Facultad de Historia y Geografía de Barcelona el primer acto de dicha campaña, con una mesa redonda en la que se puso toda la atención en la situación actual de los refugiados e inmigrantes y la denuncia del racismo institucional que padecen en la frontera y en los países de destino aquellos que logran llegar.
Con un auditorio de unas 80 personas, participaron en la mesa organizaciones y colectivos solidarios con los refugiados y personas migrantes. Entre ellos el Espacio del Inmigrante, Tras la manta y Tanquem els CIE’s. También se contó con el testimonio de Mohamed, refugiado palestino proveniente de Siria que sufre en primera persona la política anti-refugiado y anti-inmigrante del Estado español.
Abrió el acto Tanquem els CIE’s -Centro de Internamiento de Extranjeros- denunciando todo el circuito por el que pasan los inmigrantes al llegar a Europa, tanto las persecuciones y detenciones que se efectúan en las fronteras, como el trato vejatorio que reciben los inmigrantes una vez internados en los centros, con decenas de casos de torturas y muertes. Otro aspecto que se denunció fue el negocio de las deportaciones que hacen aerolíneas como Air Europa y la policía, asegurando que “en muchas ocasiones se están cambiando maletines por personas. Si antes se vendían esclavos, ahora se venden inmigrantes sin papeles”.
Desde Tras la manta, organización en apoyo a los vendedores ambulantes de Barcelona, los «manteros», que están siendo víctimas en la actualidad de una campaña de persecución policial, se explicó que hoy el capitalismo busca en la inmigración al enemigo al que perseguir. Explicó como en Barcelona se está utilizando políticamente a los vendedores para mantener un pulso entre el lobby turístico de la ciudad y los grandes medios de comunicación por una parte y el nuevo Ayuntamiento de ‘Barcelona en Comú’ por el otro. Se lamentó que la nueva alcaldesa Ada Colau haya optado por mantener la misma política de mano dura en este conflicto de poder.
Acto seguido y por iniciativa de Tras la manta se pasó un video en el que dos vendedores ambulantes explican su situación actual de persecución y desmienten muchos de las acusaciones que se vierten desde los medios de comunicación capitalistas.
Después le tocó el turno a Mohamed para explicar toda el drama que pasan los refugiados para llegar a Europa. Empezando por las dificultades que se presentan en el mismo país de origen para salir y una vez en Europa cómo se duplican las dificultades tanto sociales como institucionales. Denunció también la solidaridad revestida de cinismo de la política actual de asilo, dirigida por Angela Merkel, en la que se pretende utilizar a los miles de refugiados sirios que huyen de la guerra como mano de obra barata.
Explicó que desde el colectivo de ‘Refugiados Indignados’ en el cual participa, llaman a levantar la voz contra el racismo institucional y reivindican que sean ellos mismos los sujetos de sus reivindicaciones, en contra de la delegación en organismos oficiales y ONG’s que suelen hablar por ellos sin consultarles.
El Espacio del Inmigrante intervino explicando que son un colectivo de asistencia legal y sanitaria hacia los inmigrantes. También desde hace un tiempo están enfocándose a la acción política, buscando que los inmigrantes puedan organizarse para reclamar ellos mismos sus derechos. Hicieron una crítica al racismo imperante desde una perspectiva histórica denunciando como “la ley de extranjería actual habla de las personas migradas con las mismas palabras y conceptos que las leyes de indias del Siglo VXI”. En este sentido explicaron como ese viejo colonialismo pervive en un sentido común racista que considera “normal” que las personas venidas de las ex-colonias sufran tratos desiguales y vejatorios.
En último lugar fue el turno de Marta Clar, militante de No Pasarán y estudiante de Antropología en la propia UB de Barcelona. Empezó señalando que la actual crisis de los refugiados forma parte de la cara más dramática de la crisis capitalista mundial. Denunció la responsabilidad de los gobiernos imperialistas, poniendo como ejemplo la guerra de Siria y su colapso económico, político y social, que ha provocado el desplazamiento de miles de personas hacia las fronteras de Grecia, Hungría o Serbia.
Clar puso de relieve el proceso de privatización por el que están pasando actualmente las universidades y que deja sin posibilidad de acceso a miles de estudiantes provenientes de la clase trabajadora y los sectores populares entre los que destacan los inmigrantes, que de por sí tienen en la universidad un lugar altamente vedado por cribas sociales, académicas y económicas.
Tras esto defendió la necesidad de crear un amplio movimiento de solidaridad que convierta nuestras universidades en verdaderos núcleos de apoyo, organización y lucha contra las políticas imperialistas y el racismo institucional, que pelee por el acceso a la educación de nuestros compañeros y compañeras inmigrantes y se proponga que el movimiento estudiantil luche codo con codo con ellos por sus reivindicaciones. Como una forma de concretar esto propuso a todos los asistentes poner en pie un comité de solidaridad con los refugiados en la facultad.
El acto se prolongó con un extenso debate en el que se abordaron distintos temas como la crítica a la izquierda que no toma las reivindicaciones de los inmigrantes y se adapta a los marcos y lógicas del capitalismo racista, la relación que se podía establecer entre el movimiento de inmigrantes y el resto de movimientos sociales o la necesidad de que sean los mismos inmigrantes quienes tomen la dirección de las luchas por sus derechos.