Las imágenes atroces del infierno en el que viven hoy los refugiados tienen su foco en Hungría. Pero todos los países de Europa tienen un «refugio húngaro» en su suelo. Hablemos del Estado español y de sus enclaves Ceuta y Melilla.

El gobierno del Estado español se reúne con Merkel para «solucionar» la grave crisis de los refugiados con un discurso tan hipócrita como el de todos los gobiernos imperialistas de Europa, pero nada dice de las «vallas de la muerte» de Ceuta y Melilla.

Estos enclaves están marcados a fuego por hechos como la «tragedia de Ceuta», cuando en febrero de 2014 más de 300 hombres y mujeres procedentes de Senegal, Costa de Marfil y Camerún intentaron entrar nadando a la playa ceutí del Tarajal, muriendo 15 subsaharianos. La Guardia Civil había disparado a quienes llegaban al área española, apuntando a los flotadores que se iban pinchando, mientras las balas de caucho alcanzaron a la cabeza y la cara, además de utilizar gases lacrimógenos.

Semana a semana cientos de inmigrantes en «situación irregular» —según establecen las reaccionarias leyes de extranjería— salen del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta o Melilla hacia la península, mientras otros son llevados a Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE).

Durante el año 2014 han intentado cruzar la valla que divide Melilla de Marruecos alrededor de 14.000 inmigrantes, la mayoría de origen subsahariano. En el año 2013, según datos del Ministerio del Interior, 4.235 migrantes llegaron al Estado español a través de las fronteras de Ceuta y Melilla, un 50% más que en 2012 cuando se contabilizaron 2.841 entradas.

Estas cifras son comparables con las del 2005 cuando el Gobierno hablaba de «crisis de la valla» tras la entrada de casi 5.700 personas. Una denominación considerada una gran burla para la mayoría de los colectivos y asociaciones en defensa de los derechos de los inmigrantes, quienes sin descanso se movilizan por el cierre de los CIE (Centros de Internamiento para Extranjeros) y denunciando los maltratos y represión en las fronteras.

La «crisis de las valla», es la del hambre y la miseria que no tiene fronteras. Y que obliga a cientos de miles de trabajadores y trabajadoras a huir desesperados de sus terribles condiciones de pobreza. Nada más traspasar las vallas de Ceuta o Melilla, para los que sobreviven existen las prisiones de los CIE y las «salidas secretas» en los «vuelos de la vergüenza» para las deportaciones masivas.

Entre las herencias del Franquismo, este Régimen del 78’ mantuvo su carácter colonialista e imperialista. Por un lado, mantiene sus enclaves en Ceuta y Melilla, las llamadas históricamente “plazas mayores” hasta que en 1995 se transformaron en ciudades autónomas. Estas son superiores a un municipio pero inferiores a una comunidad autónoma en materia de autonomía territorial.

Por otro lado, las denominadas “plazas menores” que son los pequeños islotes de la costa septentrional de África, deshabitados pero con dispositivos militares: las Islas Chafarinas, Islas de Alborán, Islas de Alhucemas, Peñón de Vélez de la Gomera.
Un pueblo que oprime a otro pueblo nunca podrá ser libre. Nuestra más amplia solidaridad con los refugiados e inmigrantes es parte también de una lucha contra el colonialismo imperialista español y sus multinacionales, por la retirada de las tropas en el extranjero, por la devolución de los enclaves coloniales de Ceuta y Melilla, por la entrega de las posesiones de las multinacionales españolas expoliadoras a los diferentes países donde operan como en América Latina o África.

Y por la defensa de nuestros hermanos y hermanas de clase, las y los inmigrantes. Esos «sin papeles» que el discurso imperialista pretende marginar, dividir y diferenciar de los refugiados o de la clase trabajadora nativa.

No olvidamos, no perdonamos el asesinato de Mor Sylla, trabajador vendedor ambulante Top-Manta muerto tras la persecución policial en agosto de este año. Tampoco olvidamos a Oumar, Larios, Joseph, Armand, Daouda, Ibrahim, Ousman, Nana, Jeannot, Yves, Samba, Youssouf y el de tres cuerpos más que un año después siguen sin identificar, asesinados por la guardia civil en Ceuta en febrero de 2014.

Publicado por Cynthia Lub

Cynthia Lub | @LubCynthia :: Barcelona

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