Repasamos la trayectoria de Zaragoza en Común (ZeC) en el Gobierno municipal durante los primeros 100 días. El nuevo Ayuntamiento ha generado gran expectación entre sectores de la juventud y de los trabajadores y trabajadoras, pero también comienza a mostrar sus límites.
Entre las ilusiones y los gestos simbólicos
Zaragoza en Común nació de la confluencia de diversos partidos: Izquierda Unida, Podemos, Equo, Puyalón, Piratas de Aragón, Demos+, Somos e independientes. Llegaron al gobierno con nueve ediles propios, el apoyo de investidura del PSOE y la CHA, y la oposición del PP.
En su momento, ya planteábamos que el acuerdo con este tipo de formaciones ataba de pies y manos a los llamados “gobiernos del cambio” para realizar algún tipo de cambio de cierta envergadura. Dejaría en “agua de borrajas” incluso el ya limitadísimo programa presentado por ZeC.
Para el PSOE el apoyo a ZeC no es “gratuito”, lo que limitará mucho más el programa del equipo de gobierno. No olvidemos que los socialistas de Aragón han sido los reyes de la especulación urbanística y de la corrupción en la ciudad. Cuentan en su “haber” casos como el de PLAZA o el macro proyecto de la Expo -símbolo del pelotazo y la burbuja en la ciudad- que por otra parte también contó con el apoyo de IU, hoy integrada en ZeC.
Sus años de gobiernos municipales de “izquierdas” han fomentado la dramática situación que viven miles de familias que se han visto desahuciadas de sus hogares, mientras los bancos eran rescatados con millones de euros, aumentando el trabajo precario o reprimiendo a la juventud por el solo hecho de protestar o simplemente divertirse.
Podríamos decir que estos meses han sido los cien días de los gestos simbólicos. En el Ayuntamiento ha ondeado la bandera griega y la del orgullo gay en su balcón de la plaza del Pilar y se han renunciado a privilegios como los palcos en el estadio de fútbol de la Romareda y el del Teatro Principal.
El cambio de nombre del Pabellón Príncipe Felipe fue de los más polémicos, sustituido por el fallecido entrenador del CAI baloncesto José Luis Abos. Cambio que no pasó de lo simbólico, teniendo en cuenta que se le consultó a la misma Casa Real y Zaragoza en Común quiso dejar claro que se realizaba por criterios “deportivos” y en ningún caso había un cuestionamiento hacia la monarquía.
Otro de los gestos fue la bajada de sueldo de todos los concejales y del alcalde que fue bien acogida entre sectores de la izquierda. Aún están muy por encima de los salarios reales de la calle y son medidas que no afectan al grueso del aparato municipal de altos cargos, la “casta” profunda con miles de lazos con las grandes constructoras, empresas concesionarias…
Un programa limitado que no cuestiona los grandes intereses capitalistas
Una de las cuestiones más difíciles para el gobierno de ZeC será sin duda como resolver el agujero en las arcas públicas que el anterior gobierno le ha dejado: 110 millones de euros de deuda no contabilizada. Pero la dificultad reside en que ZeC, como Podemos y el conjunto de las formaciones del nuevo reformismo, hace tiempo que abandonaron la idea de “no debemos, no pagamos”. Así perpetúan la hipoteca que la “vieja casta” y sus amiguetes han dejado sobre nuestros hombros e impiden la aplicación de un programa de emergencia social. ¿Porque nos tendríamos que hacer cargo de un deuda que no hemos generado?
La lógica de respetar los límites de la propiedad capitalista no afecta sólo al problema de la deuda y el presupuesto. Atraviesa todo el programa y es el mayor obstáculo para que el limitado programa de reformas propuesto se lleve adelante y se apliquen medidas que realmente solucionen los problemas sociales a fondo. Hagamos un repaso de los principales puntos.
Uno de los puntos “estrella” del Plan de Emergencia Social y Ciudadana de ZeC presentado para las elecciones municipales fue el llamado “cambio radical en la política de vivienda municipal”. Planteando que ninguna persona sería desahuciada y que se ampliaría el parque público de viviendas de alquiler social hasta las 5.000, a través de la compra, la reorientación del uso o la cesión.
Como en tantas otras ciudades del Estado español los problemas de desahucios han sido el pan de cada día para miles de familias. En Aragón existen 100.000 viviendas vacías y una parte considerable de ellas están en propiedad de bancos como Ibercaja. Stop Desahucios ha sido uno de los movimientos que ha conseguido paralizar múltiples casos en la ciudad, y de donde procede el responsable de vivienda del consistorio, Pablo Hijar. Durante los últimos meses el Ayuntamiento ha intervenido en casos de desahucios, sin lograr en muchos casos su paralización, sino mejorando la acogida de estas personas una vez desahuciadas en viviendas alternativas facilitadas por el Consistorio. La banca sigue por lo tanto “robando” casas para su abultado stock inmobiliario.
El “cambio radical” para ZeC ha partido de negociar con las grandes entidades como BBVA, Santander, Banco Sabadell y La Caixa, mientras estas siguen obteniendo millonarios beneficios a costa del drama inmobiliario de muchas familias. Se les ha ofrecido un convenio por el cual las entidades cederían inmuebles destinados a ser alquilados a familias con dificultades. ¿Los grandes bancos se quedarían sin negocio? No, seguirán haciendo negocio a costa de la dramática situación de miles de familias. De hecho dado el stock acumulado de pisos vacíos es un buen negocio para las mismas entidades que han dejado a miles de familias en las calle desde que comenzó la crisis.
El mismo Alcalde afirmó que “están dispuestos a colaborar con la Oficina Municipal de Vivienda, tanto en la intermediación hipotecaria como en el tema de alquileres para inquilinos que se encuentren en una situación de morosidad por causas sobrevenidas”. Con un alquiler entre los 150 y los 250, Zaragoza Vivienda gestionará los alquileres y también abonará a las entidades las retribuciones percibidas. Un convenio muy parecido al establecido con Bantierra, Caja Rural de Teruel e Ibercaja, tras la reunión del Alcalde con Amado Franco en el pasado mes de junio.
Con estos convenios voluntarios se está todavía lejos de la propuesta de ZeC de la creación de un parque público con 5000 viviendas. Pero además no deja de ser condenable que el Estado siga facilitando nichos de negocios a las mismas entidades que ha rescatado, sin plantearse avanzar en la expropiación sin indemnización de las viviendas en manos de los bancos con un alquiler social que no represente más de un tercio del salario. La única solución de poner una rápida solución al problema de la vivienda, es paralizar verdaderamente todos los desahucios y dejar de facilitar buenos negocios a la banca.
Por otra parte, en su programa electoral también se incluían medidas contra la exclusión social y promesas de municipalización de las contratas del Ayuntamiento, algo que generó grandes ilusiones entre sectores de los trabajadores y trabajadoras de las contratas.
Como en otros artículos, ya mencionábamos que la inmediata municipalización de las contratas es una necesidad, sin que eso suponga esperar a que se vayan acabando los contratos con todas las empresas en servicio, como ahora propone ZeC. Esto tiene que hacerse sin indemnización a los capitalistas, manteniendo a todos los trabajadores en funciones y mejorando sus condiciones de trabajo, en la perspectiva de establecer el control de todos estos servicios por parte de los propios trabajadores junto con las Asociaciones de Vecinos. Pero parece ser que el responsable del Observatorio de las contratas, Alberto Cubero, ya dejó claro en declaraciones para Heraldo de Aragón que “en algunas ocasiones vamos a tener que decir que no a algunas reivindicaciones sindicales”.
Otra de las sorprendentes actuaciones fue cuando a tan sólo dos días de aprobarse en pleno una moción de solidaridad con la lucha de los trabajadores de Coca-Cola, el concejal de economía y cultura salió a aclarar que este apoyo no se traducirá en ninguna medida contra los contratos y patrocinios con la marca.
Otra de las principales reivindicaciones de los movimiento sociales en Zaragoza ha sido la disolución inmediata de la UAPO (unidad de intervención de la policía) que se ha encargado de reprimir a la juventud en sus zonas de ocio y cuando ha salido a luchar por sus derechos. El Alcalde Pedro Santisteve propuso la desaparición de la UAPO, argumentando que “realiza funciones que corresponden a la Policía Nacional”. Una propuesta que no rechaza ni denuncia la terrible labor de este cuerpo, sino más bien le pasa la pelota a otro cuerpo policial dependiente del Estado central. Sin embargo esta medida sigue en el “congelador”, al igual que su homóloga en Barcelona, Ada Colau, ha renunciado a disolver los antidisturbios de la Guardia Urbana para mantenerlos en pleno rendimiento en la campaña contra los “manteros”.
En las últimas semanas el movimiento contra la OTAN y sus instalaciones y bases en Zaragoza está cogiendo fuerza. El rechazo a la presencia y maniobras de esta organización es otra de las grandes reivindicaciones históricas de las organizaciones políticas de izquierda, sindicales, vecinales y estudiantiles. Pero el ayuntamiento de ZeC no ha informado de ningún tipo de oposición a estas maniobras bélicas y por el momento ha cedido los espacios, tanto para reuniones de los altos cargos militares así como la logística e infraestructura local necesaria para el desarrollo de las maniobras.
Como en otras ciudades del Estado las candidaturas ciudadanas están mostrando los límites de la estrategia reformista. La no implementación de promesas electorales no se deben a “falta de tiempo” sino a la utópica visión de regenerar un régimen político como el nuestro o de resolver los grandes problemas sociales sin tocar los intereses de la banca y la patronal. Los límites que hoy vemos hacen imprescindible fortalecer la organización y capacidad de lucha de los trabajadores, la juventud y los sectores populares. Solamente con la movilización podremos conseguir imponer las reivindicaciones y demandas que los llamados “gobiernos del cambio” están ya empezando a dejar en el cajón.