Finaliza la huelga de hambre de activistas saharauis en Madrid, quienes vienen denunciando las terribles condiciones políticas y sociales de la población saharaui, que vive bajo la ocupación marroquí en complicidad con el Gobierno español. Un conflicto histórico de más de 40 años.
Desde el pasado 30 de enero, 18 personas se encontraban en huelga de hambre en la terminal 4 del aeropuerto de Madrid, ante la negativa del Estado español de dar asilo político al joven activista saharaui Hassanna Aalía, condenado a cadena perpetua en Marruecos.
La huelga de hambre, que acabó el pasado miércoles, fue protagonizada por la Plataforma de apoyo a Hassanna Aalía Saharacciones, quienes en un comunicado explicaron, «Nos plantamos en Madrid para exigir justicia, denunciar al ministerio del interior español por denegar con falsos argumentos el asilo para Hassanna Aalía, activista de derechos humanos saharaui. Aunque desde un primer momento intentaron disuadirnos la seguridad, encargados del aeropuerto y la policía nacional, de que lo que hacíamos era ilegal resistimos. Llegaron a amenazarnos con multas de hasta 45.000 €.»
Hassanna Aalía es un periodista saharaui, de 26 años, miembro de la Asociación Saharaui de Víctimas por los Derechos Humanos y del medio informativo Equipe Media en Territorios Ocupados del Sáhara Occidental.
Este joven activista fue condenado a cadena perpetua el 17 de febrero de 2013 por el Tribunal Militar de Rabat (Marruecos), por su participación en el Campamento de la Dignidad de Gdeim Izik. El mismo se realizó cerca de la ciudad de El Aaiun el 10 de octubre de 2010, con el objetivo de mejorar las condiciones sociales y políticas de la población saharaui que vive bajo la ocupación marroquí, y fue brutalmente desalojado el 8 de noviembre de 2010 por dichas fuerzas de ocupación.
El pasado día 20 de Enero fue informado de la denegación por parte del Estado español de su petición de asilo político. Ante ello, Aalía se vio obligado a irse del territorio español en el plazo de 15 días, lo que debería cumplir la sentencia.
En el Estado español existe en sectores de izquierda y de los movimientos sociales, amplia simpatía y respeto por la histórica lucha del pueblo saharaui contra la colonización de Marruecos en complicidad con el gobierno imperialista español.
Los activistas en huelga de hambre han denunciado lo que consideran una «mafiosa colaboración del gobierno del Estado español con la dictadura marroquí» y consideran que «Ejemplar fue la lucha de las compañeras saharauis en huelga de hambre porque no sólo resistieron con nosotras, sino que arriesgaban mucho en su situación al tener sólo permiso de residencia. Nuevamente al ser saharauis ponían en juego sus papeles: la historia se repetía».
Aalía había sido juzgado junto a otros 24 saharauis, «los 24 de Gdeim Izik», por el violento desmantelamiento del campamento. En este largo proceso los presos saharauis fueron acusados de pertenencia a banda criminal, violencia contra las fuerzas del orden con resultado de muerte, injerencia en la seguridad interna y externa del Estado y mutilación de cadáveres. Todos a excepción de Hassana y Mohamed Ayoubi, acabaron en libertad condicional por su avanzada edad y estado de salud; ya que llevaban en la cárcel más de dos años.
Desde el momento de la detención, los condenados fueron torturados, maltratados y violados. Y durante la celebración del juicio no se presentaron pruebas ni testigos fidedignos, hasta la lectura de la sentencia. Esto fue denunciado por organismos tales como Human Rights Watch, Amnistía Internacional, la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, la Fundación Sáhara Occidental, acusando que el juicio del tribunal militar no contó con las suficientes garantías.
La Plataforma de apoyo a Hassanna Aalía Saharacciones ha hecho unarueda de prensa este miércoles para anunciar el fin de la huelga de hambre, acción que consideran un éxito ya que se ha difundido ampliamente la lucha de los activistas saharauis e importantes personalidades los han visitado al aeropuerto de Barajas de Madrid.
Han asegurado que las acciones continuarán, «la lucha no ha terminado seguiremos presionando cada vez con más indignación y cada vez más organizadas hasta que el gobierno del Estado español se de cuenta de que no le permitiremos que venda a Hassanna a la dictadura marroquí así como todos los gobiernos sigan vendiendo al pueblo Saharaui un asilo para Hassan Sahara Libre.» Las consignas que reivindican son: ¡ASILO PARA HASSANNA! ¡LUCHAREMOS HASTA QUE SE HAGA JUSTICIA! ¡SÁHARA LIBRE!
¿Qué es el Conflicto Saharaui?
El conflicto saharaui comenzó cuando el Sáhara Occidental era una colonia española. A principios de los años 70, a tono con los procesos de descolonización en el resto del continente, los saharauis se enfrentaron a la ocupación de España.
Aunque en el año 1974 España promete un referéndum de autodeterminación a los saharauis, el 14 de noviembre de 1975, Marruecos y Mauritania firman con el rey Juan Carlos un acuerdo, jamás publicado en el Boletín Oficial del Estado, en el que España se comprometía a retirarse del Sahara Occidental y dividir el territorio entre Marruecos y Mauritania.
Este acuerdo es denunciado por los saharauis por romper sus compromisos, violar una resolución del Tribunal Penal Internacional y entregar a dos nuevos poderes coloniales el territorio. A los días siguientes, las tropas españolas empiezan a retirarse y Marruecos y Mauritania desplazan sus ejércitos para conquistar el Sahara Occidental.
Así comienza una guerra en la que las fuerzas aéreas marroquíes bombardean al pueblo saharaui, muchas veces utilizando napalm y fósforo blanco.
Será Argelia un territorio en el que se construyen campos de refugiados para las decenas de miles de saharauis que huyen de la invasión, y donde pasados más de 37 años continúan refugiados en el desierto.
Mientras tanto se abrirá otro frente: el enfrentamiento entre el Frente Polisario, cuya estrategia es de «guerra de guerrillas», contra el ejercito marroquí apoyado por Francia y Estados Unidos.
En el año 1979, Mauritania acepta su derrota frente al Polisario, reconociendo la soberanía del pueblo saharaui sobre el Sahara Occidental. Sin embargo continuarán los combates entre Marruecos y el Frente Polisario durante 16 años, hasta que en el año 1991 firman el alto el fuego con la mediación de la ONU.
Finalizada la guerra, el territorio del Sahara Occidental estará controlado por Marruecos en un 80%: la casi totalidad de las zonas pobladas, los depósitos de fosfatos y los ricos caladeros pesqueros contra el 20% controlado por el Frente Polisario, cuyo terreno es prácticamente inhóspito y desértico. Ambos territorios están separados por una barrera de más de 2.200 kilómetros construida por Marruecos.
El plan de paz de 1991 incluía la conformación de un censo con el objetivo de realizar un referéndum a través del cual los saharauis podrían elegir la independencia o integración a Marruecos. Sin embargo, el referéndum nunca se ha realizado y se tardó ocho años en llevarse a cabo el censo a causa de los constantes obstáculos impuestos por Marruecos. Aún así, Marruecos se negó a aceptarlo.
Sahara Occidental no es reconocida oficialmente como parte de Marruecos. Sin embargo, Marruecos cuenta con grandes aliados: los gobiernos de Francia, EEUU, y las grandes empresas españolas, que se benefician de todo este dramático conflicto para el pueblo saharaui.
Al día de hoy la mitad del pueblo saharaui, unos 120.000, vive en campos de refugiados construidos en mitad del desierto de Argelia. La otra mitad de los saharauis, unos 150.000, siguen en territorio del Sahara Occidental ocupado por Marruecos. Y unos 30.000 viven en la parte del Sahara Occidental controlada por el Polisario. La ONU considera el Sahara Occidental como el mayor territorio del planeta que todavía no ha sido descolonizado.
Mientras tanto cientos de activistas saharauis son encarcelados, perseguidos y torturados por el Gobierno de Marruecos, en complicidad con el Gobierno del Estado español, Francia y Estados Unidos.