Madrid fue testigo el pasado sábado de un extraordinario acto de lucha obrera. Bajo los lemas “contra los abusos patronales y la precariedad” y #UnificandoLasLuchas, trabajadores de 11 empresas en lucha se dieron cita para defender sus reivindicaciones y dar un importante paso en la coordinadora estatal contra la precariedad.
La convocatoria congregó a más de 400 trabajadoras y trabajadores en lucha de Coca Cola, Panrico, Correos, Movistar, Everest, Bosal, Fútbolmania, Bankia, Bomberos forestales, Madrid Río y The Phone House.
Todos ellos son parte de duras luchas contra despidos, cierres, abusos patronales y las más variadas formas de precariedad laboral que imponen tanto las patronales privadas como las distintas administraciones del Estado. Esta condición es la que ha cimentado un proceso de unidad que logró reunir conflictos orientados por sectores sindicales tan diversos como CCOO, UGT, CGT, Solidaridad Obrera o la CNT.
Las reivindicaciones de cada uno de los sectores, defendidas a viva voz desde un palco situado en plena plaza del Sol, resonaron con fuerza entre cánticos de lucha, así como la idea de avanzar en la creación de una plataforma estatal de lucha contra la precariedad y los abusos patronales.
La jornada comenzó desde temprano, con una concentración de trabajadores de Correos frente al edificio del Ayuntamiento de Madrid y continuó con una comida de camaradería en el Retiro, en la que poco a poco se fueron reuniendo trabajadores de Correos, de Coca-Cola, de Panrico y una nutrida delegación de Everest que viajó desde León.
Ya en el acto, que comenzó pasadas las 18.00 horas, referentes de las distintas luchas convocantes tomaron la palabra.
Entre los participantes de la convocatoria estuvieron luchas emblemáticas, como la de los valientes espartanos de Coca-Cola Fuenlabrada, que ya llevan 16 meses de lucha sin tregua contra la patronal imperialista de Coca-Cola para mantener abierta la planta de Fuenlabrada y derrotar el plan patronal de despidos. Así consiguieron que la justicia declarase nulo el ERE de la empresa, pero la prepotencia de Coca-Cola no tiene límites y se niega a abrir la fábrica, por lo que su lucha continúa. Paco Bermejo, del Comité de Empresa de los “espartanos y espartanas” de Fuenlabrada, defendió la unidad de las luchas porque “todas las luchas que están metidas en el individualismo y no en la solidaridad están condenadas a fracasar”.
También los trabajadores precarizados (contratados, subcontratados y “falsos autónomos”) de Movistar, que vienen llevando a cabo una huelga de dos meses en Barcelona, Madrid, Bilbao y muchas ciudades del Estado contra la patronal esclavista de Telefónica, la burocracia sindical de CCOO y UGT que traicionó su lucha y el gobierno. Una lucha que, rompiendo toda barrera corporativa, desde el inicio de la huelga ha planteado que su situación de precariedad laboral es la de todas y todos los trabajadores. Carlos, su vocero en el acto, denunció el cansancio frente a “los sindicatos corruptos” y llamó a la reflexión, “a ver cuándo vamos a despertar todos, porque si estamos todos aquí en la calle es porque algo está pasando”. Culminó su intervención con un llamado “a la unidad de todos los colectivos que estamos en lucha, sean de donde sean” entre aplausos de todos los presentes.
Junto a ellos también estuvieron los trabajadores y trabajadoras despedidos de Panrico, representados por Joe Molina que viajó desde Barcelona para decir presente. Los trabajadores de Panrico mantuvieron una lucha heroica de 8 meses contra el despido de la mitad de la plantilla, “la huelga más larga de la democracia”, enfrentando no sólo a la patronal, sino también a la traición de sus propios dirigentes de CCOO y la connivencia del Gobierno de Catalunya. Molina saludó a todos los presentes en nombre de la lucha de Panrico y denunció el entonces inminente desalojo de las oficinas de movistar en Barcelona ocupadas por los trabajadores de Movistar, tras lo que exigió que se incluyan “las luchas obreras en la agenda política” de las nuevas candidaturas ciudadanas, para terminar con la precariedad laboral, las injusticias laborales y el capitalismo. Su intervención, aplaudida por todos los presentes, terminó con un llamado a continuar la lucha “en la calle y desde las bases” y puso encima de la mesa la propuesta concreta de “crear ya mismo una plataforma de luchas unificadas a nivel estatal, donde cualquier lucha que surja pueda verse reflejada”.
Los trabajadores de Correos, que sufren las más variadas condiciones de precariedad laboral y hoy enfrentan los brutales recortes de personal que se están llevando a cabo en todo el Estado, tienen el honor de haber dado el puntapié inicial a la convocatoria. En los últimos meses han realizado varias huelgas y denuncian la privatización encubierta de la empresa, hoy en manos del Estado, así como la pérdida de calidad en el servicio público y los despidos, casi 18.000 en los últimos años. Su joven representante en el acto, Juan Carlos, que viajó desde Barcelona, denuncio la situación de “destrucción de empleo” y las brutales condiciones de precariedad que sufren en una empresa pública que “engaña al ciudadano y a sus trabajadores”, condenándolos a una vida “de contrato precario en contrato precario”. “La concentración de hoy es un antes y un después en la lucha obrera”, dijo entre orgullosas vivas de sus compañeras y compañeros. “No estamos solos, hay infinidad de conflictos contra un enemigo común, la explotación del capitalismo”, agregó, para culminar con un llamado a la creación de “una coordinadora contra la explotación laboral, la precariedad y el paro”, en la misma línea que el compañero de Panrico.
Por su parte, los trabajadores de la editorial Everest de León, llevan ya casi 80 días de huelga y más de 8 meses sin cobrar sus nóminas, tras haberse la empresa acogido a concurso de acreedores. Enrique Reguero, presidente del comité de empresa, tomó la palabra en Sol para decir que “ahora toca resistencia, y resistiremos porque sabemos que luego llegara nuestro contraataque”. “Es hora de sumar esfuerzos, y el espacio sindical organizado debe ser el del encuentro para ese fin con todas sus banderas bien visibles”, agregó el dirigente de los trabajadores que viajaron de León para participar de la jornada.
También estuvieron presentes los trabajadores de la empresa Bosal de Sagunto (Valencia), viajando varias decenas para visibilizar su lucha contra el cierre de la planta y en defensa de 230 puestos de trabajo que pueden desaparecer por el capricho de la multinacional belga de no asignar carga de trabajo hasta dejar morir la planta. Así lo manifestó Antonio González, presidente del comité de empresa, quien planteó que los trabajadores “no somos los culpables de este periodo de neoliberalismo”, sino “las multinacionales con una codicia sin límites” y denunció que “desde la Unión Europea se les ayuda a irse a otros países a seguir haciendo lo mismo que hacen en España”.
Siguieron en el uso de la palabra los Bomberos Forestales, en lucha contra las condiciones de precariedad y abandono que sufren en todo el Estado y contra la opacidad de presupuestos para prevención y extinción de incendios forestales por parte de las distintas administraciones. Su representante denuncio la política de las administraciones que han ido cediendo competencias “a las empresas privadas” y defendió su reclamo de mejoras laborales como que haya una homologación a nivel estatal, contratos dignos y se detengan los fraudes de ley en las cotizaciones. Terminó recordando las más de 150 personas despedidas en los últimos años así como los “compañeros muertos” en un trabajo de alto riesgo.
El representante de los trabajadores de Futbolmanía, que defienden mejoras laborales en sus centros de trabajo, enfrentan la prepotencia patronal y el despido a los trabajadores que defienden sus derechos, denunció que “su política laboral dista mucho del concepto de ‘juego limpio’ que muchos tenemos” y que Futbolmanía “tiene enormes beneficios por los bajos salarios de sus empleados y sus prácticas explotadoras”. Al finalizar el Acto, gran parte de lso presentes participaron de una concentración solidaria en apoyo a los trabajadores frente al local de la empresa en Sol.
Entre otros sectores que están en lucha contra los despidos, la prepotencia patronal y las brutales condiciones de precariedad que sufren en sus lugares de trabajo, también estuvieron los jardineros despedidos de Madrid Río, que iniciaron una huelga para tumbar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que impuso el despidos de 127 de las 220 personas que se encargan de la limpieza y mantenimiento de la zona.
Los trabajadores y trabajadoras de Phone House en Madrid, que están realizando protestas por todo el Estado contra las prácticas de sobreexplotación, acoso y represión de la empresa, denunciaron los despidos forzados y la liquidación de establecimientos. Su representante destacó que los trabajadores no pueden hacer declaraciones públicas por miedo a la represión.
También los trabajadores de Bankia estuvieron representados. Desde hace meses denuncian el ERE, que afectó a 4500 personas, firmado entre la directiva de Bankia y los sindicatos (CCOO y UGT), ambos corruptos e imputados por el caso de las “tarjetas black”, que supuso 4500 despidos, 539 de ellos forzosos. “Somos los olvidados”, destacó en su intervención Jesús García, portavoz de estos trabajadores, tras denunciar la “traición de los sindicatos”.
Tras las intervenciones de todos los participantes, aunque no eran parte de la convocatoria inicial, se sumaron las trabajadoras y trabajadores de Tissat, empresa que presta servicios al Ministerio de Empleo y al Instituto de la Mujer, cuyos trabajadores se encuentra en huelga porque la empresa no paga sus salarios. Una compañera hizo uso de la palabra visiblemente emocionada por encontrarse rodeada de solidaridad en su lucha. Una intervención doblemente importante, por sumarse a la lucha y la coordinación y porque fue la única mujer trabajadora que tomó la palabra en el acto, por lo cual fue aplaudida y reivindicada por todos los presentes.
Ya finalizando el Acto, Alberto Mayoral del Comité de Empresa de Coca Cola Fuenlabrada en lucha, leyó una carta enviada desde Zaragoza por el Comité de Empresa de Cotronic (Movistar) y los pizzeros y pizzeras de la Sección Sindical de CGT Telepizza, que enviaron “un fuerte saludo solidario a todas las luchas obreras”.
“La manifestación de hoy es una muestra de que a pesar de las mil y una barreras que nos impone la patronal (con la ayuda de las direcciones burocráticas de los sindicatos) con el fin de dividirnos y aislarnos en nuestras luchas, para poder acabar uno por uno con nosotros, se puede romper imponiendo, desde el otro lado, la unidad de los trabajadores”, decían en su comunicado, que culminaba con su compromiso a “levantar juntos y en todas las empresas y barrios un movimiento contra la precariedad laboral en todo el Estado que frene los ataques que vienen y que vendrán”.
En el cierre de lo que fue una gran jornada de lucha y coordinación obrera, desde el palco se leyó el Manifiesto de convocatoria.
“Tenemos que demostrarles que han dado en hueso con nosotros, que rendirse no es una opción, que son miles contra millones y que si no organizamos y pelemos unidos, usando todas las herramientas que nos sean útiles para ello, podemos no sólo aguantar el envite y resistir sino también lograr victorias y avanzar en esta lucha incesante entre ellos y nosotros”, señala uno de sus párrafos.
La jornada, que todos los presentes consideraron un éxito, fue sin duda un paso adelante para avanzar en la coordinación de los distintos sectores en lucha, superar la política divisionista que impone la burocracia sindical y poner en la agenda política la lucha contra la explotación, la precariedad y todas las demandas de la clase trabajadora.
Desarrollar y extender en todo el Estado esa plataforma o coordinadora que unifique a todas las luchas es el desafío del momento.