Cuestionando décadas de dogma, el FMI descubre que el pago de deudas puede ser uno de esos casos en los que el remedio es peor que la enfermedad. Pero las nuevas teorías beneficiarían sólo a algunos como Estados Unidos, Alemania o Gran Bretaña. Otros como casualmente Grecia, tendrían que pagar igual.
Algunos países con elevados niveles de deuda pública podrían ser capaces de «simplemente vivir con ella» porque recortarla conllevaría sus propios riesgos, dijeron tres funcionarios del FMI en un artículo que cuestiona décadas del dogma sobre los beneficios de la austeridad.
La zona euro y otras economías avanzadas se han enfrentado con abultadas deudas tras la crisis financiera mundial del 2007-2009 y algunas de ellas también a las presiones para satisfacer a los mercados mediante una rápida consolidación fiscal.
El Fondo Monetario Internacional ya ha advertido que recortar el gasto o aumentar los impuestos demasiado rápido después de la crisis podría afectar el crecimiento.
Ahora, los economistas del FMI Jonathan Ostry, Atish Ghosh y Rafael Espinoza llevan ese consejo un paso más allá, con el argumento de que los países capaces de financiarse ellos mismos en los mercados a costos razonables deben evitar los efectos económicos perjudiciales de la austeridad.
«Una solución radical para el alto nivel de deuda es no hacer nada en absoluto», escribieron en un blog que no representa la posición oficial del FMI, pero que podría ayudar a dar forma a sus políticas.
«La deuda es mala para el crecimiento (…) pero eso no deviene en que el pago de la deuda es bueno para el crecimiento. Este es un caso en que el remedio puede ser peor que la enfermedad: pagar la deuda requeriría una mayor distorsión de la economía, con el correspondiente mayor estrago en la inversión y el crecimiento», sostuvieron.
En cambio, los países pueden esperar a que sus ratios de deuda caigan mediante un mayor crecimiento económico o un aumento en los ingresos fiscales a través del tiempo.
El debate sobre la austeridad se ha convertido en un tema político candente en países como el Reino Unido y Grecia ante las protestas de la población por los recortes de presupuesto.
Los economistas del FMI no mencionaron países específicos, pero citaron una carta del 2014 de Moody´s Analytics que ubicó a las economías más avanzadas, incluyendo Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, en la «zona verde» de un amplio espacio fiscal, lo que significa que no hay prisa para un recorte de deuda.
Francia, España, Irlanda deben ser cautelosos sobre la deuda, mientras que Portugal se enfrenta a «riesgo significativo». Japón, Italia, Grecia y Chipre enfrentan un «grave riesgo», lo que significa que deben reducirla, según la carta.
«Donde el espacio fiscal se ha agotado (…) las restricciones para que la deuda sea sostenible dejan pocas opciones», dijeron los tres economistas en el blog. «Esto ciertamente se aplica a países como Grecia», sostuvieron.