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El resultado de la consulta arrojó un 45% a favor de la independencia y un 55% por mantener la Unión, sin embargo, a pesar del alivio inicial expresado por el gobierno del primer ministro David Cameron, la Reina y la oposición, este desenlace repercutirá en la política de Gran Bretaña, Irlanda y Europa más allá de la coyuntura política actual. La ‘respetable’ diferencia del 10% a favor del ‘No’ complica el panorama político de los partidos en el gobierno y en la oposición en vista de las elecciones generales de mayo de 2015.

El 1,6 millón de votos por el ‘Sí’ da cuenta de que la campaña fue un factor de politización que recogió las aspiraciones de amplios sectores de la población afectados por los recortes, el desempleo y el descontento con el gobierno de Westminster al que no han votado y sienten que no los representa.

Distritos obreros como Glasgow, Dundee, West Dunbartonshire y North Lanarkshire han favorecido el voto “Sí”. Según varias fuentes, los partidos independentistas vieron una explosión en las solicitudes de afiliación, el Partido Verde de Escocia por su parte recibió 3.000 nuevas peticiones, el doble de su cantidad actual, mientras que el SNP sumó cerca de 20 mil miembros nuevos en sus filas, un aumento del 70%, ubicándose en la carrera por transformarse en el tercer partido del Reino Unido.

La campaña independentista ganó la simpatía de miles de jóvenes, que rompieron la apatía política luego de décadas de la derrota que significó el thatcherismo y la continuación del gobierno de Blair. El “Sí” atrajo también a sectores del movimiento obrero, una generación de trabajadores que con aflicción han visto el cierre de sus fuentes de trabajo y el robo de un futuro para las nuevas generaciones. La campaña por el “Sí” fue adquiriendo una dinámica anti-austeridad, contra la privatización y sumó activistas atraídos por la idea de que una Escocia bajo el Partido Nacionalista Escocés (SNP) iba a estar libre de recortes. Si bien esta campaña la lidera el Partido Nacional de Escocia, existe dentro de la misma un bloque de izquierda, la Campaña Radical por la Independencia (RIC) en la que están agrupados los principales partidos de la izquierda escocesa y británica, con una agenda anti-austeridad.

Sin embargo, es un movimiento contradictorio, ya que el SNP, que gobierna con mayoría propia en Escocia, es quien viene aplicando las políticas de recortes dentro de Escocia. Muchos trabajadores, abandonados por el laborismo, su partido ‘tradicional’, y seducidos por el relato anti-Westminster del SNP, apoyaron la perspectiva independentista de este partido. Esto llevó a que muchos grupos de izquierda participaran en el campo del “Sí”, de manera acrítica a la dirección, como si la escisión de Gran Bretaña en sí, mediante el establecimiento de un país ‘independiente’ bajo el dominio de la clase empresarial, la bendición de la monarquía y la continuidad del régimen, pudiera cumplir las aspiraciones de las masas.

Por otra parte, el “No” se impuso en Edimburgo, la capital de Escocia, con mayor peso de la clase media y en sectores de trabajadores con empleo estables y menos afectados por la crisis. La campaña llevada adelante una semana antes de la votación, con las promesas de devolución de poderes y de darle mayor autonomía a las regiones, les ayudó a repuntar en la recta final. A su vez, la incertidumbre abierta alrededor de la divisa (si se mantendría la libra esterlina o se pasaría al euro) ayudó a la opción unionista. El Partido Laborista, como parte de la campaña ‘Mejor Juntos’, se sumó a la táctica de las amenazas y sembrar temor, ubicándose así del lado de los grandes negocios. Jugó la carta del patriotismo, elogiando el rol de Escocia en las aventuras imperialistas, para justificar su pertenencia a la Unión.

El resultado del referéndum logró darle un golpe al gobierno de la austeridad. No hay duda de que de las negociaciones pos-referéndum solo emergerán propuestas reaccionarias, como ser la limitación de voto de los diputados nacionales escoceses, fomentando el nacionalismo inglés y las divisiones entre los trabajadores a ambos lados de la frontera. El Partido Conservador, quiere aprovechar el resultado y ‘devolver poder’ a las regiones a cambio de concentrar más poder en Inglaterra, se trata de una movida para sacarle peso al Partido Laborista en las votaciones sobre salud y educación. Quienes ayer estaban unidos para defender a la Unión hoy se enfrentan para sacar rédito político.

Al laborismo también se le presenta un panorama difícil. En primer lugar, en las ocho circunscripciones que controla en Glasgow, el distrito de mayor concentración obrera, ganó el “Sí”, distanciándolo aún más de sus desencantadas bases. Luego del bochorno de formar parte de la campaña “Mejor Juntos”, trata de ‘despegarse’ del Partido Conservador. El lunes 22/9 empezó a sesionar la Conferencia Nacional del Partido Laborista, allí, Ed Miliband, líder del partido, anunció que si gana las elecciones del 2015, aumentará el sueldo mínimo e invertirá en salud y vivienda, clara muestra de que ya está en campaña electoral.

El impacto de la vitalidad y masividad de la campaña del “Sí” ha pegado fuerte. La ‘democracia de la calle’ dicen algunos, para otros se trató de ‘un festival de la política’. Más allá de lo exagerado que puedan resultar estas aseveraciones, ha surgido una generación de jóvenes, los llamados pos-referéndum, con bronca contra los políticos de Westminster y sus planes de austeridad.

La renuncia de Alex Salmond como primer ministro de Escocia y como líder del SNP ha tomado a muchos por sorpresa, en ambos bandos. En la próxima conferencia nacional del partido se votará a su sucesor. Casi todas las fuentes, estiman que la viceprimer ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, será votada cabeza del partido. No obstante, el paso a un lado de Salmond, deja abierta la puerta para la camada de jóvenes, que seguramente pondrá la lucha independentista nuevamente sobre el tapete.

Durante la campaña del referéndum los trabajadores y los sectores oprimidos se encontraban atrapados entre un ‘próspero’ futuro con el SNP, y la alianza reaccionaria de los tres principales partidos británicos. Ninguna de estas alternativas presentaba una salida para la clase obrera que recogiera las demandas económicas en Escocia, Gales e Inglaterra junto a las demandas independentistas del norte de Irlanda, todos afectados por la crisis capitalista.


CLAVES

Gran Bretaña: Integra a Inglaterra, Escocia y Gales, pero no incluye a Irlanda del Norte. También incluye varias islas menores. La unión política que integró los reinos de Inglaterra y Escocia tuvo lugar en 1707, y fusionó los parlamentos de los dos países, para pasar a conformar el Reino de Gran Bretaña. Esta unión fue voluntaria e impulsada por la incipiente burguesía escocesa ahogada económicamente a causa de sus aventuras imperialistas en el Caribe. Antes de esto, había existido una unión entre estos dos países desde 1603, con la Unión de las Coronas unificados bajo el Rey Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia.

El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda: fue formado a través de la unión del Reino de Gran Bretaña (unión de los reinos de Escocia e Inglaterra en 1707) y el Reino de Irlanda en 1800. Varias generaciones de líderes irlandeses promovieron campañas para el establecimiento de un gobierno propio bajo el nombre de Home Rule (gobierno propio), el cual permanecería siendo miembro del Reino Unido. En 1919, miembros del parlamento irlandés formaron un parlamento independiente irlandés, que fue considerado ilegal. Entre 1919-1921 tuvo lugar la Guerra Anglo-Irlandesa y en diciembre de 1922, veintiséis de los treinta y dos condados irlandeses renunciaron al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda y formaron un Estado Independiente Irlandés (hoy parte de la Unión Europea). Los seis condados restantes, conocidos como Irlanda del Norte permanecen bajo el gobierno del Reino Unido, el cual fue rebautizado por Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en 1927. La lucha del sector republicano por una Irlanda Unida e Independiente fue encabezada por el IRA. Luego del acuerdo del Viernes Santo de abril de 1998 entre los gobiernos británico e irlandés y de la convocatoria de referéndums en Irlanda del Norte y la República de Irlanda se estableció una Asamblea Legislativa en Irlanda del Norte. En la actualidad Sinn Féin tiene representantes parlamentarios nacionales y europeos por la República de Irlanda, y concejales, miembros de la Asamblea y diputados nacionales en representación de Irlanda del Norte.

Westminster: o Palacio de Westminster, también conocido como ‘El Parlamento’ alberga la Cámara de los Lores y la Cámara de los Comunes (diputados).

El Parlamento escocés: es unicameral y se encuentra situado en la zona de Holyrood, en la ciudad de Edimburgo. Compuesto por 129 diputados elegidos cada cuatro años mediante un sistema mixto proporcional y directo. El primer Parlamento de Escocia, funcionó desde comienzos del siglo XIII hasta el Acta de Unión de 1707. Tras el referéndum escocés de 1997 se devolvieron algunas competencias a Escocia. El Parlamento escocés tiene 129 diputados y el SNP gobierna con mayoría absoluta con 65 diputados.

Partido Nacional Escocés (SNP en inglés): tiene mayoría absoluta en el gobierno. Es un partido nacionalista burgués comprometido con los intereses de los capitalistas y de las grandes y medianas empresas escocesas, como lo evidencia el anuncio de reducir los impuestos a las patronales. Sus orígenes se remontan a la década de 1920 aunque surge como SNP en 1934. Alex Salmond líder del SNP y Primer Ministro de Escocia, desde mayo de 2007. Presentó su dimisión luego del referéndum.

Campaña por el No: La campaña “Mejor Juntos” es una alianza de los Partidos Conservador y Demócrata-Liberal en el gobierno junto al Partido Laborista de la oposición. Junto a las grandes empresas, la banca y las finanzas británicas, se suman el partido xenófobo UKIP y la orden monárquica unionista de los Orange. Del lado del “No” se ubicaron un grupo de renombrados académicos, personalidades de la cultura, músicos, que no se referencian ni con la campaña “Mejor Juntos” ni con el gobierno, junto a un pequeño sector de la izquierda.

Campaña por el “Sí”: Esta campaña la lidera el Partido Nacional de Escocia y cuenta con un amplio apoyo de partidos de la izquierda escocesa. Estos últimos agrupados en la Campaña Radical por la Independencia (RIC) donde se encuentran los principales partidos de la izquierda británica, el partido verde.

Devolución de poder: el proceso de transferencia o delegación política de una entidad a otra. El ex Primer Ministro Tony Blair, fue uno de los artífices de este procedimiento de cesión de poderes en el Reino Unido por el cual se estableció el Parlamento Escocés en 1999. Además se acordó el establecimiento de Gobiernos autónomos en Gales, y en Irlanda del Norte con el establecimiento de la Asamblea Legislativa en Irlanda del Norte.

 

Publicado por Alejandra Rios

Alejandra Rios | @ale_jericho :: Londres

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